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Silvan

Frente a él se encontraba una vieja foto de su padre, llevaba una camisa amarilla con el logo de una pantera, aún conservaba sus jeans desgastados, hacía mucho tiempo que no miraba esa foto, a veces se sentía avergonzado por lo que hacía, si aún viviera estaría muy triste por él. El padre de silvan murió a los 89 años de una grave pulmonía, desde ese día silvan juro que sería una gran persona, un hombre de bien, igual que él. Pero a veces nuestro destino está marcado y no podemos hacer nada para cambiarlo.

-¿Qué haces silvan? –pregunto zara mientras se recargaba en la suave madera.

-Nada... escombrando algunos cajones –soltó una risita mientras levantaba unos viejos retratos. – ¿Qué haces tú?

-Pasaba a verlos ¿Cuándo será el gran robo de nuestras vidas? –se sentó a un lado de el mientras hacía círculos con sus delgados dedos en el piso.

-Dentro de una semana,mañana replantearemos todo –silvan seguía rebuscando entre la fotos viejas –¿Recuerdas este día?

Zara saco unas terribles carcajadas al ver la foto, fue la primera vez que todos salieron juntos, ese día zara había bebido más de la cuenta, su camisa estaba llena de pequeñas gotas de vomito de Víctor.

.-Claro que sí, el idiota de Víctor no paro de vomitar...-dijo entre carcajadas. –Marco me conto que saldrás esta noche con una chica. ¿Quién es?

Silvan maldijo a marco por habérselo contado, maldito chismoso, dijo entre dientes.

-Sí, no es nada importante, la conocí en la galería. –silvan se limita a decir mientras se encoge de hombros.

-¿Y es guapa? –zara comienza a molestarlo, hacía mucho tiempo que habían tenido un amorío, pero eso era cosa del pasado, silvan lo tomo de otra manera "Amigos con derechos" mientras que ella pensó que estaba siendo una relación seria, incluso pensó en presentárselo a sus padres, pero algo le hacía detenerse. Quizá muy en el fondo sabía que silvan no la quería de la misma forma.

-Sí ¿Por qué la pregunta? –se llevó su mano a la nariz para rascársela.

Zara levanto las manos en símbolo de defensa mientras soltaba una risa. Pasaron las horas en silencio, viendo viejas fotos, ropa, objetos y tantas otras cosas que guardaban los cajones del ropero. Silvan recordaba cómo es que había caído en esta extraña vida. Todo parecía tan lento, es como si apenas ayer hubiera conocido a marco en el pequeño centro comercial alado de la famosa joyería les cristaux de parís. La alarma que había programado por la mañana estaba sonando, cerró la puerta con precaución, abrió las llaves de la regadera y espero que el agua estuviera tibia.

Estaba abrochando los últimos botones de su camisa cuando se percató que estaba más nervioso que nunca, roció un poco de colonia por su pecho y después por su cuello, salió con pasos rápidos de su cuarto, en la sala se encontraba marco dormido, cerro con mucho cuidado la puerta. Tomo su coche y tomo camino a una de las mejores noches de su vida. . 

La MascaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora