Silvan
-Tú fuiste sincera conmigo... – Silvan trago un par de saliva, sentía que debía decirle la verdad, una de las cosas que odiaba en las personas era la falsedad. Si mentía estaría siendo algo de lo que repudia, pero sabía perfectamente que si le decía la verdad ella saldría corriendo y en uno de los graves casos trataría de llamar a la policía. No conocía nada sobre ella, no sabía cómo actuaria al decirle la verdad. –Pero yo no puedo serlo contigo. ¡Carajo lo siento!
-¿Qué pasa? Hace un rato estábamos bien. ¿Es tan grave que no puedes decírmelo? –Ruth acerco las yemas de sus dedos en sus muñecas, al sentir su tacto silvan la miro.
-Si... sé que cuando te lo diga saldrás de aquí. Debería llevarte de regreso.
Ruth se quedó en silencio, silvan se estaba muriendo de la angustia, odiaba sentirse así, era tan estresante ver como Ruth fruncía el ceño y su mirada suplicaba que le dijera la verdad, él fue el primero en levantarse, estiro sus manos para ayudarla a levantar pero Ruth las ignoro. Bajaron las escaleras en silencio, el ambiente que habían construido se estaba esfumando, silvan se maldijo por arruinar su primer cita, se suponía que debía de hacer que esta noche fuera satisfactoria para ambos pero en lugar de eso lo empeoro todo. Sabía que hasta aquí había llegado todo, pero no podría estar tranquilo cada vez que se vieran sabiendo que estaba mintiendo, que no había sido sincero con ella, ¿Qué pasaría si ella se llegara a enterar? Sería más grave de lo que es ahora. Lo odiaría por callarse. Y el mismo lo haría se odiaría con tanta fuerza que dolería. Ruth había sido sincera con él desde la primera vez, si ella hubiera querido jamás le habría mostrado a la chica que se ocultaba tras la máscara. No había estrellas en el cielo, la adrenalina había hecho efecto en ellos, la noche estaba tan áspera. Como es posible que un hombre de 30 años este pasando por esto, esta noche debía de ser perfecta, debía de haberla conquistado, debía de haberle dicho la verdad. ¡Maldita sea! Se repita cientos de veces. Ni siquiera se dio cuenta cuando habían llegado al estacionamiento del club, su chofer estaba esperándola. La mirada de Ruth se plasmó en sus ojos negros.
-Nos vemos pronto...
Silvan trato de sonreír pero fue más una mueca de tristeza, se quedó de pie observando como el coche se alejaba lentamente. Despareciendo entre la noche, hasta que no había ningún rastro de él. De camino a casa trato de pensar las cosas, quizá estaba bien lo de esta noche, es una mujer hermosa, conocerá más hombres y en un par de días lo olvidara, no es como si hubieran pasado un verano entero, lo olvidaría. ¿El la podría sacar de su mente? Eso sería imposible, con tan solo un tacto provocaba más de mil emociones, deseaba poder haber probado su piel, rozar su abdomen con los labios, besar su cuello, sus piernas. Verla sonreír por la mañana mientras él se levantaba para hacerle el desayuno. El coche freno tan rápido como pudo, pero no logro hacerlo tan bien, había chocado contra un arbusto. Por suerte silvan estaba bien, salvo por la sangre que salía de sus labios. Bajo el espejo retrovisor, tenía una pequeña cortada en el labios.
-¡Demonios! –salió del coche para revisarlo, el parachoques estaba algo averiado y una de las ventanas se había estrellado.
En cuanto llego a casa, cerro de un portazo la puerta de su habitación, enciendo un cigarrillo y se recostó en el tapete. ¿Qué estará pensado Ruth de el? ¿Debería llamarla y disculparse? Pero no hizo nada, se quedó recostado mientras se lo terminaba. Sus puños se cerraban y abrían, sus ojos estaban inyectados de sangre una botella de tequila se encontraba tirada alado de él. Odiaba como habían salido las cosas por primera vez en toda su vida se odio a sí mismo. Esta noche había arruinado algo bueno en si vida.
-¿Qué está pasando aquí? –Víctor entro corriendo, silvan estaba tirado en medio de su habitación, el alcohol había hecho efecto -¡Marco! ¡Zara!

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La Mascara
Novela JuvenilEl robo mas grande en la historia de paris. El invento mas grande de la historia llamado "La mascara" Un amor peligroso y una obsesion que lo cambiara todo.