"Tan Dulce Como Un Garibaldi"

1.8K 105 33
                                    


Al amanecer...

Leo: —Despierta— Ya amaneció... —mira al lado suyo— ¿Eh? ¿Y Kubo? —se pone su ropa y va a buscarlo—

Kubo: —toca su Shamisen— Concéntrate, Kubo. —toca más rápido— ¡Ahora! —apunta a un árbol pero no pasa nada— No es suficiente. —vuelve a tocar—

Leo: ¿Kubo? ¿Qué haces?
Kubo: Entreno
Leo: ¿Entrenar?
Kubo: Quiero partir ese árbol en dos —vuelve a apuntar al árbol— ¡Maldita sea! —arroja el Shamisen—
Leo: Oye, tranquilo. —toma su hombro— Cálmate —se sientan— Ahora, dime ¿Qué te hizo el árbol? ¿Por qué estás entrenando con él?
Kubo: —Suspira— Para vencer a Tsuyoshi cuando ataque otra vez
Leo: Ya empezó...
Kubo: Mi madre tenía poderes increíbles. Hice algo parecido una vez, pero después de eso... ¡No he podido hacerlo de nuevo! —se quita el parche—
Leo: Vamos, no te desanimes. Sé que podrás hacerlo de nuevo muy pronto y con más poder
Kubo: ¿De veras?
Leo: —asienta con la cabeza— Creo en ti
Kubo: —recarga su cabeza en su hombro— Siempre sabes que decir para levantarme el ánimo
Leo: Soy tu novio, ese es mi trabajo —toma su mano—
Kubo: Leo
Leo: ¿Mm?
Kubo: ¿Sigue en pie la oferta de ir a tu casa?
Leo: ¿Estás hablando en serio?
Kubo: Será sólo por unos días, así tendré tiempo para buscar un buen lugar donde quedarme
Leo: Mi casa es tu casa. Quédate el tiempo que sea necesario
Aunque, me gustaría que te quedases para siempre...
Kubo: Bueno, vámonos —se levanta—
Leo: Kubo, antes quiero pedirte algo
Kubo: ¿Qué?
Leo: No quiero que pelees
Kubo: ¿Cómo? Sabes que lo que me pides es imposi...
Leo: —lo toma de los hombros— ¡Ya no quiero que te lastimen, Kubo!
Kubo: Está preocupado, lo veo en sus ojos. En ese caso...
Leo: Dime que ya no lo harás
Kubo: Oye, descuida. —toma sus mejillas— Ya no pelearé, lo juro
Leo: Eso espero
Lo amo demasiado, no quiero que le vuelvan a hacer daño por querer protegerme... —lo toma de la barbilla y se acerca a sus labios—

Nando: ¡Chisguete! ¡Al fin te encuentro! —corre hacia ellos—
Ambos: ¡¿Nando?! —se sueltan inmediatamente—
Nando: ¡Ay, hermanito! Te busqué cómo un loco. —lo abraza con fuerza—
Leo: Nando... ¡no respiro!
Nando: No sabía dónde estabas, me preocupé demasiado. Pero, veo que estuviste con Kubo todo este tiempo —voltea a verlo— ¡Hola, Kubo!
Kubo: Ho...hola, Nando
Nando: ¿oh? ¿Y eso? —suelta a Leo y se acerca a Kubo— Nunca te había visto sin el parche —hace aún lado su fleco ¿una cicatriz? ¡Genial! Y ese color es diferente al otro... ¿Cómo te lo hiciste?
Kubo: Em... bueno, yo... lo tengo desde bebé
Leo: No le gusta hablar del tema, Nando.
Nando: ¿En serio? ¡Cuanto lo siento!
Kubo: Descuida, no te disculpes —se pone el parche de nuevo—
Leo: Nando, Kubo será nuestro invitado otra vez
Kubo: Espero y no te moleste
Nando: ¿Molestarme? ¡Para nada! Al contrario, es un honor tenerte en la casa de nuevo
Kubo: Muchas gracias
Leo: Bueno, será mejor que nos vayamos ya. Tenemos que hacer pan, Nando —toma las cosas de Kubo—
Nando: Por eso salí a buscarte, para que lo hagas tú
Leo: Vamos a hacerlo los dos, menso —se adelantan—
Kubo: —recoge el Shamisen— No sé si pueda dejar de pelear, Leo. Lo haré si es necesario.

Mientras tanto en algún lugar del reino de la luna...

Tsuyoshi: Recuerdo lo que el rey dijo del Shimasen de Sariatu. Kubo lo tiene en sus manos, pero no tiene el conocimiento y el poder necesario así que no es una amenaza. Aún así, no debo bajar la guardia. Tengo que encontrarlo de nuevo

【僕のメキシコ人】||KUBAN|| Y A Ø I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora