【僕のメキシコ人】||KUBAN|| Y A Ø I

"En Las Buenas Y En Las Malas"

Nando: ¿¡Que el Charro Negro y tú qué?!
Leo: Aún no he hecho ningún trato con él, en serio. Y baja la voz, no quiero que Kubo despierte y nos escuche
Nando: Leo, no vayas a aceptar ningún trato con él. Es obvio que es una trampa
Leo: ¿Y si no lo es? ¿Y si en verdad quiere ayudarme?

Kubo: —baja las escaleras en silencio—

Nando: ¿Te volviste loco? Él sólo quiere que tomes su lugar. Si aceptas lo que te ofrece, no volverás a la normalida

Kubo: —se detiene al final de las escaleras a escuchar— ¿tomar su lugar...? ¿De quién? Acaso ¿estará hablando del tipo de quién Leo me habló?

Leo: Pero él me dijo como cancelar y...
Nando: ¡Como sea! No vayas a hacer una estupidez. Prométemelo
Leo: —Suspira— Está bien, no lo haré
Nando: Recuerda que gracias a él perdiste a tus amigos. No vaya a ser que esta vez vuelvas a perder algo
Leo: Tienes razón, Nando. Lo siento

Kubo: Leo es capaz de hacer cualquier cosa con tal de protegerme. No quiero que se ponga en peligro por mí —sube a la habitación—

Nando: Aunque no entiendo, si él volvió ¿por qué no puedes ver a los demás?
Leo: Yo tampoco lo entiendo.
Ya es tarde, voy por Kubo para que desayunemos juntos
Nando: Entiendo que estés preocupado por lo que me contaste, pero está no es tu pelea. Kubo sabe cuidarse solo
Leo: —Se da la vuelta y va a la habitación—
Kubo: Tengo un mal presentimiento. Siento que algo malo va a pasar hoy. Debo tener el Shamisen conmigo en todo momento...
Leo: —Entra a la habitación— ¿Kubo?
Kubo: ¡Leo! ¿Pasó algo?
Leo: Em... no, todo está bien. ¿Tú estás bien? Te veo muy alterado
Kubo: Es sólo que... —sonríe— no, no es nada
Leo: Bueno, entonces —lo toma de los hombros— ...vayamos a desayunar —lo besa— Hoy me toca cocinar ¿Qué quieres que te prepare?
Kubo: Bueno, aún no conozco bien la gastronomía mexicana. ¿Por qué no haces lo que más te gusta?
Leo: Buena idea. Entonces, ven —lo toma de la mano— Es buena hora para hacer tamales. ¡Te van a gustar!

Más tarde...

Kubo: —oculta su armadura en un morrral y la Katana en su espalda— Leo, voy a salir un momento. No tardaré —toma el shamisen y varias hojas de papel—
Leo: ¿A esta hora? No lo creo
Kubo: Volveré antes de que el Sol se oculte —toma sus manos— Lo prometo
Leo: Si no lo haces iré a buscarte
Kubo: No será necesario —besa su mejilla—
Leo: Kubo, quiero que sepas que...
Kubo: ¿Eh?
Leo: Por ti... me haría invencible. No lo olvides
Kubo: —le sonríe— Nos vemos en un rato —sale de la casa—
Leo: Nos vemos

Nando: Oh, Kubo ¿a dónde...?
Kubo: Necesito pedirte un favor, Nando
Nando: Claro, lo que sea, cuñado
Kubo: No dejes que Leo salga de casa hoy. No importa que pase, no lo dejes salir
Nando: ¿Por qué? ¿Pasó algo?
Kubo: Sólo haz lo que te digo, por favor
Nando: Está bien. No lo dejaré salir para nada
Kubo: Gracias, Nando. ¡Te debo una! —Se va corriendo al bosque—
Nando: Que raro ¿Qué estará tramando?

Leo: Kubo se veía muy raro. Apenas y me miró a los ojos ¿Se enojó conmigo? ¿No le gustaron los tamales?
Además, está a punto de anochecer ¿Por que salió a esta hora? Sólo espero que no haga una estupidez