IV ; Solo horas.

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Lo único que había cambiado mi rutina esta mañana era el cereal con leche que había desayunado, que al rato complementé con un Americano* del local mientras sacaba y ordenaba las cosas como todos los días.

Pero ya casi era hora, en cualquier minuto el pelinegro debía pasar por la puerta de cristal para empezar a trabajar.

Anker se había ido luego de ver la película  y cuando abrí las puertas esta mañana me aseguré de pasar por el negocio de su padre para felicitarlo del maravilloso platillo que había preparado en la noche.

Me senté a esperar. Hasta que lo vi por los cristales. Caminaba con sus manos dentro de su abrigo gris. Su cara alegre con pómulos y nariz rosa fue lo primero que noté cuando entró por las puertas. Había sido totalmente puntual.

- Tenga un excelente día, jefa. Vine con todas las energías, ¿Qué hago primero?- Dijo alegre guindando el abrigo sobre el perchero junto a la puerta.

-Ponlo por aquí, ese es para los clientes.- Señalé su abrigo y luego el lugar donde podía ponerlo.- Buenos días para ti también, me alegra escuchar eso. Puedes empezar sacando las mesas y sillas, son tres para cada lado. Aquí está el paño para que las limpies por encima.

Lo vi hacer todas las cosas mientras yo sacaba vasos, tazas, cubiertos y platos para tenerlos a la mano cuando empezara a preparar las cosas.

-Pon esto sobre ellas.- le tendí unas canastas con servilletas, bolsas de azúcar, crema, cubiertos y pitillos ordenados.

Bueno, acata ordenes y hacia las cosas bien y rápido. 

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-¿Tienes hiperactividad o algo por el estilo?- Le pregunté sentándome.

-Se podría decir que si.- Respondió quitándose el delantal y colocándolo donde va.- Me gusta ser servicial y alegre con las personas.- Sonrió a mi dirección.

-Bien por ti, me gusta tu desempeño.- Lo señalé.- No me decepciones.

-Para nada, jefa.- Amplió su sonrisa.

-Dime Mellig, probablemente tenga la misma edad que tu.- Saboreé el latte* en mi boca.

-¿25? No lo creo, te ves mas joven.

-Tengo 22. ¿25? ¿En serio?- Lo miré.

-Si, 25 años y no tengo coronas para pagarte los cafés. Pero tengo mis razones.

-¿Escapaste de Suecia o algo así? Espero y no tengas antecedentes.- Lo miré sobre la taza, estaba parado tras el mostrador, yo me había sentado en las sillas altas para descansar un rato.

-Para nada, solo...- Su expresión cambió mientras se veía pensativo.- Nuevas experiencias, eso es todo.

Asentí soplando el liquido bajo mis labios para luego sorber un poco mas.

-¿Y tu familia?

-En Suecia, estaban de acuerdo conmigo.- Dijo rápidamente volteando a acomodar las cosas tras él.- ¿Y la tuya?- Preguntó despacio.

-Fallecieron, este lugar es lo único que me dejaron.- Conté sin titubear.- No digas nada.- Le sonreí cuando lo vi voltearse decidido a decirme algo con cara de tristeza y sorpresa. Así que se volteó para seguir con lo suyo.

-Ya puedes irte, cerramos hace mas de quince minutos, debes estar cansado.

-¿Tu lo estas?- apoyó sus brazos cruzados frente a mi.

-Estoy como siempre, ya me he acostumbrado a esto. Pero es en serio. Por cierto, te enviaré un mensaje con las cosas que necesito que me traigas, es solo información personal para algunos papeles.

-De acuerdo.

Seguimos hablando un rato sobre cosas del negocio y clientes. 

- Nos vemos mañana, Mellig. Descansa.- Se despidió de mi luego de unos minutos.

-Igualmente.

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-¿En serio le preguntaste eso?

La carcajada de Anker sonó fuerte, contagiándome.

-Quería sacarme esa duda. Si tu lo vieras también lo pensarías.

-Pero hizo todo bien por lo que me contaste. ¿Le darás el empleo?

-Tiene que trabajar el mes, a finales le diré si quiere el empleo. Aunque primero debo ver que tal se desenvuelve luego de unos días de puro trabajo.

-Tu asegúrate de lo que quieras, pero no se ve malo. Se emociono cuando le dijiste que trabajara para ti, eso es bueno. O raro, como sea.

-Solo un tiempo mas.

-Dilo. Yo se que quieres.- Me reí.

-Es lindo, si.

-Eso es bueno, pero solo quería escucharte decirlo. Por cierto, ¿Vamos el viernes de compras? Quiero comprarle un regalo a padre por el aniversario.

-Claro, está bien. Hablamos después, descansa.

-Tu igual, adiós.

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*Americano: Shot de espresso servido en una taza con agua caliente.

H E R T YDonde viven las historias. Descúbrelo ahora