25 de abril del 2017. Aalborg, Dinamarca.
El clima frío me hizo despertar de mi sueño unos minutos antes de que la alarma sonara, con pereza me levanté de la cama y corrí las cortinas de la pequeña ventana de mi habitación. Pasé el umbral hacia la cocina y me empecé a preparar el desayuno, el negocio lo debía abrir en una hora aproximadamente.
Pasó media hora cuando terminé de comerme mi sandwich y me dirigí con la vista en mi móvil hacia el baño. Terminé mi rutina mañanera, me vestí y bajé por las escaleras corriendo, no tenia prisa pero ya empezaba a escuchar varias personas hablando, campanas de locales abiertos y alboroto de negocios abriendo.
Hice todo, limpié las mesas, puse los menús ordenados, coloqué el grano de café en el tazón grande de vidrio sobre la maquina, fui hacia el almacén y saqué bolsas de hielo para romperlas y que quedara en la congeladora tras el mostrador, envases de leche que habían llegado el día anterior, llené los frascos tras mi para la variedad de cafés y batidos, etc. Todo me levó el tiempo necesario para limpiar el piso y poder abrir las puertas y acomodar afuera las mesas y las sillas.
Rupert, mi vecino de enfrente me saludaba mientras al parecer le daba un listado de cosas al carnicero frente a el para su restaurante de comida caucásica, le devolví el saludo y entré luego de haber asegurado el panorama.
Con este frío no iban a tardar los clientes en llegar, nada mejor que un café con clima helado en una mañana de camino al trabajo.
Mientras esperaba, conecté las bocinas y puse una melodía de fondo que combinara con el ambiente bohemio. Cuando la campana sonó.
-Agrega un Moka* a mi lista, llevo dos días sin poder dormir bien, mi ventana atrae todo el viento de la ciudad.- Me dijo Anker, hijo mayor de Rupert caminando hacia las sillas frente al mostrador.
-Buenos días para ti también.- Sonreí empezando a preparar el Moka para el.
-Padre ha amanecido gritando porque Erik dejó un vaso de leche en el piso.
Lo miré raro mientras buscaba la taza para su pedido.
-Y Stimpy lo botó en la noche.
Reí sirviendo el contenido en la taza negra a la vez que se lo pasaba.
-Luego de cerrar ayer iba subiendo las escaleras y me caí. ahora tengo una venda en mi pierna derecha para no desangrarme.
-Si fueras mi hermana, padre te habría regañado por la sangre en las escaleras.- Nos reímos a carcajadas mientras lo veía tomarse su café.- Por cierto, sírveme también un pedazo de torta, ayer cuando vine vi las que tenias y se veían apetitosas.
-Claro. Raquel es mi ángel guardián haciendo esas tortas, si fuera por mi sirvo puro café.- Comenté sirviendo un pedazo de Red Velvet sobre un platillo y se lo di.
Seguimos conversando mientras yo lavaba lo que había ensuciado, cuando la campana sonó.
Anker volteo su mirada a la par mía para observar al chico alto que estaba entrando mientras observaba el lugar.
-Buenos días, bienvenido a Hjemmefkaffe*, ¿En que le puedo servir?- Le dijo cuando se sentó junto a Anker y posicionaba su mochila junto a él en el piso.
Sus ojos inspeccionaron con rapidez el lugar y luego posicionó sus ojos azules sobre los míos, mi cara serena le dió una clara descripción que para el fue suficiente cuando empezó a hablar.
-Quiero por favor un Café Bombón* y dos panecillos de chocolate.- Ordenó luego de haberse quedado mirando el menú entre sus manos por un rato, para ponerlo a un lado y luego verme hacer su pedido.
-Vendré después.- Anker me miró antes de levantarse e irse. Dejándome sola con mi cliente.
- No pareces de por aquí, tu acento inglés no proviene del Danés. ¿De dónde eres?- Le di una mirada rápida mientras le servía el trozo de torta frente a el.
-Suecia, me mudé a Dinamarca hace unas semanas.- Respondió distraído mientras comía su torta.
Un sonido de haberlo escuchado salió de mi boca. No tardé en tener listo su café cuando un grupo de amigos habituales a esta hora, pasaron por la puerta mientras reían. Le di una sonrisa al cliente frente a mi y fui a atender al grupo de clientes que había llegado.
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Mi mirada pasaba de vez en cuando del reloj que estaba sobre la puerta al cliente de la mañana, quien estaba sentado en una de las mesas mas alejadas de la entrada, siendo casi invisible. Había trascurrido casi todo el día, Anker había venido en la hora de la comida a ayudarme un rato mientras yo comía rápido bajo el mostrador, viéndolo caminar de un lado a otro.
No estaba cansada, para nada, solo se me hacia raro que el chico siendo nuevo en el país se quedara todo un día instalado en una cafetería mientras gastaba su dinero en cafés, tortas y malteadas. Si fuera el ya estaría vomitando de tanta cafeína y azúcar.
Por favor que no tenga un paro aquí.
Caminé hacia la puerta y volteé el cartel para que dijera cerrado por la parte de afuera, quedaban 4 mesas dentro que los clientes debían desocupar para poder culminar el día. Minutos pasaron y los clientes de tres mesas se levantaron a pagar. Pero aún faltaba el chico del fondo.
Pasé por su mesa luego de haberme dedicado a limpiar las mesas que anteriormente estaban ocupadas. Podía notar la mirada del chico sobre mí minutos antes de haber hecho todo eso. Así que me senté frente a el mientras mantenía su mirada fija en mi.
-Ya está cerrado, pasa por caja para que canceles.- le tendí la factura.
Y se sonrojó.
Me le quedé mirando por un rato, notando su expresión de... ¿Avergonzado?
-Dime por favor que tienes Coronas para pagar.- Me crucé de brazos sobre la mesa.
Hizo contacto visual conmigo antes de decir suavemente:
-No.
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*Moka: Unión de café y chocolate.
*Hjemmef kaffe: Café Casero en Danés
*Café Bombón: Café y leche condensada.
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H E R T Y
Misterio / SuspensoFalso, imaginario, irreal. Verdadero, existente, real. Cada uno decide como son.