Cuando pensamos en el futuro, se nos vienen a la mente acontecimientos de años. ¿Cómo nos veremos a nosotros mismos con nuestras acciones dentro de dos, cinco años? No lo sabemos, nunca lo sabremos. El tiempo y las acciones pueden cambiar en un segundo, de eso no hay duda.
Pero no pensamos en días, horas o minutos. A no ser que sea algo importante ¿No?
Está de mas decir que por mi cabeza pasaban muchas cosas en ese momento y tenia varias ideas o teorías. ¿Se va del país? ¿Tienen una enfermedad terminal? ¿Es fugitivo?
-Siéntate cómoda, ¿Te preparo un té? ¿Café? ¿Agua?- Me miró expectante, quedándose de pie frente a mi, agarraba su mochila con una mano y el periódico que había puesto al lado de ella con otra mano, una fuerza que le ponía los nudillos blancos, sus manos temblaban y su semblante era mas bien paranoico mientras veía todos los lados de la habitación.
-Quiero que tu te sientes.- Señalé la silla junto a mi.- Y te calmes, ¿Te está dando un taque de pánico o ansiedad? ¿Quieres ir al hospital? ¿Qué sucede contigo?- Le miré con la cara arrugada, disgustada mas bien.
¿Por qué se comportaba así?
Detenidamente, sin quitar mi mirada de el, se sentó tembloroso en la silla, dejando con cuidado el periódico sobre la mesa, sin hacer ruido al dejar la mochila a mi lado.
-Supón que tienes que dar una noticia.- Me miró para asegurarse de que lo estaba escuchando.-Una tuya y la otra es de otra persona, ¿Cual elegirías dar primero?- Posó sus brazos, agarrándose ambas manos sobre la mesa.
Me quedé pensando un rato.
-¿Insinúas que tienes una noticia mía?- Pregunté.
Se quedó un rato pensando y luego sonrió como si se hubiese dado cuenta de algo.
-No soy bueno haciendo preguntas capciosas.
Decidí quedarme en silencio hasta que el me dijera algo con significado. Así era , hacia comentarios para luego bajar la cabeza y avergonzarse, se reía de ciertas cosas como si se estuviera dando cuanta luego sobre lo que estaba diciendo. Era torpe al hablar, tenia casi siempre una mirada perdida, como si pensara mucho pero nada a la vez, porque cuando le hablaba seguía con es mirada pero prestaba totalmente atención.
Así como ahora. Al parecer la ventana tenia una buena vista para el, porque cuando sus ojos la captaron, no pudo despegarse de ella. Pero siguió hablando.
-Hace días te pregunté sobre tus padres, me dijiste que habían fallecido.- Se quedó un rato en silencio.- ¿Puedo preguntar como?
Me le quedé mirando, esperando que se diera cuenta que no quería responder. Que podía hacer otra pregunta, disculparse o irse. Cualquier opción.
-Conociéndote, lo cual no hago mucho. Supongo que en una situación normal dirías "accidente", pero no quieres responderme. ¿Por qué?- Habló con un tono neutro, raro en el.
-No veo a que viene eso al tema o lo que sea esto. ¿Por qué no vas al grano sin tanto rodeo?- Me crucé de brazos.
Pareció dudarlo luego de un rato, porque me miró luego de unos segundos.
-Si te vas a ir a Suecia bien, no pierdo nada con es...
-Te mentí ese día. No tengo familia.- Alzó las cejas.
Me quedé pasmada, cerrando automáticamente mi boca para poder dejarlo hablar. ¿Por qué? Bueno, porque acaba de confesar que me había mentido y también por que se notaba que lo que estaba diciendo parecía un tema importante para el.
-Si vivía en Suecia, no soy adoptado, no murieron, no tengo. Simplemente no tengo.- Me miró detenidamente.
Abrí mi boca para decir algo pero de una vez me calló.
-¿El grano de esto? No creo que lo entiendas a la primera, así que déjame contarte todo antes de explicarte todo como es. ¿De acuerdo?
Asentí lentamente mientras me acomodaba mas en la silla. A pesar de que las ventanas estaban cerradas, podía sentir mi cuerpo helado, tuve que meter mis manos entre mis piernas cruzadas para poderlas calentar un poco, por que el frío me estaba empezando a hacer temblar.
-No tiene explicación o siquiera lógica. Así que comenzaré con algo sencillo.- Agarró el periódico entre sus manos.-¿El señor de este periódico te mencionó que estaba leyendo?- Preguntó mientras miraba sus hojas.
-Una noticia de quince niñas asesinadas. Solo me dijo eso.- Suspiré sobando mis manos.
Pareció pensarlo por un momento antes de empezar a hablar de nuevo.
-Quince niñas han sido asesinadas durante los últimos 6 años. Se cree que es un asesino en serie porque no deja rastro, solo unas cuantas pistas, el método es el mismo y las fechas son siempre las mismas. Los quince de algún mes cualquiera, había sido hallada a cualquier hora una niña, en cualquier localidad de aquí, Dinamarca.- Se quedó un rato mirando el papel entre sus manos sin leerlo.- ¿Por qué crees que no se ha descubierto el asesino?
Su pregunta me dejó un poco pensativa, ¿Será algo capcioso? ¿Por qué me pregunta eso? No di tantas vueltas a esas preguntas y traté de pensar una respuesta.
-¿Alguna banda de asesinos?- Arrugué mi expresión ya que luego de escucharme no estaba muy segura de mi respuesta.
-¿Y si no fuera eso?- Tamborileó sus dedos sobre a mesa, con la vista puesta en el papel.
-¿Asesino perfeccionador? ¿Psicópata? ¿Pedófilo? ¿Cazarecompensas? No lo se, ¿No te pedí que fueras al grano?- Le miré mal.
Así que precedió a poner frente a mi la dichosa noticia. El primer vistazo que di, fue a las imágenes que se presentaban en la primera plana. Todas las niñas aparecieron frente a mi, niñas jóvenes con un futuro por delante, claro está.
"UNA MAS, DECIMOQUINTA NIÑA ENCONTRADA"
Luego de haber leído detenidamente la noticia, le miré. Sorpresa para mi fue ver como Herty se estaba limpiando una pequeña lagrima mientras miraba el techo. Me preocupé.
-¿Estás vinculado con alguna de ellas?- Pregunté dejando lentamente el periódico sobre la mesa.
-Se podría decir que si, ¿Puedes darme algo de agua? Por favor.- Apretó mi mano para secarse del todo las lagrimas.
Me levanté de un salto y fui rápidamente al refrigerador mientras le escuchaba hablar.
-Aina Hapwell. Mi...Mi hermana si se puede decir así.- Sorbió su nariz y siguió.- Tiene 12 años, cabello claro, ojos oscuros, un poco bronceada por sus vacaciones en la playa, le encanta el mar.-Rió.
Me acerqué con el vaso de agua fría, sentándome le puse enfrente notando su voz rota tratando de romperse en llanto. No me miraba, tal vez para que no lo viera llorar o algo por el estilo. Mi garganta se cerró por un momento luego de haber escuchado eso, uno ve ese tipo de noticia y piensa en la cantidad de familias rotas.
-Estaba durmiendo cuando escuché el grito de...- Se quedó pensando.- Mamá, Aina no estaba en su cuarto ni en ninguna parte de la casa. Salimos a buscarla por las calles cercanas, casas de amigas, direcciones que ella se sabia, casa de abuelos... Cualquier lugar. Buscamos y llamamos en todos los sitios posibles. Tienen que pasar 24 horas para poder denunciar la desaparición, así que no desaprovechamos ni un minuto.
-Yo, lo siento mucho...- Le decía sobando su espalda. No podía imaginar que clase de dolor estaba sintiendo, me sentía muy mal por el.
-Como puedes ver, nunca la encontramos.
Me levanté rápidamente y fui a buscar unos pañuelos para el, ya que parecía una cascada de lágrimas. Los puse en la mesa y me quedé callada viéndolo secar su rostro. No supe que otra cosa decir, pues nunca me había visto ante una situación como esta, así que solo me dediqué a escucharlo detenidamente y para cuando terminara de desahogarse, ofrecerle mi hombro para que pueda llorar, un abrazo y un té para que se pudiera sentir mas calmado.
Pero no previne que probablemente iba a ser yo la que necesitaría todo eso para lo que escucharía a continuación.
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H E R T Y
Bí ẩn / Giật gânFalso, imaginario, irreal. Verdadero, existente, real. Cada uno decide como son.