Flechazo de amor |Jelsa| |TERMINADA|

|E P Í L O G O|

ELSA

Desde pequeña, siempre soñaba con que un príncipe vendría a rescatarme de mi castillo, de ese castillo donde pasé años añorando el amor de mis padres sin saber que siempre tuve el cariño de uno, de mi verdadero padre. Porque Edward Arendelle jamás lo fue... No se cómo no pude darme cuenta.

Hoy, después de seís meses, es el día en que damos un nuevo paso hacia el futuro. El comienzo de una nueva vida tras vivir en una constante oscuridad. Por fin, y eso que me costaba encontrar esperanzas por mas que lo soñaba, hoy por fin podré decir que realmente soy una mujer feliz.

Me miré en el espejo y no pude evitar soltar una sonrisa mientras aguantaba las ganas de llorar de la emoción. Me sentía hermosa. Emma me había peinado mientras Mérida me maquillaba haciendo ambas un gran trabajo. Era algo sencillo, de mi agrado, y eso que no soy de maquillarme.

Esperaba que a Jack le guste, al igual que el vestido.

¡El vestido! Este si era el vestido de mis sueños. Ajustado hasta las caderas y suelto para abajo como una princesa, con pequeñas flores y encaje en la falda. Nunca pensé que me enamoraría de un vestido de novia hasta que lo vi. Era simplemente hermoso.

Mientras me miraba en el espejo, no pude evitar dar una pequeña sonrisa al pensar en todo lo que tenia: desde las pequeñas cosas hasta la familia que estoy formando. La familia que siempre quise tener, y ahora gracias a Jack, que impidió que regresara con los que decían ser mi familia y me rescató de esa prisión, es que puedo vivir en libertad...

Entonces mi sonrisa se apaga al recordar a Anna. Sí, durante estos meses he hablado con ella por llamadas o videollamadas (que Jack me enseñó cómo era eso) y aunque sé que está con el señor Kristoff, no puedo evitar preocuparme por ella, sobretodo porque no me he comunicado con ella desde hace tres días.

Me hubiera gustado poder decirle que hoy me casaría...

—Te ves muy hermosa, mi niña —la voz llena de ternura de Sarah-la señora que más que una ama de llaves, es parte de la familia- me hizo darle la espalda al espejo para mirarla.

Sonreí con cierta timidez cuando se acercó para abrazarme con esa dulzura que solo ella poseía.

—¿Crees que a Jack le guste? —pregunté con ilusión al momento de separarnos.

—Claro que si, ¿cómo preguntas eso? —soltó una pequeña risa y al parecer recordó algo, porque esa sonrisa se transformó en una mueca—. El Sr. Thomas cree que el pequeño Jason es un avión con el que puede jugar.

No puedo evitar soltar una risa de solo imaginarme la escena. A papá le encantaba hacer reír a su nieto, por lo que, junto a Jack, a menudo hacian juegos solo para entretenerlo. Me enternecían, pero a pesar se eso, me preocupaba que mi bebé saliera lastimado.

—Adora a su nieto, Sarah —le recuerdo, sonriendo al ver como un sonrisita quiere aparecer en su rostro—. ¿Por qué no le das una oportunidad? Es un hombre bueno...

—¡Ay, niña! ¿Pero qué dices? —interrumpe con un sonrojo en sus mejillas. Sacude la cabeza, negando como respuesta—. No es correcto.

—¿Por qué? —no puedo evitar preguntar mientras recuerdo como, desde hace dos meses, mi padre comenzó a conquistar a Sarah a base de elogios y pésimos chistes. Junto a Jack, cuando nos enteramos, nos reíamos al ver como la mujer se apartaba de él completamente roja por alguna bobada que mi padre soltaba.

—E-Es el padre de mi jefa —dijo como si eso explicara todo. Fruncí el ceño mientras ella continuaba—. Se supone que debes gritarme que me aparte, que jamás estaré con él y luego de eso... No. No, no puedes despedirme, ¿qué harías sin mi?