🌹EL JARDÍN Y SUS CRIATURAS 🌻

2 0 0
                                    

Capítulo 2

Stephanie bajó cada escalón buscando el enchufe de luz para poder observar que había en el "sótano" donde nunca antes había estado. Fue tan grande su sorpresa cuando los focos comenzaron a prenderse por arte de magia mostrando una habitación vacía con telarañas, y en seguida apareció un columpio, pero no era un columpio ordinario como el que se acostumbra ver en los parques,pues aquél mostraba ser distinto al ser sujetado por vías de tren que estaban en el techo, a demás de tener cuerdas de metal tenía la forma de una pequeña silla con un cinturón de seguridad.

- ¡Mira que maravilla!- decía mientras tomaba asiento.

En ese momento las luces se apagaron, Stephanie no podía quitarse el cinturón, el columpio comenzó a moverse y su miedo aumentaba cada vez más. En el transcurso del viaje se habían hecho pequeñas paradas en la cual ella debía responder algunas preguntas  en diez segundos, pues aquél cuestionario bajaba rápidamente  desde las vías del columpio, por la tardanza que llevaba Stephanie al llegar al mundo mágico.

Lo que respondió fue:

Nombre completo:
Stephanie Valdés Caballero

Fecha de cumpleaños:
11 Noviembre

Edad:
17 años

Ciudad de origen:
Córdoba, Veracruz.

Padres:
Joan Valdés
María Caballero

Cosas que más te gustan:

-¿Cosas que más me gustan?.- Preguntó nerviosa-. No sé qué es lo que me gusta, pero en estos momentos desearía chocolates y caramelos! ¡¡¡Muchos chocolates!!!

El columpio dió vários giros como remolino hasta llegar a una puerta sin candado y al abrirla observó un día soleado mientras en su cabeza no podía comprender lo que estaba pasando. Ella estaba junto a muchas personas que esperaban el regresó de sus familiares en una estación de trenes. Nunca se imaginó que se encontraría con el misterioso tren mágico que había escuchado durante mucho tiempo, se sorprendió al ver como los pasajeros le aventaban miles de chocolates y caramelos muy sonrientes por la ventana.

- ¡Que amables son aquí! - exclamó con una sonrisa.


Después siguió el horizonte donde habían grandes árboles que mostraban un camino largo, pero eso no fue problema para Stephanie, ella quería saber que había en aquél lugar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después siguió el horizonte donde habían grandes árboles que mostraban un camino largo, pero eso no fue problema para Stephanie, ella quería saber que había en aquél lugar.

- ¡Debí quedarme en las escaleras!.- Se reprochaba -. Ahora estoy pérdida y no se en qué lugar estoy.

Pobre criatura, su madre solía decir "La curiosidad mató al gato" y esta vez se le ha olvidado por completo todo lo aprendido. Si algo se le había borrado de su mente era la canción que su padre cantaba todas las noches. Para su buena suerte un búho cantor comenzó a cantar la segunda estrofa que decía: LAS PERSONAS TE DARÁN, LAS COSAS QUE MÁS TE GUSTAN, ESTARÁS PÉRDIDA EN LOS ARBUSTOS, EN REALIDAD ES EL JARDÍN MÁGICO.

- ¡Eso es!.- Exclamó con la esperanza de solucionar su problema-. Debo buscar al señor Burton. De seguro el me ayudará.

-¿A dónde va señorita Valdés?- se escuchó una voz parecida a un viejito.

-¿Quién es usted? ¿Cómo sabe mi nombre?- preguntó asustada.

-Mi nombre es Elof.

Elof era el búho más viejo de Allegreland que acostumbraba estar solo en los árboles alejado de su especie. Él se hizo presente y cuando eso sucedió Stephanie comenzó a gritar del susto; pues nunca en su vida había visto animales parlantes.

- ¡Que disparate!.- Comentó -. Los animales no hablan.

-En Allegreland si!

-¿Estoy en Allegreland?- preguntó tratándose de acordar.

-¿Qué usted no miró en la entrada un árbol con una placa que decía el nombre de este lugar?

-Por un momento creí que Allegreland se encontraba en el castillo.

-¡Tonterías chiquilla! El jardín es el centro más importante de esta tierra feliz.

En ese instante Elof se marchó dejándola totalmente sola y confundida en un jardín que más bien parecía un bosque. Stephanie comenzó a correr en busca de encontrar al señor Burton, pero en el camino tuvo algunas dificultades debido a las flores que estorbaban, con su manos empezó arrancar una por una haciendo un ramo, pero al ver unos hermosos girasoles no se pudo resistir.

Mientras ella continuaba arrancando flores, un polvo amarillo se hacía presente formando el cuerpo de una hermosa mujer con rostro de ángel, cabellos dorados que se movían lentamente a pesar del aire y su vestido estaba completo de girasoles brillantes.

-Todo ciudadano sabe que es prohibido lastimar las plantas del jardín mágico- dijo aquella mujer.

- Yo... Estoy tan avergonzada, no sabía que estaba prohibido- dijo nerviosa.

- Mi nombre es Heliana, Protectora de los girasoles. No quiero verte de nuevo lastimando una de mis hijas.

Después de lo sucedió la mujer desapareció dejando a la joven aterrorizada de volver a causar algo peor en el jardín. Pasaron 30 minutos cuando ella por fin encontró la casa del señor Burton protegida con un portón cerrado.

¿Qué era lo que pasaría? ¿Debería esperar algo milagroso?

Mientras ella se ponía nerviosa, un cuervo de ojos rojos que cargaba su nombre " Darius"  en una placa metálica, observó desde lo alto de un árbol cada movimiento que la joven había hecho desde su llegada, y al verla tan desesperada le dijo con su voz quebrada:

- Yo puedo ayudar. Si usted me lo permite.

Darius comenzó abrir el portón con la punta de su pico mientras ella le daba las gracias y en un par de segundos aquél había desaparecido. Cuando pudo entrar se encontró a un hada de nombre Lucy. Nada agradable al parecer.

-¡Largo! ¡Vete! - le exclamaba.

- Disculpe usted, busco al señor Burton. ¿Dónde se encuentra?

Lucy dió un par de carcajadas señalando con su mano izquierda "Está en ese lugar" le decía con sus ojos llenos de maldad.

Aquél lugar era una barranca oscura y húmeda, donde ninguna persona le gustaría visitar, sin duda era el peor que la joven había conocido.

- ¡Auxilio! ¡Auxilio! - gritaba alguien a lo lejos.

Aquella voz se acercaba cada vez más hasta que pudo darse cuenta de quién se trataba, su nombre era Patricio un pato muy inteligente que se había caído por accidente encontrándose con Gregory, el oso "protector" que solía ser agresivo todo el tiempo con las criaturas que lo visitaban sin ningún llamado por la reina.

- ¡Corre chiquilla! ¡CORRE! - exclamaba Patricio cuando vio que Stephanie estaba en shock. Pues ella nunca había visto tal cosa.

Ambos corrieron hasta perderse en los arbustos, y al tranquilizarse se preguntaron ¿Quién eres?. Después de haberse presentado Patricio no podía comprender que tanto estaba haciendo Stephanie en un lugar como ese.

- Sólo buscaba en dónde estaba el señor Burton. Y al parecer nunca lo encontraré.

- Pero el señor Burton está en el patio trasero de su casa, alimentando a los cisnes. Son sus favoritos y más que eso, son como su familia.

Patricio llevó a la joven finalmente a donde estaba Burton.

STEPHANIE EN ALLEGRELAND Donde viven las historias. Descúbrelo ahora