ESTO SE TERMINO POR FIN

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Desperté... más no en el Infierno, ni en el purgatorio, tampoco en el cielo. Ni si quiera como alma errante sobre el panteón de un cementerio. Me encandelillaron unas luces mas no eran celestiales ni infernales. Era la luz tenue de una lampara de hospital, el mareo era insoportable, todo daba vueltas a mi alrededor. Unos deseos de vomitar surgían a cada minuto. Mire hacia la izquierda, en la mesa,  colocada y en sangrentada, la mascará que me acompaño durante todos estos días estaba fuera de mí, trate de tocar mi  rostro con la debilidad más extrema de todas. Toque vendas en toda la cabeza, sentí el respirar de alguien a la derecha. Como pude gire la cabeza, escuchando el  sonido de las maquinas que funcionaban para darme vida. En una silla blanca yacía mi hermana menor. Vi ojeras en sus dulces ojos, también rastros de lagrimas, envuelta en un abrigo, se veía fatal. Sucia, despeinada, parece que no se hubiese movido de allí durante mucho tiempo. Mis párpados pesaban, sentí el ardor de las heridas, entonces abrieron la puerta. 

- Michell vete a comer algo, y bañarte que hueles peor que alguien muerto.    Karina le ordenaba. - No, voy  a esperar a que despierte. - Boba llevas casi dos días asi, no puedes soportarlo tanto, no quiero tener que verte a ti también desmayada haz caso, Diana y yo estaremos pendiente. Afuera esta un amigo tuyo no se como se llama, el se ofreció a estar contigo. 

Ella en su inercia hizo caso, una vez se  levanto y su mano rozo con la camilla, con la poca fuerza tome su muñeca. -No te vayas hermanita, te prometí nunca irme del todo y regrese para volverte a ver.   Escuche el llanto quebrantado de ella, igualmente ocurrió con Karina a quien también adoraba con el alma pero era con la menor con quien había entrelazado con mayor fuerza nuestra hermandad. No me importó el dolor físico que me provocará sus abrazos, los recibí como si fuera una cobija del cielo.  - Nunca te vuelvas a ir.  Me escuchaste grandísimo pendejo y menos así. ¿Sabes cuanto sufrí sin verte? ¿Sin saber que hacer? ¿Donde estuviste todo este tiempo? .  

- Michell ya no le preguntes tanto y deja que responda. Dijo con calma Karina sin dejar de posar su mirada inquisidora porque estaba en el mismo estado de la hermana. 

- Perdón hermanitas, todo fue tan raro y tan imprevisto. Esa noche en la que celebrábamos diciembre, un desorden mental comenzó a traicionarme, no podía soportar tantas injusticias de la vida, incluso hoy. Quince remediarlo todo, así que la única salía era el cuchillo.  Mate muchas personas e incluso trabaje para una organización guerrillera, mate a toda su competencia y traidores políticos, generales, policía, todo lo que fuera de la sociedad. Toda mi fuerza, dinero, todo lo que tengo ahora es producto de la muerte. Siento decepcionarlas con esta confesión, y más aún....... hice silencio.

- ¿Más aún? ... Mira  hermano, no importa lo que hayas hecho y que fue realmente indebido, no voy a odiarte por esto pero si debes pagar esto ante la ley. Dijo en la puerta Diana.

Ella siempre fue fiel a las leyes y no es malo en hacerlo. Pues son estas que se han creado para que la sociedad  se mueva y vivan en convivencia. Si todas las cumplieran no habría delincuentes ni asesinos como yo.  A pesar de todos también me abrazo, seguidamente mi sobrina Sofia entró y fue la que me sofocó con un abrazo. - Lo siento hermano pero debes pagar tus crímenes.  Dijo Diana.  -Noo,  protesto Michell.  - ¿Por qué?, solo mato personas que hacían daño, no me pienso separar de nuevo de él.

Por mas que quisiera darle la razón a Michell, Diana tenía la razón, mis actos solo eran violentos, solo mataba y ya. Nunca recuerdo haber tenido misericordia con nadie. - ¿Luis que paso con él?- 

- Murió. Respondió secamente  mi hermana mayor, me he separado de mi esposo. Ahora esta el funeral de su hermano. Prometio que te metería a la carcel. Reí ante esta noticia. - ¿Qué te genera gracia? pregunto Karina.

- Su arma de fuego no pudo contra mis dagas, cumplí mi misión. Este era mi ultimo asesinato dije.  

Entre dolores me reía de mi triunfo,  pronto las puertas se abrieron, un oficial acompañado con una hermosa policía se acercaba. - Quedas arrestado por asesinato agravado. Mis hermanas trajeron de defenderme pero yo les indique silencio. -Señor oficial acepto todos los cargos pero no pagare mi condena en este mundo, falta una persona a quien debo matar por tanto daño que ha hecho, resulto ser el peor de todo y el mas peligroso. 

Mientras mis palabras los distraía, tome el cable que me conectaba  a las maquinas de respiración que por el momento me ayudaban, trataron de volver a conectarlo pero con al fuerza que quedaba rechace a todas mis hermanas con una pierna y aprovechando un vaso de agua que estaba en la mesita de al lado la tire contra las maquinas, generando un corto circuito. sentí por fin la dulce muerte. Cuando descendió el humo, la respiración mía disminuyó un dolor de muerte se aproximaba. Se acerco Michell: - ¿Por qué lo hiciste? empezó a llorar. 

Respondí seguro de lo que hasta ese momento hice: - No soy la mitad del hermano que fui, provoque gran daño a todos, lo siento pero este mundo será mejor cuando yo no este.   El viento frío toco mi piel, deje de escuchar sus reclamos, en la poca fuerza que me quedaba le dije: - Se feliz, casate, escribe mas libros, ama, vence los obstáculos como ya lo has hecho, has aprendido demasiado y ya no me necesitas, se feliz. Después de unos minutos puede llegar  a mi final. 



FIN

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⏰ Última actualización: Oct 03, 2019 ⏰

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