LEYENDAS EN LA SOMBRA

CAPITULO 9 "HAY MAS DE UN PSICOPATA"

Los seres humanos somos patéticos cuando nos lo proponemos,  tal vez nosotros los asesinos en serie busquemos dar a entender lo locos que son todos, creyendo ser el todo del mundo. Mientras corría para ayudar a la chica pasaba por mi mente estas ideas. Mientras yo mataba para defender al alguien, los otros mataban porque no quisieron ser parte de ellos. Como si las cadenas de la esclavitud estuviesen invisibles.  Llegue, mientras escuchaba las gritos de horror de la chica,  al parecer su sufrimiento seria mayor al de su compañero y creo que sonare algo machista pero, esto pasará por ser mujer.  Y la violencia desgarra lo peor del ser humano, más en los hombres que  se convierten en unos seres sedientos de sexo.  Siempre me llamaron idiota, anticuado, raro por querer amar antes de follar. Digámoslo así, fue lo que hizo que mi única amada me dejará. No quiero generalizar, eso jamás. Solo especificar que los actos normales del humano para mi es lo que nunca he hecho. 

Me aleje de estos pensamientos tan deprimentes y seguí  en la intención de ayudar a la chica. El hombre de una tez mas bien morena y de contexto grueso estaba sobre ella, ahorcándola.  Las palabras eran hirientes: - Perra,  desertora,  tenemos ordenes de acabar con la vida de los lamebotas del gobierno que desean escapar, en este momento te castigare. Sin pensarlo me arroje contra el propinándole una puñalada en la espalda. Este e incorporó gritando y giro dándome un puñetazo en el rostro. El cual sentí que me arrojaba al suelo untándome del lodo que había sido mojado por la lluvia.  El hombre era realmente grande, un adversario no fácil de vencer, yo solo era un loco llevado por su demencia pero no mas. El tenia su entrenamiento militar y su crueldad que para la sorpresa mia estaba en su razón completa.  - ¿Crees que puedes vencerme con eso hombresito? , dijo con voz ronca.  - Sabed que, tengo mil heridas de batallas y esta puñalada no es nada. En cambio...

Saca un machete de cabo blanco que arroja contra mi humanidad, aquí fue donde sentí el verdadero miedo. El machete rozaba contra mi en incluso me abrir pequeñas heridas. - Eres bueno para esquivar, vendría bien un hombre como tu en nuestras filas, capaz de matar sin ninguna razón.  - No lo haré, primero te matare a ti.  Lance una patada pero este me la detuvo en el aire propinándome un rodillazo que me dejo sin aire. El hombre se reía mientras veía borroso,  no se porque no acabo con mi vida en ese momento. Vi que empezó a caminar hacia la chica que aun estaba en el suelo por los golpes recibidos. - ¿Creíste que abusaría de ella? , vi lo que hiciste con mi compañero eso es lo que hace un asesino adiestrado.  Esta chica no es de mi gusto pero es una traidora,  y merece el fin de los traidores. 

El golpe que me propino era realmente fuerte no  podía pararme y hacer algo, pero de todos modos lo hice solo que no pude llegar pues otras manos me sostuvieron dándome puños y patadas, el refuerzo del hombre había llegado. En mi visión borrosa solo pude ver como el hombre introducía el machete afilado en el estomago del joven la cual murió desangrandose y mirándome con la desesperación de no querer morir.  

Tres horas después...

Mi visión se incorporaba, lo veía todo borroso y la cabeza me dolía. Desperté en un sucio cuarto atado de manos  y de pies sentado en un asiento de madera. Levante el rostros, una mujer de cabellos negros acompañado de un hombre calvo me esperaban de pie.  - Hola, mi nombre es Julio y ella Martha. Eres el psicópata que necesitábamos.

La mujer fue la que hablo, una voz delgada pero que inspiraba respeto.

-Supimos que mataste aún integrante de la policía. Es decir no respetas las leyes al iguale que nosotros.

Nos se cómo fue pero por un momento quede dormido de nuevo sin dejar de pensar que es lo que sigue en este camino tan extraño el mío.