CAPITULO 3 "EL MANICOMIO"

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Fui llevado a juicio, la situación era grave, el policía murió pues el golpe era en su cuello. En mi aparente normalidad contemplaba en la sala la presencia de Michell, Diana y Karina pero no veia  a Sara. Esto me genero melancolía.

El caso contra Julian entra en sección. Señor fiscal cuales son las acusaciones.- Su señoria este hombre apuñalo a sangre fría al señor policía Sebastian padre de dos hijos y  casado con su esposa. Es un peligro para la sociedad pero antes que indemnice a la señora Maria. Mis hermanas, y el abogado apelaban dichas acusaciones, de pronto entre el bullicio, entre la multitud, vi parado de nuevo aquella imagen que me atormentaba. No se si era mi mente o un ente maligno. No lo se, pero era desesperante.

- Callense todos, señoria. En ciérreme en el calabozo mas profundo, no estoy seguro ese sujeto que esta allá no me deja en paz, y sino me aseguran juro que lo matare. 

El señor juez a terrado pregunta: - ¿A quien se refiere joven?

- El de la máscara. ¿Nadie lo ve? mírenlo parado, inexpresivo. - Hermanito allí no hay nadie. Calmate. - Es obvio que se quiere burlar de mi. Sino quieren que lo mate, asegureme. 

Me levante y corrí hacia el guardia mas cercano y trate de arrebatarle el arma. Todos se lanzaron contra mi pero fui capaz de extraerla y dispare contra mi enemigo. En ese momento, recobre la razón y el disparo le dio en el hombro al fiscal que llevaba el caso del policía asesinado. Los gritos de horror, ya no veía a unas hermanas defendiéndome sino aterrorizadas. Diana salió  sin decir más. Vi en los ojos de Michell decepción y temor. Karina grito:- Eres una bestia.

El juez no tuvo mas decisión que sentenciarme a ser condenado. Mi abogado en su sucio trabajo quiso atenuar las cosas y mencionó tener un problema psiquiatrico, la moción fue aceptada y sin más fue enviado al manicomio de Filandia, pero fui recluido  en la celda mas profunda atado con cadenas, cuerdas, y camisas que utilizan los locos. Ya era uno de ellos pero fue clasificado de alta peligrosidad. Que de allí, a merced de la oscuridad, de mis pensamientos que confundía las sombras con figuras demoniacas. Cada minuto era peor,  escuchaba mi propia voz que se distorsionaba al mismo nivel que mi razón. Pronto tocaron la puerta, una voz de afuera se escucho.

- Julian, soy Sara. Solo quería decirte que hasta aquí llegamos juntos, estas loco y necesitas ayuda.  Lo siento pero juntos no estaremos. Arrojo el anillo que le había regalado por una rejilla, el cual llegó a mí. Lo tome y comencé a llorar, la escénica de ella se alejo, quede en la completa soledad. Mi amor se fue y  mis hermanas no estaban cerca, llore como nunca, y puse ese anillo en mi indice derecho. Dormi en el piso, dejando ser consumido por las sombras que me rodeaban, no se cuanto tiempo paso pero abrieron la puerta. Me tomaron entre cuatro y me pusieron en un a silla de rueda donde estaba amarrado. Me condujeron al patio, allí estaba Michell sentada esperándome. Al verla, sonreí,  mi hermanita no me abandono.

Me pusieron enfrente de ella y ella estaba sentada en banca allí puesta: -Hermano. ¿Qué te pasa? cuentame tu puedes confiar en mi. 

- Hermanita te juro que no quise hacer eso, te lo juro. Hay un hombre que actúa  igual que yo, tiene mi mascará y el traje que me regalaron. 

- Hermanito,  eso lo tengo yo. Miralos, no hay nadie mas que yo, tomalo para que nos recuerdes, vamos hacer lo que sea para ayudarte, no estas solo... tranquilizate y veras que todo será mejor. Sara ha venido por acá.

- Si, me dejo el anillo. Parece que no le ofrecí suficiente amor.

El guardia nos interrumpió.  Y me condujo hacia mi propia  oscuridad pero esta  vez, me pondría mi mascara y mi traje para no sentirme tan vulnerable. 


DIRECCIÓN DE PSIQUIATRIA.

- Señorita Michell, su hermano tiene un desorden psiquiatrico severo, afirma decir que alguien lo persigue pero  nunca vemos a nadie. Su nivel de agresividad depende del cariño que ustedes le den.

- Doctor, ¿Se podrá curar?

- Claro que sí. Pero es lento, debemos tenerlo un mes y ver su evolución. Si mejora podrá irse pero no puede estar solo, tiene que vivir con alguien.

- Entiendo.

UN MES DESPUES

La mascará me la puse y el traje, solo me los quitaba para dormir, el buen ambiente y el cariño de los enfermeros y enfermeras lograban generar efectos en mi. Ya no volví ver esa ilusión desesperante, volvía a mis momentos lucidos. Contaba cuentos de los que recordaba, me volví muy amigo de la enfermera encargada de llevarme los medicamento.  Me llegó una notificación que en una semana podría irme pero que viviría con una  de mis hermanas para tratar de sanar esta mente desordenada. Estaba realmente feliz, la libertad es mas apreciable cuando has sido condenado al hueco. Los días pasaron, y solo falta 10 horas para salir, la enfermera se me acerco y me dijo: - Señor Corey (Indique que me dijeran así por la mascará) Ya es hora de irse. Vi en su voz alegría pero sus ojos ocultaban algo. Como podría dejarlo así, durante días tuvo que aguantar a un loco de este nivel. Tendría que devolverle el favor así sea escuchandola. 

-Señorita bonita. ¿Por qué estas pensativa?

Ella era una mujer de 29 año, rubia, ojos claros, cabello largo  y un cuerpo delgado, no era muy bonita pero para mi todas son hermosas. - Señor Corey, tu eres un lector de mentes muy hábil. Pues ya que, ya no lo volveré a ver. Que más da.

- Corey el  dolor y el sufrimiento se disfrazan a veces de amor. Estoy casada con el  que creí ser el mejor hombre del mundo pero a su tiempo mostró su verdadero ser. Estoy tranquila acá porque con los únicos que no me cela es con los enfermos psiquiatricos.

- ¿Celos? no me digas. Dije con asombro.

- Si mi Corey. Y que fuera solo celos, el muy animal me grita, me estruja, el sueldo se lo queda él. Solo deja lo mas básico y barato del mundo. Tengo un hermoso hijo y una hija, el me ha amenazado de que si lo dejo los mata a ello. La verdad, él lo  haría y no soportaría algo así. Entonces tengo que tener paciencia por mis hijos. 

- ¿Cómo se llama? dije intrigado. - El se llama Carlos Salomón Correa. - ¿Qué te hizo amarlo? ella se rasca la cabeza. - Tonterias por literales tonterias,  El hombre su disfrazar muy bien sus intenciones. Todos el primer  día de cita son príncipes azules pero una vez pasa el tiempo se convierten en nuestros monstruos. Eso paso con él. 

Sin que ella se diera cuenta, marque el nombre de el hombre con lapiz que tenia cerca en mi brazo, después ella me condujo en  el que me entregaría a mi familia. 

LEYENDAS EN LA SOMBRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora