7_ Mantita

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En la casa Couffaine.

Luka perdió su mantita amada que tenía desde que recordaba y estaba hurgando entre las cosas de su hermana mientras ella no estaba.

Seguro que era obra de Juleka por grabar en audio cuando entro al baño a hacer sus necesidades.

Abrió uno de los cajones de su hermana y se puso a sacar cosas.

-Mano de mono, libro de brujerías, navaja del ejército, cráneo humano, velas negras, un muñeco con apariencia mía con una aguja clavada en la parte del hombro donde me duele, una botella con el dibujo de un cráneo, una foto con el autógrafo de Rose, una muñeca que parece seguirte con la mirada, una cajita misteriosa... ¡Ah! No encuentro nada raro.

Se quejó mientras volvía a guardar las cosas que sacó.

¿Dónde podía estar su mantita?

Miró hacía un lugar donde tenía absolutamente prohibido tocar... donde Juleka guarda su ropa interior.

Seguro que la escondió en ése lugar por que creyó que él no se atrevería a buscar, pero ella no contaba con que él contaba que ella creía que no revisaria en ése lugar así que lo haría.

Se acercó al lugar prohibido, abrió el cajón y...

-¡Que caramelos haces, marinero!

La voz de una desconcertada Anarka se oyó y Luka volteó para ver como su madre traía la ropa seca.

-Yo... puedo explicarlo.

Habló con miedo, habiendo olvidado que su madre estaba en casa.

Su madre era comprensible y cariñosa, así que le dejaría explicar el malentendi...

-¡Me vale! ¡Se me va a limpiar el baño como castigo! ¡Siscon!- gritó la mujer con enojó.

-¡No soy un...

-¡Al baño y no me responda! ¡Mocoso!

Gritó la mujer mientras sacaba una chancla de su bolsillo.

Luka, sintiendo el verdadero terror, agachó la mirada y fue a limpiar el baño.

¡Todo era culpa de Juleka!
.

.
En la habitación de Rose.

Las chicas se reunían antes de salir y Juleka vio algo que le llamó la atención.

-Em... Rose... ¿ésa es la mantita de Luka?- preguntó la gótica.

Todas las chicas, la miraron en shock.

¿Luka tenía una mantita?

-¿Sí? Tu madre me la dio por que ¡me encaaaaanta el rosa!

Explicó siempre tan alegré Rose mientras Juleka sólo asentía.

No le diría nada a Luka o seguiría usando ésa mantita de niña hasta después de casarse.

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