¿Somos amigos? [ COMPLETA ✔️]

Un Dios Griego

(Joe)

Tener a Alisson así de cerca me esta volviendo loco, de verdad quiero besarla, con todas mis ganas, pero no quiero presionarla a nada, ella dijo que empezaríamos de cero y creo que ¿Somos amigos? O algo así no lo tengo muy en claro aún.

No la había visto en toda la semana, el campeonato nos tiene muy ocupados.

La foto que subí hace días fué una locura, muchas chicas se acercaban a preguntarme si ella era mi novia, incluso varios chicos del instituto también lo hicieron.

Al parecer era toda una revolución que Joe Henderson subiera una foto con una chica, ya que nunca lo había hecho.

En estos momentos estamos en casa de Jake jugando, yo nunca nunca.

Tengo a Alisson frente a mi, con su mirada clavada en la mía, puedo ver sus perfectos labios rosados y su cabello castaño mojado cayendo al lado de su hermoso rostro.

—¿La vas a besar o no?

El comentario de Dylan me sacó de mis pensamientos, y al parecer a ella también, porque reaccionó.

—¿Me toca a mí? —Preguntó nerviosa desviando la mirada.

—Si, dale.

Todos esperábamos que hablara.

—¡Yo nunca nunca me he enamorado! —Soltó mirándome fijamente.

Me quedé sin aire, porque realmente no, nunca me he enamorado de alguien.

Jake, Lu y Dylan levantaron su vaso tomando un trago.

Alisson tampoco lo levantó, por una parte me sentí aliviado, pero por otra me asusta, porque no se que espera ella de mi, y realmente no quiero cagarla esta vez.

Las otras veces que me acerqué a ella y me dejó entrar, terminaba besando a alguien más para alejar lo que sentía cuando estaba con ella, porque no quería aceptar que era más que sólo atracción.

Pero mirenme ahora, me tiene en la palma de su mano y fácilmente podría enamorarme como un loco.

Terminamos de jugar y nos volvimos a meter a la piscina.

Estaba jugando voleibol con Gregory, Marco, Lu, Jake y Casey.

Alisson estaba sentada en la orilla hablando animadamente con Dylan.

No podía dejar de verla, se veía tan hermosa cuando sonreía, y sin hablar que ese traje de baño le queda demasiado bien.

No es secreto para nadie que siempre me ha parecido que tiene un cuerpo de diosa, y ella lo sabe perfectamente, porque lo muestra muy segura, cosa que me encanta.

Pedí cambio al juego.

—¡Dylan, te toca! —Grité en dirección a éste.

Cuando se quedó sola comencé acercarme a ella, pero de un momento a otro se levantó y se fué hacia dentro de la casa dejandome ahí a medio camino.

Solté una risita.

—Jake, ¿un baño que pueda usar?— Pregunté.

—Entras, caminas derecho y al primer pasillo que veas a la derecha, la primera puerta —Indicó, —¿Y Ali? — Volvió hablar.

Volteé la cabeza hacia todos lados buscando, fingiendo no saber dónde estaba.

—¡No lo se! —Solté con cara extrañada.

—Ha de estar dentro—Habló Lucía.

—Dijo que tenía hambre—Informó Dylan.

Siguieron en su juego y yo me dirigí a buscarla.