Celos tiernos (quizá no tan tiernos)

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Taeyong odia que Yuta hable todo el día de su nuevo compañero llamado Dong Si Cheng

Yuta odia que Taeyong tenga de amigo a ese chico cual nombre es difícil pronunciar.

Taeyong se ha peleado con Yuta y Yuta se ha peleado con Taeyong.

"¿Qué tan importante es ese tailandés para tí, Lee Taeyong? Seguramente te importa más ese estúpido que yo"

Esa fue la gota que rebalsó el vaso.

La personalidad de Taeyong es fría, así siempre fue.

Pero Yuta lo cambió, vaya, eso pensaba hasta el día de hoy.

Taeyong nunca trató de manera tan insensible a Yuta como lo hizo el día de hoy.

"¿En serio piensas que alguien es más importante que tú en mi vida? ¿Eres estúpido o qué mierda?"

"Eres realmente un idiota"

"Que poco inteligente eres"

La pequeña casa que se habían comprado estaba siendo el lugar de la discusión más fuerte que ha tenido la pareja.

-¡¿Y tú qué tanto haces con ese chico nuevo que tanto hablas de él?!

-¡Es sólo un amigo pedazo de estúpido!

-Claro, un amigo. Ni tú te la crees.

-Eres un completo idiota.

-Si tan idiota te parezco ¿porqué no te vas a vivir otra vez con tus padres? Total eres un cheto de mierda.

Yuta se quedó sorprendido, su corazón había tronado y él lo sintió.

-¿Sabes qué? Creo que en serio estaba mejor con mis padres. —Yuta hablaba con un nudo en la garganta y con los ojos cristalizados. Y a pesar de eso, Taeyong no titubió.

-Bueno, vete, a ver cuánto aguantas sin mí. —Taeyong se cruzó de brazos.

¿Cómo puede ser que una escena de celos tiernos del mayor haya terminado en eso?

Yuta agarró su mochila y puso la mayoría de su ropa en ella. Se la colgó con furia en su hombro y se dirigió a la puerta.

Yuta quería verse fuerte ante Taeyong.

Cuando salió empezó a llorar, para colmo estaba lloviendo muy fuerte.

Como si hubiera regresado un año atrás, Yuta se dirigía a su antigua casa.

Sus padres tenían razón finalmente.

"Las parejas homosexuales nunca duran para siempre, solamente las heterosexuales son para toda la vida."

Yuta se paró frente el rejado de la casa. Y aplaudió.

Las luces se prendieron, el primero en salir fue su padre, acompañado de la madre.

-¿Vuelves arrastrándote, hijo? —el padre abrió su paraguas y se paró al frente de su hijo.

-¿Puedo quedarme a dormir aquí?

-Vaya, encima no vas a volver. —respondía la madre.— no vas a pisar dentro de esta casa si no es para quedarte a vivir Y separarte de ese chico mala influencia.

-Taeyong es el amor de mi vida.

-Y si tanto es el amor de tu vida ¿Porqué estás aquí ahora mismo? —volvía a responder la madre.

-Las parejas discuten algunas veces, ustedes más que nada deberían saberlo.

-Encima nos cuestionas todo, hijo, mejor quédate ahí paradito porque acá adentro no vas a entrar. —habló el padre.

-Chau, buenas noches. —La madre se despedía de su hijo con malicia.

Cuando sus padres entraron dentro de la casa Yuta golpeó la reja múltiples veces, con enfado e impotencia.

Se dió media vuelta y se sentó en el piso, haciendo la posición fetal mientras las gotas de la lluvia no cesaban.

Al menos la lluvia camuflaba las lágrimas que salían sin intenciones de parar.

Touch | YutaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora