Capítulo 22 "Muelle"

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Pamela POV

Ver a una chica saltar frente a mi como si hubiera visto un fantasma no creí sucedería, pero justo eso pasaba.

La chica parloteaba en español, recordaba el idioma por el tiempo que viví en América, sin embargo el crecer en una isla donde el inglés es el idioma predominante no me ayudó mucho a desarrollar el como hablar la que es mi lengua materna, al menos entendía el español.

— Yo no...

— Tú nada, Valentina — interrumpió en cuanto traté de hablar por primera vez —. ¿Quién crees que eres para venir a detenerme? ¡Nadie!... ¿Cómo supiste que estaba en este lado del muelle? ¿ Por qué vienes de Mallorca y no de Barcelona? Claro, seguro anduviste con Alí Babá por ahí toda la noche, ja es obvio. Ya ni...

— ¿¡Puedes dejarme hablar!? — casi le grito a la histérica mujer.

— ¡No, no quiero! ¡Todo lo que quiero es largarme de aquí! — comienza a jalar su valija pero esta parece atorarse en uno de los zurcos del suelo.

Como la persona amable que soy destrabé su maleta ocasionando que en la última ocasión que haló del objeto ella por la inercia cayera al suelo.

Por un momento creí se había lastimado gracias al grito que dio, sin embargo solo se quedó ahí recostándose en el suelo mirando al cielo como si eso le diera calma a su verborrea, ahora parecía llevarlo al plano mental.

En estos momentos de quietud pude haberle dicho que parecía haberme confundido con algui... esperen ¿ella...

— ¿Tú... dijiste Valentina? — me agacho a un lado de ella para mirarla directamente a los ojos, par que si ponía atención parecía conocer de antes.

— No sabía que usabas lentes de contacto verdes — entrecerró los ojos para mirarme con mejor enfoque debido a que la luz del sol podría lastimarle.

Ella se sentó en el suelo colocando sus piernas para quedar en posición de indio y mirarme fijamente mientras me mantenía en cuclillas a su lado, su rostro reflejada rasgos de querer descubrir algo.

Sus manos tomaron mi rostro sin darme tiempo siquiera a reaccionar, ella acercó mi rostro al suyo para juntar nuestras frente, si que tenía fuerza porque me fur imposible detener su accionar.

— Val, yo... me voy a regresar a Los Angeles, ya no puedo seguir con esto. Tenía la esperanza de lograr que te enamoraras de mi, pero no puedo luchar contra ese enemigo invisible. Ya no puedo tratar de forzar lo menos probable, nunca lograré ganar tu corazón como he querido desde hace años. Si, te amo y no es como amiga, tú eres el amor de mi vida y por eso dejaré de insistir, te daré el divorcio y podrás seguir con tu vida, si es necesario diré que fue mi culpa, yo... solo quiero que seas feliz sin importar que no sea conmigo. Nunca debí tratar que tu felicidad fuera la misma que la mía, nunca lo fue ni lo ha sido. Elijo seguir siendo simplemente Juliana, tu amiga.

Sus palabras me habían dejado en hiato pero el que me diera un breve beso en los labios me había regresado a esa etapa de mi vida en la que me había enamorado de una chica, alguien que aún no olvido, alguien llamada justo como ella.

La castaña tomo su maleta y se encaminó rumbo al muelle donde ya el barco rumbo a mallorca comenzaba a llamar a sus pasajeros.
Los recuerdos afloraron en mi memoria, ella llegando a ofrecerme la mitad de su sándwich en el receso, ella defendiéndome porque me llamaban gata por ser la hija de una criada.

No podía ser ella.

La realidad me golpeó cual avalancha a las faldas de las Torres del Paine unos años atrás, el destino parecía jugarme una broma de muy mal gusto, ella no podía ser Juliana Valdés, esa niña que es mi primer amor y que ahora es la "esposa" de mi recién descubierta hermana gemela. Ahora tiene sentido el que me confundiera con Valentina.

Corrí hacia el muelle pero mi momento de análisis de la situación me había tomado más tiempo del que creía, y eso me hizo perder tiempo, el ferry había zarpado hiéndose así mi oportunidad de aclarar todo.

¿Qué puedo hacer?

Claro, debo encontrar a Valentina. Ahorita no importa el hecho de que me le aparezca y le diga: "Vualá, fijate que existe otra como tú". No, lo que ahorita importa es que mi hermana sepa que su esposa ha subido a un ferry que no debía siquiera circular por las precarias medidas de seguridad, lo habia notado mientras estuve a bordo, Juliana corría peligro.

¿Pero como encontrarla? No sabía...

— Disculpe, usted no... — un chico con gafete se acercó tocando mi hombro para atraer mi atención, sin embargo su expresión era similar a la de Juliana cuando me vio — ¿señorita Valentina? Wow,  ¿cómo llegó tan rápido a este lado del muelle? Hace menos de 5 minutos la ví en el camerino y... ¿tan rápido cambió de ropa?

— ¿Tú... me llevar con... Valentina? — replico con mi español poco fluido.

— ¿Qué? Oh, supongo quiere que la lleve de regreso con el señor Hassan — no sé quien es ese señor Alá pero tal vez me ayude a encontrar a Valentina así que asiento.

El chico me abre la puerta del copiloto de la Jeep y maneja moderadamente llevándome al que parece ser el lugar donde están grabando algo.

— ¡Por favor, sigan buscando a Juliana, tenemos media hora antes de grabar! — un tipo con gorra perifonea a las más de 20 personas a su alrededor.

Camino hacia el hombre para tratar de preguntar donde está Valentina, no tengo nada que perder.

— Valentina, pensé que ya estabas en maquillaje — señala mientras escribe garabatos en una libreta —. ¿Has podido comunicarte con Juliana?

— Quiero...

— Hassan, Juliana sigue sin... ¿¡qué demonios!? — Valentina se queda estática tras verme, es un gran impacto.

La ojiazul me observa demasiado sorprendida como si fuera la primer especie de extraterreste descladificada del Área 51 y eso es curioso si tomamos en cuenta que somos idénticas.

— Wow ¿Dos Valentinas? — el tal Alá no deja de mirarnos a ambas, ni siquiera ha cerrado la boca.

— ¿Qué clase de broma es esta? — mi gemela pregunta nerviosamente —. Admito que el maquillaje y la máscara son muy...

No termina la frase ya que el esfuerzo por (segun ella) quitarme la máscara son infructíferos, todo lo que obtiene son mis quejidos por el apretón que he recibido en la piel de la cara.

— ¡Escúchame! — logro decir tras zafarme de su agarre — Juliana tomar Ferry and go to Maliorca and she will return to Los Angeles.

Explico ya sin importarme si entienden inglés, necesito que ella sepa eso y lo del estado del ferry.

— Solo dame un minuto, estoy tratando de asimilar todo esto... ¿tengo una gemela? ¿cómo demonios conoces a mi Juliana?

— Puedo responder, pero debemos salvar Juliana primero, el ferry no es seguro.

— No, no, no, Juliana no se pudo haber ido, no ahora — Valentina le quita las llaves del Jeep al chico que me trajo y corrió para subir al vehículo mientras arranca el motor —. Hey tú, sube.

Ni tarde ni perezosa obedezco tras darme cuenta que me señaló, tenemos muchos temas que hablar, pero Juliana es primero, siempre será primero.

Juliana POV

Este ferry se mueve mucho, eso no debería suceder, presiento algo va mal y esa tormenta que se ve en el horizonte no es prometedor, no lo es.


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N/A: Yep, nuevo capítulo, si, es el de sábado que por falta de tiempo no pude publicar pero ya aquí está.

Y por cierto, no prometeré una fecha en específica para actualizar, la universidad no me la pone fácil.

Como sea, espero disfruten este capítulo recién salido de este horno llamado cerebro.

Nos leemos próximamente, bye!!!

¿Debería quedarse en Las Vegas? [Fic Juliantina AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora