POV Omnipresente
Las cosas no habían salido tal como lo planeaba, los días transcurrían y a cada segundo sentía que algo le faltaba, o tal vez alguien. Había tenido que seguir su vida aún cuando parecía un fantasma en cualquier lugar donde iba, en el trabajo, en su casa, con amigos y desconocidos. Nada estaba bien, ella no estaba bien.
La había tenido, podrían haber sido felices y justo ahora estarían en una playa europea disfrutando su luna de miel pospuesta por el trabajo de ambas. Sus peleas se enfocarían sobre quien pagaría la cuenta del bar o sobre cual sería su siguiente destino a visitar.
Tal vez en las siguientes semanas, luego de regresar de la luna de miel estarían planeando sobre cual casa comprar y como decorarla. Una querría un estilo rústico con maderas que harían sentir como si su hogar fuera un lugar campirano, incluso se mantendría con ese olor a pino que las haría quererse acurrucar mientras veían alguna de sus series geeks.
La otra optaría por un estilo más pulcro y con colores claros, ventanales desde donde podrían observar el sol ocultarse en el horizonte. Lo decorarían con pequeñas plantas, adoptarían una mascota a la que educarían para que no arrancara las hojas aún cuando lo dejaran solo en el apartamento.
Pero todo era una utopía. Seguía en ese mismo departamente en la esquina de Main Street con vista al tráfico que todo el tiempo había en Los Angeles, su rutina había vuelto a la de semanas atrás, no había obtenido el ascenso y ni siquiera seguía en su antiguo trabajo, ahora estaba en el área administrativa, su vida amorosa había afectado su vida laboral por completo. Se sentía frustrada en cualquier sentido, ya no era esa persona que todos admiraban, ahora todos le tenían lástima, y era obvio, era la protagonista del matrimonio fallido que se creía era una esperanza en este mundo de tanto odio.
El programa que seguiría su luna de miel se había cancelado, la televisora había perdido mucho dinero por ello. Donde quiera que iba era seguida por paparazzis tratando de sacarle la mayor información posible, información que hasta ella quería saber.
Había tratado de hablar con Pamela desde ese día en el hospital pero la respuesta era la misma, por respeto no me diría nada. Eso me estresaba al máximo, ella sabía algo y no me ayudaba a aliviar mi dolor. Pamela era la maldita clave para hallarla y recibir una explicación, pero luego de meses se había resignado.
Dolía pero tenía que aceptar la realidad, Juliana había elegido a Pamela y no a ella. Todo le dolía, desde el momento en que no había tenido el valor de decirle en la cara que elegía a su gemela y hasta que había tenido el descaro de enviarle los papeles del divorcio por paquetería con Pamela como remitente. Aunque trataba de odiar a ambas no podía, una era su hermana y la otra el amor de su vida, ¿por qué odiarlas? Ellas se habían conocido antes, ya tenían un pasado, Valentina se sentía como ese parásito que se había alojado en sus vidas sin propósito alguno y tras cumplir su ciclo ya era desechado. Joder, en verdad eso apestaba.
Sus amigos habían tratado de presentarle personas con intereses en común pero solía compararles con Juliana, ninguna encajaba en el molde que por desgracia buscaba rellenar.
Todos a su alrededor conseguían pareja; Eva la hermana seria y adicta al trabajo ya tenía pareja, llevaba semanas saliendo con Mateo, uno de los altos mandos de NBC, se les veía felices en esa etapa del inicio de su relación. Incluso Sergio, siendo un total hombriego desde siempre, comenzaba a salir muy seguido con un chico que conoció en una de sus salidas. Por otro lado, Lucho seguía siendo muy cercano a su 'prima' y había dejado de molestar, hasta él era feliz.
Y Valentina... bueno, ella solo se derrumbaba cada que veía a una pareja a su alrededor, no quería aceptar su depresiva vida, toda su vida era una rutina, despertar, ir al trabajo, regresar a casa, dormir y al día siguiente repetir.
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¿Debería quedarse en Las Vegas? [Fic Juliantina AU]
FanfictionLas Vegas, dos mejores amigas en una fiesta de negocios, pero no siempre el alcohol es el mejor aliado. No cuando despiertas casada con quien menos te lo esperas pero con quien más lo has deseado en los últimos 10 años. Acuerdan olvidarse de todo pe...