¿Debería quedarse en Las Vegas? [Fic Juliantina AU]

Capítulo 4 "Blue eyes"

Juliana Pov

La sonrisa no se quita de mi rostro mientras manejo a lo largo de la carretera I-15 con rumbo a Los Angeles, la distancia entre Las Vegas y la ciudad donde vivimos ambas no es muy larga, no nos tomará más de 4 horas el viaje. En el transcurso del camino he tenido que soportar el karaoke de las canciones de High School Musical, Camp Rock y Hanna Montana gracias a que Valentina está más contenta de lo normal mientras que yo tengo que fingir que mi estado de ánimo es similar al suyo, cosa totalmente falsa, soy buena actuando.

— Nunca había disfrutado tanto cantar estas canciones — "The Climb" suena en el estéreo —, la noticia de la boda inválida me devolvió el alma al cuerpo, ¿a tí no?

— Ah... si, solo que tengo muchas cosas en la cabeza por eso no te acompaño en tu karaoke improvisado — respondo sin dejar de ver la algo ajetreada carretera.

— A parte de que odias el soundtrack de nuestra adolescencia.

— De tu...

— "... adolescencia, la mía fue de The Beatles, Queen y Elthon John" , ya hasta me lo sé de memoria — la castaña me interrumpe y eso me hace rodar los ojos sin evitar formar una pequeña sonrisa en la comisura de mis labios —. Aún nos siguen preguntando como terminamos siendo amigas si somos tan diferentes.

— Por la ley del Ying Yang, el ser diferentes nos ha hecho complementarnos. Cuando nos conocimos pensé que eras insoportable con tu vestimenta en colores pasteles y tu sonrisa permanente que llegué a creer que tenías un problema  de parálisis facial.

Su risa comienza a inundar la atmósfera dentro del auto y su rostro a ponerse colorado, logrando que se me contagie.

— Y yo creía que eras una amargada que había hecho un pacto con el diablo — se pausa para alcanzar la botella de agua dentro de la guantera —. Con mis amigas no entendíamos que hacías en un colegio tan caro, pero luego demostraste que eres un genio para hablar de cualquier tema y justificaba tu beca.

— Oh si, te salvé el trasero unas cuantas veces — a lo lejos veo un embotellamiento que se acrecienta conforme nos acercamos —, lo que si no entiendo es como terminaste siendo conductora de un noticiero si eras muy mala para exponer.

— Aprendí de la mejor, o sea tú — coloca su mano izquierda sobre mi pierna mientras me mira con ojos brillosos.

"No Valentina, quita esa mano de ahí, quítala antes de que haga algo de lo que me pueda arrepentir."

— ¡Ahhh, amo esa canción! — retira la mano sobre mi muslo para subirle el volumen al estéreo.

Acabo de ser salvada -literal- por "Sálvame" de RBD.

El atascón que momentos antes veía a lo lejos ahora nos ha devorado, el viaje que sería de solo 4 horas se convertirá en uno de 10 horas, de haber previsto esto habríamos optado por irnos por la I-10 que según el GPS está libre de tránsito, el problema aquí es que si retornamos a la desviación para tomar ese tramo carretero no llegaríamos ni a la mitad porque el tanque de combustible quedaría vacio antes de que llegáramos a la más cercana gasolinera.  Todo esto implicaba permanecer en el espacio vital de Valentina por más de 8 horas, lo cual me representa un gran desafío que no me quedaba más que aceptar.

Pasadas más de 5 horas en el atascón provocado por una protesta de los habitantes de un poblado cercano (si, esto no solo pasa en México), la batería de mi teléfono se agota por no haberlo cargado en el hotel y por no haber cogido los cables USB cuando abandonamos la habitación apresuradamente.