No sabes que tan mala persona puedes llegar a ser hasta que el resentimiento llega, después de estar dormitando por mucho tiempo, observando silenciosamente en las sombras, alimentándose en cada ocasión que puede... y golpea a tu puerta.
Escoge ese momento... ese preciso momento en que estás vulnerable, cuando te dan una noticia que quizás no querías escuchar, cuando te enteras de algo que no querías ver... Llega sin avisar y llega pisando fuerte.
Te toca el hombro, con suavidad.
Te acaricia el rostro, haciéndote notar las lágrimas que caen de tus ojos.
Te sonreirá dulcemente y se ofrecerá, en silencio, a consolarte.Es entonces, cuando te tiene aferrada entre sus brazos, cuando sabe que ya has caído en su telaraña especialmente tejida para ti, cuando llegan los susurros.
Cantará celestiales palabras, o eso escucharás.
Tarareará para ti, opciones interesantes.
Narrará posibles futuros, que tú serás capaz de crear.Nada sano, por supuesto. Pero te seducirán sus promesas, y caerás. Porque sabe qué puntos tocar en ti, y cómo hacerlo.
Pero en algún punto, quizás puedas darte cuenta, que cuando miras al espejo, sintiéndonte presa de sus brazos... que solo puedes ver tu reflejo.
Y caerá sobre ti la desgarradora verdad.
Que has sido tú misma, tu propia mente, la que ha pensado tantas cosas atroces y sin piedad.
Nunca sabrás que tan mala persona puedes llegar a ser... hasta que las cosas te golpean directo en la cara.Y ya no sabrás qué hacer.
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Desahogue
RandomHistorias que surjen entre la lluvia, el llanto, la tristeza, la luna, el dolor, la traición... ¿Qué? ¿Falta el amor y la alegría? ...Dejame decirte que son las más jodidas de experimentar