Amore Mio.

Capitulo II (Parte 2)

~Steven~

La habia jodido hasta llegar al nivel maximo. 

Esa puta secretaria me dijo que Naiya me estaba engañando con un compañero de su trabajo. No se que pasaba por mi maldita cabeza cuando decidi creer en las palabras de ella en vez de mi novia. Era claro que solo queria tener sexo conmigo para hacerle daño a ella y lo habia conseguido, me di cuenta cuando la vi parada en el umbral de la habitación con sus ojos llenos de lagrimas y una mano cubriendo su hermosa boca. 

Su boca que conocia muy bien.

No debi haber hecho esto.

No podia quitarme su mirada de odio todo el dolor que habia en ellos, ese dolor que yo mismo cause. Todas las palabras que me dijo cuando intente explicarle todo. 

Cambie tres años de relación por algo que no era nada comparado con ella. Ella no era mi Naiya.

Ahora veo como el auto desaparece de mi vista. No intento seguirla porque se que necesita su tiempo para pensar. Vuelvo a dentro de la casa y cierro la puerta a mis espaldas. Me dejo caer en sillon y apoyo mis codos en mis rodillas, sujetando entre mis manos mi cabeza.

-¿Ya se fue?. -pregunta una aguda voz, que esta abotonando su blusa y los zapatos en una mano.

-Quiero que te largues ahora mismo de esta casa. -digo con odio sacando mi cara de entre mis manos.

-Por favor. No creo que estes asi por esa chica. 

-Esa chica es mucho mejor que tu. No te lo volvere a pedir, andate. -digo parandome y abriendo la puerta.

-Me vas a decir que no disfrutaste lo que acabamos de hacer allá dentro. -dice acercandose a mi y pasando una mano por mi desnudo pecho.

-Ni un poco no eres nada comparada con ella. -digo alejando su mano y su cara cambia a una con enojo, la tomo del codo empujandola fuera y cerrando la puerta en su cara.

Me voy de nuevo a sentarme al sillón.

No se que hare para poder recuperarla.

Acabo de cambiar a mi valioso diamante por una piedra sin valor alguno.

Debo llevar varias cervezas por lo que veo en la mesa de centro. Trate de llamarla varias veces pero todas fueron enviadas directo al buzón de voz y no recuerdo si le mande algún mensaje.

Toma todo de mi levantarme del sofá e ir a buscar mas cervezas a la nevera. Estoy por entrar cuando suena el timbre, lo primero que pienso es en ella. Naiya.

Voy hacia la puerta lo mas rápido que puedo, entre algunos tropiezos. Al abrirla esperaba encontrarme a mi Naiya pero eso queda atrás cuando veo a mi amigo.

-¿Que te paso?. -dice mi mejor amigo apenas entra a la casa. -Luces mal hermano.

-Nada que te importe. -respondo borde.

- Si no te hubiera pasado "nada". -hace comillas con sus dedos. -No tendrías esa cara de borracho que traes.

-Si como digas. -digo desde la cocina, destapo otra cerveza y tomo un sorbo.

-¿Dónde esta Naiya? -pregunta cuando entra en la cocina. El solo nombre provoca que mi corazón me apriete de culpa.

Él junto con Naiya siempre se llevaron bien, podría decir que hasta son mejores amigos. Entre los tres nos conocíamos desde la escuela. Benjamin fue el único que entendió mi extraño carácter, aparte de Naiya.

-Se pelearon. -no pregunta, si no lo esta confirmando. -¿Que fue esta vez?