Al mudarme con mi padre y su esposa, tuve que cumplir con una serie de reglas en la casa y otras frente a parientes y amistades de la familia, pero no me importaba lo que me pidieran, pues, como Shiki-san había dicho, mi madre estaba siendo atendida por los mejores doctores, incluso, de origen extranjero y tenía una habitación muy bonita y privada en un nuevo hospital.
Vivía en una enorme mansión con cientos de cuartos diferentes para diversas cosas, con muchos empleados domésticos que nos atendían a la mínima petición a Ena y a mí, padre generalmente llegaba a casa ya muy entrada la noche y partía muy temprano al día siguiente, así que no era diferente de los años que viví sin él.
A la mesa, siempre estábamos solo Ena y yo para desayunar, comer y cenar.
Ena Orihara, ¿Cómo describirla? Amable, bondadosa, alegre, interesante, cariñosa; aunque siempre que la miraba, parecía muy solitaria en aquella enorme casa, sabía que amaba mucho a mi padre, pero no comprendía porque soportaba tanto su indiferencia, así que, me hice su mejor amigo para no verla tan triste, así como Ren me había dado muchos buenos momentos yo haría que Ena fuera muy feliz también.
Gracias a su intervención, padre no me cambio de escuela, y al terminar mis clases, siempre me recogía sin falta en la entrada, caminábamos por las largas calles, me escuchaba hasta que la garganta se me secaba, comprábamos helado en el parque e íbamos al hospital después, todas las veces que visite a mi madre, Ena me acompañaba, nunca me dejo solo. Cuando estaba libre de deberes escolares, me llevaba con ella a lugares increíbles como enormes bibliotecas o acuarios que parecían el mar sobre mi cabeza, mirábamos TV, películas, tomábamos chocolate caliente cerca de la chimenea por las noches, jugábamos a las escondidas en la mansión junto con el resto de empleados en fin de semana, me ayudaba con los problemas de matemáticas que eran difíciles, solía cocinar especialmente para mí y hacíamos pasteles enormes en la cocina, tocábamos miles de instrumentos musicales y me enseñaba a bailar toda clase de música, hablábamos de fantasmas y marcianos, me contaba cuentos antes de dormir y me relataba cientos de cosas interesantes sobre el universo. Aun cuando no era su hijo... ella siempre me trato como mi madre hizo cuando vivíamos en ese pequeñísimo apartamento. Agradezco por haberla conocido. Ella era mi mamá también.
Era tan feliz, le pediría que viniera con nosotros cuando nos marcháramos, después de todo, aunque a padre no le agradaba, Ena-san se volvió amiga de Shiki-san y de vez en cuando, me dejaba ir al parque solo con él, para platicarle lo que había hecho durante la semana.
YOU ARE READING
Rosez: Past |Shizaya|
FanfictionEl amor de una madre no tiene comparación con nada en el mundo, si fuera posible, me gustaría volver a esos días de infancia, tan preciados para mi solitario corazón, solo quiero volver a los tiempos en que mi madre me canto mi primera nana. *Rosez:...