Capítulo 2

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Aquel día regresaba de clases, al entrar en casa escuche dos voces desconocidas en el cuarto y me dirigí inmediatamente, encontré una pareja sentada a la derecha de mi débil madre, reconocí al hombre en un instante, pues, cuando jugaba con Ren a que éramos famosos arqueólogos, descubrí una foto suya en una caja bajo la cama.

En la foto aquel hombre tenía un rostro serio, una mirada fría, una línea recta por boca, no se parecía en nada a mí, repare en su físico, cabello oscuro lacio, ojos rojos y piel blanca, se parecía a mí, aunque yo no tenía una cara tan amargada.

—Cariño, has llegado temprano—dice mi madre al verme entrar al cuarto—esta pareja es—trata de sonreír para que me sienta cómodo—el matrimonio Orihara, él es tu padre, Kaoru—su voz es dulce—ella es su esposa, Ena.

—Es maravilloso conocerte al fin—la mujer se levanta para sonreírme, su cabello negro es lacio y sus ojos son dulces—eres un chico muy guapo—aunque se siente sincera, retrocedo un poco antes de que su mano me toque. Lo percibe, se detiene.

—Izaya, puedes ir a recoger tus cosas—la gélida voz de mi padre me sorprende, no se percibe nada en sus palabras hacia mí—nos marcharemos cuanto antes.

—¿Qué significa eso? —Observo a mi madre, ese hombre está loco si cree que me iré con él—¿vamos a mudarnos?

—Ella estará internada en el hospital mientras se recupera y tú vendrás a vivir a nuestra casa—responde la mujer suavemente—he hablado con tu director para informarle del cambio de tutor, también prepare una habitación para ti, aunque si no te gusta, podemos redecorarla juntos.

—No quiero—respondo y la mujer me mira sorprendida y algo dolida—yo no voy a separarme de mi madre—corro a su lado, la abrazo al subirme a la cama—no iré con ustedes.

—Querido—la mano de mi madre acaricia mi cabello dulcemente como cuando me pide dormir—está bien, no vamos a separarnos. Papá solo intenta ayudarnos.

—No quiero la ayuda de este señor ahora—trato de parecer fuerte, soy un niño, pero puedo proteger a mamá—apareciendo de pronto, ¡vete! ¡No te necesitamos!

—Izaya—mamá tira de mi ropa para hacerme callar—calmate un poco, querido—ella no puede notarlo, la forma en que el señor me observa, no es como la de los papis de mis compañeros, él me mira con odio. Y eso me aterra.

—¡No! ¡VETE! —el ardor en mi mejilla y el sonido que ha hecho la palma de su mano al impactarme, es terrible.

—Deja de comportarte como un mocoso egoísta—mira a mi madre—¿Cómo has podido criar a un hijo tan rebelde y mimado? —no lo soporto, tengo ganas de llorar, no quiero llorar delante de él.

—Solo está sorprendido—sus dulces manos envuelven mi cara, pareciera que pueden llevarse el dolor con sus suaves dedos—hijo, ve con ellos, por favor, te darán una mejor vida, nunca nada te faltara, volveremos a estar juntos cuando menos te des cuenta—su mirada es suplicante y me rompe el corazón.

—¿Ya no me quieres? —No sé por qué digo eso—ya no me amas ¿es eso? —ciento las lágrimas salir—tu solo quieres abandonarme—salgo de la cama.

Corro lejos de ese lugar, tan rápido como puedo con estas débiles piernas, ¡no necesito un papá como ese! ¡No quiero un papá como él!

Rosez: Past |Shizaya|Where stories live. Discover now