No celebramos mi cumpleaños no porque nadie quisiera, el principal protagonista no lo deseaba, me encerré en mi habitación desde el regreso del funeral, ni siquiera podía comer las delicias que Ena preparaba, incluso mi pastel, permanecía en el refrigerador, todos mis regalos estaban al pie de mi cama sin ser descubiertos, no tenían valor alguno.
Escucho que llaman a mi puerta, Ena entra con una charola de comida, la miro por el reflejo de la ventana.
—Cariño, debes comer un poco—la deja en la cama—sé que estas muy triste, yo también lo estoy, si llegas a enfermar, Yuki-san estaría muy decaída—me remueve el cabello, no puedo hablar, nada saldrá si lo intento de todos modos—quería darte esto, cuando te sintieras mejor, pero creo que es mejor ahora—sale un momento y vuelve—no te quedes muy tarde, ¿vale? —se retira.
Vuelvo la cara al interior del cuarto, encima de mi cama hay una caja forrada con reluciente papel metálico azul, tiene un enorme lazo en la tapa, me paro frente a ella, quizás, al ser un regalo de Ena, sea más importante y valioso que el resto, miro la tarjeta "De: Yuki, Shiki y Ena".
Destapo la caja, hay muchas cosas pequeñas adentro, incluyendo la caja que Shiki me entrego en el funeral, vuelvo a abrirla, saco la navaja y le quito el protector, tiene en la hoja un dragón grabado, en su cojín, hay un papel doblado que antes no vi.
La saco, extiendo el papel y la leo:
"Izaya, es momento de ser un adulto, no creas que te he abandonado, nunca podría dejarte en verdad, pero, no puedo estar tan cerca de ti como antes debido a la influencia de la familia Orihara, así que, aunque Ena puede cuidarte, necesito que te vuelvas más fuerte, debes ser el mejor en todo para que evitar discusiones con tus tutores, acata todas las ordenes que te den y nunca reproches nada, debes aprender a protegerte tú mismo a partir de ahora. Siempre y cuando, seas un buen niño, el mundo en el que estas ahora, se abrirá ante ti. Ten cuidado, hijo. No todos a tu alrededor, serán lo que digan ser, se precavido. Yo siempre estaré de tu lado, buscare maneras para estar en contacto, porque eres mi pequeño informante. Tú nunca estarás solo mientras yo esté vivo. Te amo hijo.
Att.: Tu papá"
La pego a mi pecho, es como si Shiki-san estuviera aquí conmigo, vuelvo a guardar la navaja y la pongo gentil en la cama, regreso a la caja, tomo un pequeño cuadro de madera, lo giro, encuentro una foto de mi madre y mía cuando estábamos en el parque de diversiones, paso mis dedos por su rostro, hay más sobres con cientos de fotos impresas de mamá y mías, también de Shiki-san y otras en las que ella es más joven, incluso con Ena y padre a su lado, son todas de los momentos que tuvimos y tuvieron juntos, incluso de días que no puedo recordar por mi temprana edad.
Cintas de VHS están apiladas una sobre otra, son muchas para contarlas a simple vista, tomo la que esta hasta encima de todo, enciendo el reproductor y la introduzco.
Tarda unos segundos en cargar, la pantalla se pone azul, un parpadeo y de pronto, estoy viendo de nuevo a mi madre atreves de la pantalla, me acerco más entonces.
—Izaya—su dulce voz me hace pensar que está aquí—feliz cumpleaños, ¿Cuántos tienes ahora? Seguro que eres más alto—sonríe y me provoca lo mismo—me gustaría estar ahí, en serio, si pudiera, yo—veo sus ojos humedecerse—quiero estar ahí en todos tus cumpleaños, en navidad, en día de acción de gracias, quiero vestirte para tu ceremonia de graduación de la universidad—eleva su mano y toma aire—perdón, perdona, me emocione mucho.
—Yuki-san está muy nerviosa, aunque seguramente nada malo ocurrirá—escucho la voz de Ena a un lado, estaba en la grabación.
—Ya lo sé—sonrió nuevamente, secándose las lágrimas—tengo un regalo para ti, este es de por vida Izaya.
La cámara retrocedió, mostrando un piano al lado de la mujer que lucía un hermoso vestido floreado y un piano a su lado.
—Mi padre, tu abuelo, era un pianista en la orquesta de mi pueblo, era muy bueno, se enamoró entonces de mi madre, ella cantaba en las obras teatrales, ambos me enseñaron el hermoso mundo de la música—toco un par de notas—sé que te sentirás muy solo cuando me vaya.
—Si—le contesto aunque no puede oírme.
—Desde que estabas en mi vientre, no podías descansar sin que te cantara un poco, se cuál es tu canción favorita. Solía cantártela todas las noches desde que supe que estabas dentro de mí.
https://www.youtube.com/watch?v=XIEKBncrHO0&t=8s (No puedo insertar bien el vídeo, les dejo el link por si quieren escuchar la canción y leer su traducción mas fiel que encontré).
Mientras la escucho cantar, comienzo a comer, la calidez que tiene la sopa me hace llorar más, pero estoy bien, puedo soportarlo, con cada bocado otra lágrima sigue. Termino rápido, apago las luces y me envuelvo en el grueso cobertor de mi cama, me recuesto en el suelo, justo delante del televisor.
—Izaya—el sueño me invade de pronto, miro su rostro de nuevo—nunca olvides que yo siempre voy a estar a tu lado, sin importar lo duro que pueda ser el día, siempre hay un mañana mejor esperando por nosotros—mis ojos se están cerrando mientras escucho como vuelve a tocar cada nota desde el principio—te amo mi pequeño Izaya, siempre voy a amarte, nunca olvides quien eres—la miro sonreírme, y su voz cantando me acurruca.
Me quedo profundamente dormido.
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Rosez: Past |Shizaya|
FanficEl amor de una madre no tiene comparación con nada en el mundo, si fuera posible, me gustaría volver a esos días de infancia, tan preciados para mi solitario corazón, solo quiero volver a los tiempos en que mi madre me canto mi primera nana. *Rosez:...