VI

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Habían pasado algunos días desde el altercado de Eugeo, Kirito y Alice, que el de orbes verdes estaba por acabar de con las vidas de sus ex compañeros, pero que fueron salvados por el bibleotecario Cardinal.

-Veo que ya os habéis recuperado del todo- decía Cardinal al ver que Kirito y Alice ya estaban completamente en forma y listos para la revancha.

-Si- decía Kirito agarrando su espada pará luego dirigir la mirada hacia Cardinal.

-Bien, pero ¿qué es lo que vamos a hacer con Eugeo y la Clérigo Mayor?- Alice preguntaba para tener al menos algún plan.

-Sí quieres que te hable con sinceridad, no lo sé- hablaba Cardinal derrotado -por lo que me dijisteis él no tenía ese aparato de control mental y iba con la intención de mataros a cualquier precio, no sé lo que podríamos hacer para que volviese con nosotros. ¿Os dijo algo de lo que tenía pensado hacer?-.

En ese momento los dos recordaron las palabras de Eugeo antes de que pelearán en el último pisó de la Catedral. "Porque ahora ya sé lo que debo hacer, no voy a matarlos aquí, los dejaré vivos para llevarlos a Ruild y allí verán como voy a destrozar esa aldea hasta que no quede nada de lo que fue y luego cuando al fin me sienta libre de esta pesadilla Los mataré a ustedes".

-La verdad es que si que lo dijo- Alice comenzó a hablar con voz apagada, se nota bastante que no quería seguir hablando -Eugeo dijo que iba a ir a Ruild para destruirla junto a todos los que habitaban- cada palabra era tan pesada como un martillo aplastando su corazón.

-¿¡Qué?!- Cardinal explotó con tremenda masacre que estaba por llegar, no imaginaba que Eugeo todo convertido en Integrity Knight llegará a desear tales deseos de muerte -¿¡Se puede saber que demonios es lo que le motiva a querer algo tan brutal como eso?!- más que una pregunta, parecía más una tortura para los oídos.

Tanto Kirito como Alice se quedaron callados mirando el suelo y algunas miradas entre ellos dos sin que coincidiesen ni una sola vez, cosa que a Cardinal le hizo perder los nervios con tanto secretismo en un tema tan importante como éste.

-¿¡QUÉ MIERDA DE MOTIVÓ TIENE?!- Cardinal se puso como loco.

-¡Eugeo nos descubrió a Kirito y a mí cuando éramos como pareja!- grito Alice avergonzada.

Todos se quedaron callados, pero aún quedaba algo más que decir.

-Y- Kirito habló con la poca vergüenza que le quedaba -yo sabía que a Euego le gustaba Alice y aún así nos vio- eso lo digerio muy mal.

-Espera- Alice se quedó estática al escuchar eso -sabías que Eugeo estaba enamorado de mí y aún así ¿te lo callaste?-.

-¡Era un crío, no sabía cómo se lo tomaría si lo descubría, no pensé en las consecuencias!- parecía estar a la defensia.

-Ya basta- Cardinal no quería tener que ver una discusión de niños -lo que está echo ya lo está, lo que tenemos que hacer es prepararnos para la pelea-.

-Pero Cardi~- Alice y Kirito intentaban evitar otra confrontación contra Eugeo, pero los interrumpió.

-No hay nada más que hablar, tanto lo queramos como no, tenemos que estar listos para el duelo, no podemos dejar que nuestras emociones sean un un muro que no nos deje luchar, ya pensaremos como sacarle lo de Integrity Knight, pero por el momento él ahora es un enemigo, ¿queda claro?-.

-Si- ninguno de los dos lo decía con ganas de seguir la instrucción, pero no había otra forma de tomarse este asunto.

-De acuerdo, vamos a practicar un poco-.

.................

De regreso al último piso de la Catedral, Eugeo se encuentraba algo cansado y Quinella enfrente de él mirándolo detenidamente.

-Has mejorado en gran medida en poco tiempo, Eugeo- le dijo Quinella con una leve y simple sonrisa hacercandose más a él.

-Como no iba a hacerlo con una emperatriz enseñándome- le devolvió la sonrisa.

Eugeo le mostró una sonrisa sincera a la emperatriz, quien se perdió en esa sonrisa. Jamás en toda su vida había visto semejante belleza y caballerosidad en un solo gesto, que además no era para él un buen momento para sonreír así con todo los problemas que habían sucedido. A ella no se le pasó desapercibido ese detalle, y quiso mencionarlo.

-Su sonrisa es muy bella, Eugeo- dijo con su tono calmado y hermoso que ella desprendía para su Eugeo.

Ella lo envolvió en sus brazos en un abrazo protectivo y elegante queriendo demostrar el afecto que ella sentía por él, pero incluso ella la más hermosa de las flores se sentía un poco mal por no saber de mostrárselo de la mejor forma, algo que a ella no le era común, acarició los cabellos rubios de Eugeo de forma delicada y sintió a Euego aferrarse poco a poco a ella.

Ella lo envolvió en sus brazos en un abrazo protectivo y elegante queriendo demostrar el afecto que ella sentía por él, pero incluso ella la más hermosa de las flores se sentía un poco mal por no saber de mostrárselo de la mejor forma, algo que a ...

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-Te prometí que te daría todo mi amor y tú me darías tu más profundo amor, ¿no es cierto?-.

-Si, Quinella-.

-Y yo te lo daré por el resto de la vida, tú eres mío, Eugeo-.

-¿Por qué yo?. Puedes tener a tantos como deses, pero me quieres a mi, ¿por qué?-.

-Porqué tu corazón que estuvo congelado acabó cautivando y enamorado a mi corazón- ella le hablaba con dulzura mientras le besaba suavemente la frente.

-Te amo y te amaré siempre, Quinella- Euego se decidió haciendo que su corazón se acelerase inimaginablemente.

El corazón de la emperatriz también se aceleró demasiado por las palabras del caballero de hielo.

-Yo también, Eugeo- aún así ella le guardaba un secreto crucial.

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La emperatriz y el caballero de hielo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora