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Los dos se quedaron varias horas en el tejado, aunque les pareció solo unos segundos.

—Dan, ¿tú sabes algo de la civilización esa de la que tenemos que hacer el trabajo?

—La verdad es que el otro día una señora nos contó una historia que tenía el mismo nombre.—Dijo Danny mientras seguía pensando.—¡Ah cierto! También había un libro con el nombre de Atherix en la cabaña del bosque. Donde encontramos a mis gatitas.

—Pues habrá que buscar a la señora y el libro.

—Cierto, pero no me cambies de tema. Aun queda el curso entero antes de entregar el trabajo.—Chris sacó la lengua y le guiño un ojo.—¿Como vas a hacer con Claudine? Recuerda que no me gustaría morir aún.

—Ya, es un poco complicado. Tendremos que buscarle otro novio para que se olvide de mí o algo. Así que aún no podemos decir nada de lo nuestro. Pero tranquilo que vivimos uno al lado de otro. Nos podemos ver todos los días.

—Habrá que hacer un plan mejor. No me gustaría lanzar a un pobre chico a esa bestia.

—Pero mientras lo pensamos podemos buscar a la señora esa. ¿Dónde la viste?

—En la biblioteca al lado del centro comercial.

—Pues vamos.

Chris tenía moto así que el camino se hizo más corto. Danny se agarraba a él con todas sus fuerzas.

Entraron en la biblioteca y empezaron a buscar.

Danny se acercó a un chico que estaba ordenando libros.

—Disculpa estamos buscando a una anciana que vino el otro día. Tenía una trenza blanca con flores. ¿Sabes donde está?

—Oh, te refieres a Bianca. Suele venir muy a menudo, pero su tienes prisa te podemos decir su dirección.

—¡Gracias!

Ella vivía en la otra punta de la ciudad. Tardaron aproximadamente una hora porque Chris bajaba la velocidad cuando Danny se agarraba con más fuerza.

Se quedaron boquiabiertos delante de la casa de la anciana.

Aunque llamar a eso casa sería un insulto.

Vivía en algo parecido a un castillo, y alrededor del edificio había jardines hermosos e incluso un pequeño bosque.

Tenía incluso un arroyo, un lago y había muchos animales deambulando por allí.

Al tocar el timbre de la cerca, salió un hombre del edificio con un traje que parecía muy caro.

—Disculpen señores, mylady los esta esperando.

—Creo que se equivoca.

—¿No son ustedes Danny Bravo y Christian Clifford?

—Ehh sí pero...

—Acompáñenme, porfavor.

Debido a su insistencia entraron en el enorme castillo.

Tenía hermosas vidrieras, lámparas de araña, y enormes columnas que sostenía el techo. Había también muchos arcos.

Al principio pensaron que llamarlo castillo quizá era un poco una exageración, hasta que vio que había dos tronos.

—Guau

—Dann no hace falta que le babees el suelo.

—Muy gracioso.

Empezaron a ir de una habitación a otra y terminaron en un jardín interior donde se encontraba la anciana.

Había una fuente hermosa y árboles de cerezo que dejaban el suelo rosa. También había muchas flores por todos lados.

Una fantasía para Dann.

—Bienvenidos a mi humilde morada. Os he estado esperando desde hace milenios, mi príncipe.

—¿Perdón?—Dijeron ambos al unísono.

Eso era definitivamente muy raro.

Mi CaballeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora