El hijo que no tuvimos | Completa

Acto I, Escena Tercera

El salón vacío y en silencio. Suenan las campanadas de las doce. Se oye la puerta de entrada y la voz de Diane.

DIANE

Cada día hace más frío, ¿no te parece? Creo que debería comprarme un abrigo nuevo... Bien, ya estás aquí. Toma. Y dile de mi parte a la cocinera...

Entran Diane -que sigue hablando-, Ann y Ben, que carga con los abrigos de ambas.

DIANE

(Continúa)... que prepare sopa de apio caliente, y pollo con maíz.

ANN

No creo que Ruth sepa preparar sopa de apio.

DIANE

Pues más vale que aprenda rápido. Es todo, Ben.

BEN

Sí.

DIANE

Sí, señora.

BEN

Sí, señora.

Se va.

DIANE

Ha sido bonito el sermón, ¿no te ha parecido?

ANN

Sí. Muy... bonito.

DIANE

Y apropiado.

ANN

Sí...

DIANE

Mi parte favorita ha sido cuando ha dicho lo de: "y así una esposa debe ser buena y amar a su marido, respetarlo y..."

ANN

Lo recuerdo, Diane. No tienes que repetirlo.

DIANE

¿Dónde está Caleb? ¡Caleb! ¡Caleb!

Entra Ben.

BEN

Discúlpeme, señora. Caleb ha ido al club con su amigo.

DIANE

¿Y el "señor" Caleb dijo cuándo volvería?

BEN

No.

DIANE

Entiendo.

Diane le hace un gesto para que se vaya y Ben lo hace.

DIANE

Bueno, supongo que estamos las dos solas. (Se sienta en el sofá. Le hace una seña a Ann para que se siente a su lado y esta lo hace). Bueno, querida, ¿por qué no me hablas un poco de ti? Debido a las circunstancias especiales, no hemos tenido tiempo de conocernos muy bien antes de la boda.

ANN

¿Boda? Caleb y yo solo firmamos un papel. No me vestí de blanco, no hubo flores ni canciones.

DIANE

Bueno, pero estáis casados.

ANN

Con Fred sí tuve una boda. Fue preciosa. Yo llevaba un vestido blanco y largo, y guantes de rejilla. Mi hermana me había peinado un moño alto con horquillas de perlas. Siempre se me escapaba un mechón del flequillo y eso le crispaba los nervios. Antes yo llevaba flequillo.