Después de despedirse de Angie, Jacques tenía una sonrisa en su rostro, no era una sonrisa de victoria, sino aquella sonrisa reflejaba el primer pequeño paso para alcanzar su mayor proyecto de vida, que era saber, mejor dicho comprobar y demostrarse a sí mismo, que era capaz de tener una relación de pareja estable y duradera con una chica, a pesar, de que estuviese atado de por vida a una silla de ruedas y con los duros sacrificios que conlleva ser la posible pareja de una persona discapacitada como él.
Jacques se entretuvo en el ordenador hasta que Paz, su madre le preparó un sandwich de jamón y queso fundido, que se lo calentó un poco en el microondas, y se lo llevó al comedor y Jacques apartó un poco el teclado y dejó sitio para que su madre pusiera el plato y él empezó a cenar. Pasaron quince minutos, y Jacques ya acabó de cenar incluido sus 250ml de leche chocolateada con pajita.
A continuación, su madre lo llevó a su habitación para acostarlo, primero le puso el arnés de la grúa, porque Paz sufría de los huesos y tenía varias hernias discales y acto seguido, lo transportó para encima de cama, lo desvistió, le puso un calzoncillo y lo tapó con su nórdico, que no lo quitaba en todo el año, si por Jacques fuese.
Así fue pasando poco a poco toda la semana para Jacques, hasta el viernes, Ese día después, de la comida, Jacques le pidió a Paz lavar los dientes, Minutos más tarde, Paz le trajo un bol de plástico blanco, su pasta de diente y su cepillo eléctrico, le untó un poco de pasta dentífrica en las cerdas y se lo encendió y a continuación, Paz fue a la cocina a fregar los platos.
Cuando Paz regresó Jacques había retira un poco para atrás el bol y en el vaso con asa, donde tenía el agua para hacer gárgaras ya había metido en su interior el cepillo y la pasta. Acto seguido, Jacques sonrió a su madre para que viese como le quedaran de limpios sus dientes. En ese instante, sonó el móvil de Jacques y vio un mensaje de mensajera instantánea de Angie, que ponía lo siguiente:
Jacques, te envío mi dirección, para que me recojas para ver la peli en la sesión de las 17:00, un beso, guapo.
Jacques, le enseñó el mensaje de Angie a su madre y esta apuntó la dirección de Angie en un posit y lo guardó en su bolsito y le preguntó si quería llevar una chaqueta y Jacques dijo que si, la gris con tres pequeños rombos de colores, que era su favorita y a continuación, se la puso. Después, Paz llamó Mikel para que le ayudara a subir por la rampa a Jacques a su furgoneta adaptada.
Como Jacques, tenía dos tipos de silla, la silla de ruedas; la manual, que la usaba prácticamente todo el año y la silla eléctrica o a batería, que la usaba ocasionalmente para dar paseos en verano y cuando el tiempo climatológico lo permitía. Para esa salida, con Angie, tendría que optar por la manual porque era fácil de maniobrar y no era tan voluminosa que la eléctrica.
Michel ya sacara a Jacques para la calle, mientras, que Paz ya abría las puertas traseras y le daba al botón, que desplegaba a rás del suelo la rampa hidráulica para que la silla de ruedas de Jacques se integrara entre los asientos de la furgoneta.
Acto seguido, Paz se subió al interior de la furgoneta para ponerle los anclajes de seguridad, para que no se moviese la silla dentro de la furgoneta, y después se dirigió al asiento del conducto y metió la llave y arrancó el vehículo y se fue alejando de la casa familiar.
Como Jacques, tenía muy buena memoria, Paz le preguntó la dirección de Angie, y este, sacó la nota de la dirección del bolsillo izquierdo de la cazadora y lo miró y se lo dijo a su madre y fue conduciendo hasta llegar a la casa de Angie.
A continuación, Paz le dio al botón de bajar la rampa y acto seguido, se oyó el mecanismo de la rampa y la silla de Jacques se fue deslizando automáticamente hasta el inicio de la pequeña rampa. Paz salió de la furgoneta y abrió las puertas traseras y bajo a Jacques para la entrada de la casa de Angie y Paz tocó el timbre de la casa y enseguida abrieron la puerta y apareció Angie, que llevaba una camiseta de manga corta rosa, shorts vaqueros de color negros y unas deportivas azules con los cordones blancos. A continuación, Jacques le presentó a su madre y se despidió de ellos volviendo al coche y perdiéndose de la vista de la pareja.
Como el cine estaba cerca, Angie empujó la silla de Jacques, mientras hablaban durante todo el trayecto:
- Que guapa vas, Angie – Le dijo con voz suave y lenta para que lo entendiera.
- Gracias, Jacques, tú también – Le respondió Angie, que se empezaba a sonrojar.
- De nada, y gracias – le contestó él muy cortés.
- Ya me dirás como se maneja este “Bólido”, porque yo soy novata en esto, ok? – le sugirió ella con algo de miedo en su voz.- Vale, pero de momento vas bien – La tranquilizó con esas palabras.
- ¿De que te gustan las pelis? –Le preguntó Angie a Jacques.
- De, Acción, Animación, Ciencia-Ficción, Comedias y sobre todo las Románticas, como la que estrenan hoy, ¿Y a ti? – Le acaró Jacques.
- Pues de Acción, Románticas y las de Terror – Le contestó Angie.
Unos segundos más tarde, llegaron al cine y fueron directos a la taquilla y Jacques le preguntó a Angie si le parecería bien, si él compraba las entradas y ella pagaba las palomitas y las chucherías y ella le contestó que si pero en otra ocasión lo harían al revés.
Jacques, abrió su riñonera roja y sacó la cartera y le pidió a Angie si le sacaba el dinero y ella lo hizo y a continuación, le preguntó a la taquillera si aún quedaban entradas para ver Perdona, si te llamo Amor y la taquillera le respondió que si, pero que estaba a punto de empezar.
Como había demasiada cola en el puesto de palomitas y chucherías, que Angie dejó a Jacques dentro de la sala al la de su butaca y mientras que él le daba las entradas al revisor y fue a coger algo de picar mientras veían la película. Angie tardo unos cinco minutos, y se sentó en la butaca, al lado de la silla de Jacques, que estaba en el medio del pasillo del cine.
Angie, puso el cubo de palomitas grande en el reposabrazos de su butaca, para que Jacques pudiera cogerlas cómodamente y así las compartían. Apagaron las luces, y se encendió la gran pantalla y enseguida aparecieron los primeros créditos de la peli. Mientras veían iban comiendo las palomitas y de vez en cuando chocaban “sin querer” sus manos dentro del cubo de palomitas y se reían tímidamente mirándose rápidamente a los ojos.
Poco después de eso, Angie salió de la sala, a los pocos minutos volvió y se sentó en su butaca pero no podía ver bien la gigantesca pantalla porque un chico muy alto se había sentado en la fila de delante, que impedía la visión a Angie. En ese momento, Jaques le dijo a Angie que se sentara en sus piernas y ella aceptó, instantes después se sentó encima de las piernas de Jacques y le preguntó si soportaba bien su peso en las piernas y el le respondió que si.
Jacques no sabía muy bien por dónde debía sujetar a Angie para no parecerle un chico lanzado y Angie pensaba, Abrázame, que no muerdo, Unos segundos más tarde, Jacques la agarró suavemente por la cintura y Angie se relajó reclinándose un poco sobre el pecho de Jacques.De vez en cuando, Jacques le preguntaba a Angie si estaba cómoda t ella asentía con la cabeza, Así pasó, sin darse cuenta toda la peli, cuando aparecieron los créditos finales en la gran pantalla y Angie se levantó de las piernas de Jacques, este la ayudó cogiéndole la mano izquierda para incorporarse.
A continuación, en la sala se encendieron las luces y Angie se fue detrás de la silla de Jacques y este sacó el freno izquierdo con su mano del mismo lado y le dijo a Angie que sacara el freno del lado derecho que el no podía y ella obedeció con una sonrisa en la cara y fue girando la silla de Jacques, hasta la entrada del viejo cine y en ese momento, Jacques le advirtió a Angie que era mejor que bajara para atrás la rampa, porque si la bajaba para delante como él no tenía casi ningún equilibrio podía volcar la silla y ella la bajo con miedo y poco a poco, hasta que pisó la acera y en ese instante Angie suspiró aliviada.