El pensar que papá se fue hace tan poco me hace sentir angustiada. Su respaldo emocional me hacía sentir segura e irrevocable. Su sentido del humor te sacaba una sonrisa aunque estuvieses molesta con él.
Es insustituíble.
Mi madre, en cambio, tiene drásticos cambios de humor debido a su alcoholismo. Es una persona muy inestable. Ella y su pareja me recibieron cuando papá murió. Pero no me siento cómoda aquí, sé que de alguna manera estorbo.
Comencé a trabajar part-time en un carrito de comida rápida. Así sustentaba mis estudios en la universidad y pagaba parte de lo que consumía en la casa de mi madre. Sabía que necesitaba progresar rápido para salir de ese ambiente que ya se estaba tornando tóxico entre mi madre y yo.
Decidí que, con dos años de carrera universitaria transcurridos, era momento de buscar un trabajo estable, para poder estudiar más tranquila, y, en lo posible, independizarme de mi progenitora.
No era la chica más sociable del pueblo, pero los amigos que tenía valían más que un millón de personas; una pareja con la que habíamos compartidos los mejores momentos de la juventud: Katia y Jonas. Ambos tenían buenos trabajos, y esperaban un bebé.
Con ellos debía reunirme. Al parecer, Jonas — generente ejecutivo de una editotal prestigiosa en la ciudad—, me habría podido conseguir una entrevista con la gerenta de recursos humanos para un puesto en secretaría. Si todo salía bien, conseguiría que en la entrevista me tomaran para el puesto, y así comenzar en el mundo laboral.
Estaba a un solo paso de salir de lo que tan pacientemente había esperado.
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Luciérnagas // Corrigiendo
Romansa🍃Erica, una joven con problemas familiares, conoce a Miguel, un escritor con buena trayectoria laboral, en una reunión con amigos. Ambos hacen "clic" la primera vez que se ven. ¿Cómo resultará todo si ambos comienzan un amorío, sabiendo que están e...