Dos semanas después:
Era domingo. Me había levantado antes que él. No me sentía muy bien. Debía de ser toda la comida que me embuché la noche pasada. Post a eso hicimos el amor salvajemente.
Me había dado una ducha, comí unas frutas y bebí un yogurt acompañado de cereales, me puse ropa de deportiva para correr y me preparé la botella con agua.
-¿A dónde vas tan hermosa?.- dijo incorporandose de la cama.-Necesito hacer ejercicio. Siento que estoy perdiendo la forma.
-Si vas así hasta las ancianas que se sientan todas las mañanas en la plaza te van a desear.- Se levantó, me dió un beso, sumando una nalgada y se dirigió al baño.
Llegando al parque me pareció ver un automovil llamativamente colorado bastante familiar. Al aproximarme para cruzar la calle vi que de él descendía el señor Green.
-Señorita Alexander. Qué gusto encontrarla.- Dijo obervandome de arriba a abajo. No me gustaba cuando hacía eso.
-Buenos días señor Green. Mañana nos vemos así que, con permiso.- Traté de ser cortante pero este me tomó del brazo y me dió vuelta de un sopetón.
-Tal vez mañana tengamos que discutir en privado algo sobre los papeles que se le extraviaron en la semana.- dijo guiñándome un ojo.
En un segundo ví, como por arte de magia, se apareció Miguel plantandole el rostro encima a mi jefe.
-¿Cómo andas? A pasado un largo tiempo.- dijo Green poco más que empujandome cuando se le acercó agresivamente.
Su rostro había cambiado. Siempre lo había visto bastante sereno. Pero en ese momento parecía un asesino. Sus pupilas se habían vuelto tan pequeñas que no las percibía desde mi altura.
-Perro... Tocas de nuevo a mi mujer y te mato.- dijo furioso.
-Pero pensé que ya no estaban juntos...- dijo extrañado.
-No hablo de Samera. Hablo de Erica.
-No fue mi intención. Señorita Alexander mañana nos vemos en la oficina.- Se volvió a Miguel.- Y tú no te olvides de la fiesta del sábado.- Dicho esto se retiró en dirección a la universidad.
Miguel no paraba de mirarlo. Juré que lo iba a golpear. Pero ambos mantuvieron la compostura. Las ancianas del parque nos miraban
-Miguel ¿Qué fue eso?- Pregunté preocupada.
-¿Te hizo algo?- Mep miró sin parpadear. Me asustaba esa mirada.
-No. Sólo me jaló del brazo...- me cortó con una seña con las manos.
-Me refiero a en general. ¿Te hizo algo? En el trabajo, en la oficina. ¿Te manoseó?¿Te hizo algo?- Negué con la cabeza.
Había mentido, él siempre se metía conmigo. No como hoy pero siempre fue así. Pero no querìa que esto se opusiera en mi camino para poder progresar. Así como cuando miraba a otro lado si ocurría algún infortunio con su ex.
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Luciérnagas // Corrigiendo
Storie d'amore🍃Erica, una joven con problemas familiares, conoce a Miguel, un escritor con buena trayectoria laboral, en una reunión con amigos. Ambos hacen "clic" la primera vez que se ven. ¿Cómo resultará todo si ambos comienzan un amorío, sabiendo que están e...