Detrás de la máscara

Capítulo 4

"¿Por qué le gusta a Adrien tanto el rechazo de Ladybug?" se preguntó Félix mirando la ventana de su habitación a media noche, las luces estaban apagadas y podía ver perfectamente el cielo nocturno sin apenas estrellas porque las luces de la ciudad no permitían verlas.

Cinco akumas había derrotado ya en nombre de su hermano y junto a la compañera de este, Adrien había dicho muy claramente que tenía que coquetear con ella para que nadie note el cambio de Cat Noir, pero también le había dejado muy en claro que tenía prohibido enamorarse de ella o peor aún besarla, Félix le miro levantando una ceja ¿Cómo quería que la bese si ninguno de los dos sentían mucho interés el uno por el otro?

Estos días intentaba entender todo lo que su hermano amaba y él era incapaz de entender, notaba la valentía de Ladybug y que en el fondo era amable, pero no le gustaba nada su rechazo, comenzaba a creer que su hermano era masoquista.

Sin poder dormir decidió dar un paseo por los techos de París ahora que podía y se ubicaba mejor por su cuenta en la ciudad.

- Plagg las garras – dijo con poco ánimo sin percatarse que el Kwami ya estaba durmiendo y lo despertó bruscamente al transformarse.

- ¡Comienzo a extrañar a Adrien! – comento el Kwami medio dormido antes de ser succionado por el anillo.

Adrien le había contado todo, como él era la única persona que sabía su secreto, Félix era el confidente y consejero personal de su hermano, desde que su hermano menor recibió el prodigio, Félix ha escuchado con paciencia todas las aventuras de su hermano, esas historias que al igual que sus libros le mostraban un mundo inmenso, apasionante y peligroso que le resultaba fascinante... aunque nunca quiso vivirlo en la realidad, siempre se había conformado con que le contaran todo, imaginar lo que los demás vivieron y ahora que tenía que vivirlo él en su propia piel, se sentía algo desorientado.

Adrien le hablaba mucho de su Lady, pero también había otra chica en sus relatos, su muy buena amiga del colegio Marinette, para Félix los amigos más cercanos de su hermano eran tan reales como los personajes de un libro, sabía lo que hacían, le habían descrito sus personalidades y a veces veía alguna foto y aunque en el ruidoso cumpleaños de su hermano los había visto a lo lejos, no terminaban de parecerle reales, incluso podría Adrien haberse inventado algún alumno de su curso que Félix no podía hacer más que creen en su palabra.

Por eso recordó esa noche a la amiga que siempre visitaba su hermano cuando quería cambiar de confidente, recordó que se llamaba Marinette y vivía en una panadería, había probado un macaron hecho por ella alguna vez, Adrien se lo trajo y le hablo de lo dulce y talentosa que es su amiga Marinette, incluso bromeo conque seria perfecta como la hermana menor que nunca tuvieron, Félix que no era muy aficionado al dulce le respondió que si ella viviera con ellos Adrien ya tendría diabetes por tantos postres.

Le contaron que Marinette era muy dulce y desinteresada, que quería ayudar a todos y por eso como Cat Noir, Adrien la buscaba para pedirle consejo, el día que ella se le declaro, cosa que no le pareció tan sorprendente a Félix debido a que su hermano estaba entrando demasiado en confianza con ella, Adrien llego alterado a casa y entre medias frases y descripciones vagas le dijo que su mejor amiga se le declaro, también dijo que le gustaba un poco la idea de que una chica se le haya declarado, pero que no podía corresponderle y tampoco quería lastimarla.

Félix le aconsejo, le dijo que tenía que decirle la verdad, porque una mentira por más objetivo de no causar daño que tenga, siempre será más dolorosa al final, Adrien tomo ese consejo con completa seguridad de que era cierto y aunque Félix no mostro ni un segundo su duda... ni él mismo sabía si eso funcionaria, se preguntaba, como lo hacía casi siempre, si sus consejos eran válidos en la vida real, porque la única experiencia en la que se basaba era en la de los libros y lo que le contaban, y él, que siempre se había sentido muy cómodo bajo la sobreprotección de su padre, temía hacer que su hermano tomara una mala decisión.