Capítulo 5

2.5K 264 48
                                    

Félix tenía la cabeza apoyada en una de sus manos y veía su cuaderno sin prestar atención a su contenido, tenía que terminar los ejercicios que le había dejado su profesor pero no encontraba concentración para hacerlo... esa chica ¿Era amiga de su hermano verdad? ¿Y si le pedía a su hermano que los presentara? Negó con la cabeza sintiéndose avergonzado de contarle a alguien lo que le estaba pasando, decidió dejar de divagar por el mismo tema y tomo su esfero para comenzar a resolver los problemas.

Pero de nuevo Marinette apareció en su cabeza, intento olvidarse un rato de ella pero seguía sin poder sacarla de su mente.

¿Y si iba a verle de nuevo? ¿Otra visita nocturna como Cat Noir? Como Cat Noir... él no era Cat Noir, era su hermano, y su hermano ya la había rechazado una vez con esa identidad, además no quería que ella lo viera como Cat Noir, quería que lo viera a él, no al superhéroe que en pocos meses regresaría a ser Adrien Agreste.

Pero quería verla, y sin la identidad de Cat Noir no tenía ninguna excusa para hacerlo, no la conocía y ella tampoco sabía quién era él... tal vez lo confundiera con su hermano, son muy parecidos después de todo.

Sus padres tienen una pradería ¿cierto? Félix soltó el esfero y se hecho hacia atrás en su silla ¿Si iba a comparar algo? Tal vez con algo de suerte le atendiera ella... mala idea, a esa hora estaba en el colegio, a esa hora todos los adolescentes excepto él estaban en el colegio, por primera vez en su vida, sintió deseos de plantarse en el despacho de su padre y reprocharle por ser tan sobreprotector, por no dejarle tener las experiencias que debería experimentar a su edad.

Pero no lo haría, porque no estaba seguro de que pensaba conseguir con eso, nunca había estudiado junto a más gente, la perspectiva de hacerlo no le resultaba muy agradable ¿Y si no se llevaba bien con el resto de la gente? Era consiente que tenía un carácter muy introvertido y poco sociable, no le molestaba pasar tiempo solo incluso le gustaba, le gustaba sentarse a leer horas sin que nadie le interrumpiera... si tenía más amigos, no podría tener tanto tiempo para sí mismo.

Aunque pensándolo mejor... no le molestaría pasar algo de tiempo con esa chica tan linda que conoció el día anterior, conocerle mejor, escuchar más su voz... ver de cerca su tierno rostro. De nuevo le ardieron las mejillas y aunque sabía que no había nadie junto a él en esa habitación miro a todos los lados como si intentara asegurarse de que nadie había sido testigo del vergonzoso rubor de sus mejillas.

Su celular sonó haciéndolo sobresaltarse, lo tomo rápido y leyó el mensaje que acababa de llegarle, era de Adrien y su motivo era el de siempre en las últimas semanas, otro ataque akuma "¿Por qué Adrien siempre atrae a los akumatizados?" Se preguntó Félix y se puso de pie para sacar a Plagg del cajón donde el Kwami se había encerrado para devorar una cantidad enorme de queso.

- Hay un akumatizado – informo Félix, el Kwami se encogió de hombros.

- ¿No podemos esperar a que termine mi queso?

- ¡Plaga, las garras! – dijo Félix sin prestarle atención a las palabras de Plagg.

Poco a poco Félix comenzaba a compaginar mejor sus movimientos con Ladybug, ya comenzaban a trabajar como un equipo y pese a los esfuerzos de Félix, la heroína ya sospechaba algo, él no sabía por que.

Pero aunque Félix creyera actuar como lo haria su hermano, era evidente para Ladybug que ambos Cat Noir eran en esencia muy diferentes, el uno hacia malos chistes y siempre estaba de buen humor, y el otro... en el otro todas las acciones, gestos y palabras parecían forzados, incluso ensayados, Ladybug a veces había pensado que no eran la misma persona pero cuando lo veía alejaba esa sospecha de su mente ¿Cómo podrían dos personas parecerse tanto? El cambio de comportamiento de su compañero debía deberse a algo más.

Detrás de la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora