Capítulo 9

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Observando París, sentada en lo alto de la torre Eiffel se encontraba Ladybug, el viento frío levantaba sus coletas pero el traje mágico de heroína no le permitía sentir frio. Cat Noir la vio a lo lejos, luego de tanto tiempo, por fin su pierna se había curado y él era de nuevo el superhéroe de París ¿Su Lady había extrañado su presencia? ¿Había notado su comportamiento extraño los últimos meses? Adrien se preguntaba si Félix había conseguido imitarle bien, si había logrado que Ladybug no notara algo extraño en él.

Ladybug volvió la cabeza y se encontró cara a cara con su compañero de batallas. Levanto la mano en modo de saludo y espero en silencio a que él se acercara, la heroína esperaba que el dijera algún verso memorizado y se disculpara por llegar después de ella en esa ocasión.

- Hola my Lady ¿llegaste temprano a maullarle a la luna? – pregunto sonriendo Cat Noir y ella alzo una ceja sorprendida.

- Hola Cat... - pregunto cautelosamente mientras ponía atención en cada uno de los detalles del traje de Cat Noir, los recientes cambios habían desaparecido y era su antiguo y habitual traje, Ladybug pensó por un momento que acababan de cambiarle de gato... o más bien devolverle el suyo, tendría que hablar con el maestro Fu más tarde.

En la mansión Agreste, con los brazos cruzados detrás de la cabeza y un libro sobre su regazo, Félix observaba la ventana desde su cama, su habitación no tenía vista a la torre Eiffel pero estaba seguro que en este momento su hermano estaría encontrándose con su adorada "Lady", aunque el día anterior se sintió algo reacio a devolver el prodigio (Evidentemente no dejo que Adrien lo adivinara) debido a que ya se había acostumbrado a ese sentimiento de libertad que lo llenaba cada que corría por los techos de París como Cat Noir, también se sintió liberado de una gran responsabilidad, Félix desde hace meses había comenzado a preguntarse si su hermano era realmente consiente del peso que cargaba sobre sus hombros o si por el contrario estaba tan seguro de que ganaría que nunca se le paso por la cabeza un "¿Y si perdemos?".

Alejo esos pensamientos y tomo el libro, reviso la hora en su celular y con una sonrisa lo dejo a un lado mientras continuaba con su habitual lectura antes de dormir, había puesto como fondo de pantalla de bloqueo, una foto de Marinette y él frente a la torre Eiffel. Tardo un poco en decidirse, temeroso de tener que explicar porque puso ese fondo si alguien lo veía... más específicamente si Adrien o Marinette lo veían, pero al final, sintiendo que era algún tipo de travesura, se permitió ponerlo.

Mañana iría con Marinette a la cafetería de siempre, algo nervioso Félix se preguntaba si sería ya hora de confesarle sus sentimientos e intensiones a la muchacha, ¿Se habría olvidado ya de Cat Noir? ¿Sentiría algo por él? Quizá sería mejor esperar más tiempo...

De vuelta en sus problemas de amor adolescente, Félix se sintió aliviado de ya no tener la seguridad de la ciudad aumentando sus preocupaciones.

Luego del patrullaje Ladybug se marchó en otra dirección a la que usualmente acostumbraba, Cat Noir se preguntó si durante su ausencia, la chica se habría cambiado de casa, pero no hizo preguntas, no podía por esa maldita condición de mantener sus identidades secretas.

Ladybug fue a casa del maestro Fu, sus pies tocaron el suelo en un callejón a media cuadra del edificio y corrió el resto del camino como Marinette.

Cuando irrumpió en el departamento del maestro Fu, el anciano que en ese momento estaba tomando su té, casi lo derrama de la sorpresa.

- Buenas noches Maestro – saludo la agitada joven.

- Buenas noches Marinette ¿Hay algún akumatizado?

- No... es solo una suposición mía pero mi compañero hace unos días comenzó a comportarse extraño, lo mencione ¿lo recuerda?

- Sí, me dijiste algo de eso Marinette.

- Bueno, esta noche volvió a ser como era antes.

- Eso es genial ¿Por qué has venido a contármelo?

- Porque quería saber si... si cambio de portador por alguna razón estos últimos meses.

- ¿Por qué preguntas eso Marinette? – pregunto el maestro mostrando un repentino interés.

- ¿Es de esas cosas que no puede decirme?

- No... yo no he cambiado nada, si hubiera cambiado de portador lo hubieras notado.

- Bueno, pensé que habría algún conjuro en el libro que permitiera conservar la apariencia del anterior portador – respondió algo avergonzada Marinette.

- No hay algo así, lo más cercano son las ilusiones del miraculous del zorro pero Marinette, ¿Quisieras contarme que ha motivado tu idea de que cambie de portador del miraculous del gato por unos meses?

- Bueno, primero están algunas diferencias pequeñas en el traje...

Detrás de la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora