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Jack Pov

Mis ojos empezaban a humedecerse más y más, aferrado a su pecho rompí totalmente en llanto.

De un momento a otro, sentí como el se alejaba de mí, haciendo que me sintiera desprotegido, en plena oscuridad.

Y entonces lo vi, había prendido una pequeña lámpara, pero lo suficientemente buena para darnos luz a ambos, veía como se subía la bragueta y ajustaba su cinturón, de manera rápida.

Nuestras miradas se cruzaron, su rostro estaba lleno de preocupación y sorpresa, se acercó a mí lentamente para abrazarme de nuevo, abrazo que yo definitivamente acepte.

—No puedo ser tu esposa...porque yo...— Hablé de nuevo.—

—Claro que puedes, pero de eso hablaremos después.— Respondió mientras posaba su dedo índice en mis labios, para que guardará silencio.—Se que podrás, en este tiempo que te he estado conociendo, eres el único humano que no es tan egoísta. Por eso, necesito hacerte mío, solo mío y para siempre. Posó una mano en mi cintura, para así, acercar nuestros cuerpos.—

Esa noche, jamas pienso olvidarla, el día donde vi la verdadera personalidad de un vampiro, que no solamente es cruel y despiadado. Ellos también sienten, a pesar de ser inmortales, la trauma de ver a sus seres queridos morir, mientras ellos no pueden, aún así recurran al suicidio...es algo que sólo ellos comprenden, de ahí el comportamiento de ellos.

Crueldad, frialdad, aislamiento de todos, autoritarios.

Ellos no quieren volver a perder a nadie más, no quieren volver a sentir eso, que de una manera los mata, en el alma.

—No quiero perderte, no quiero....— Sus lindos ojos azules, empezaban a liberar lágrimas, que hace miles de siglos no salían, por miedo y frialdad.—

—No lo harás, jamás— Junte nuestras frentes, mirándole fijamente como el a mí. No le entendía perfectamente, pero lo que sí entendía es que, sin darme cuenta, había enamorado a un vampiro.—

—Te enamorare a la fuerza de ser necesario— Respondió, mientras repartía varios besos en mis mejillas, es así.... ¿como es un vampiro realmente? —

—Amor a la fuerza? Eso es muy malo— En cuanto dije eso, el de manera rápida se posicionó encima mío. Tomando mis manos con las suyas, entrelazandolas en el acto. —





Luke Pov

El será mío y sólo mío, no tenía la más mínima idea de cómo un simple humano me había llamado la atención.

Pero simplemente estaba encima suyo, con deseo de estar dentro de él, y eso iba a hacer.

—Esta linda mañana, te haré gemir y gritar de placer, del que jamás te llegarías a imaginar.— Su rostro palidecio, ¿había dicho algo malo?

¿Qué no esto lo dicen en los típicos videos porno? —

—Idiota, no haremos nada, ve a tu habitación a dormir— Respondió temeroso, mientras se intentaba safar de mi agarre —

—Deseo estar dentro tuyo— Dicho esto, le solté, para quitarme completamente los pantalones. Tomé su bello rostro con lágrimas aún en los ojos, se veía tan adorable, guiandolo a mi miembro muy erecto por él. — Lamelo, como si fuese una gran paleta—  El sólo me miró con sorpresa y miedo, pero aún así lo hizo, metió mi miembro en sus linda, cálida y pequeña boca.

Decir que sentí placer es quedarse corto, pero no por un simple oral iba a correrme, pienso hacerlo dentro suyo. Empezó a succionar más y más, realmente había seguido mis instrucciones, lamia como si fuese una paleta.

Empecé a meter más y más mi miembro en su garganta, de manera rápida. No pensaba correrme pero si darme mucho placer.

En cuanto sentía que iba a correrme, lo separe de mi.
Me recosté mejor en la cama, pero esta vez, coloque a él encima mio.

—Luck, esto no está bien, debemos parar... Yo...— No le deje terminar de hablar, empecé a ejercer poca fuerza para que mi miembro entrara. Veía como su esfinter poco a poco se iba amoldando a mi forma. Se veía tan lindo, tan jodidamente delicioso.

Olvidé por un momento el estado de Jack, rápidamente le mire, juntando su mano con la mía, la cual el apretaba fuertemente, debía dolerle.
Empezaba a dejar salir varios quejidos, lo único que pude hacer fue repartir besos en su frente, intentando tranquilizarse, y poco a poco besarle directamente en su linda boca para hacerle olvidar el dolor.

Una vez hecho eso, empecé a moverme, de manera lenta para no lastimarlo. —

—Luck, no te muevas aun No podía parar, me sentía en el más puro placer, al estar dentro de él. Se sentía tan cálido y exquisito, que al escuchar su linda voz pidiéndome que me detuviera, no pude evitar moverme más rápido. Estocada tras estocada, más y más fuerte, más y más rápida.

Escuchaba cómo los quejidos de Jack, pasaban a gemidos de placer, pidiendo más y más.

—Dime, cuánto lo quieres— Hablé de manera autoritaria mientras sacaba mi miembro de su interior para mostrarselo—

—Demasiado, te quiero dentro mío, rápido— Ordenó, mientras abrazaba mi pecho bien formado.—

—Sus deseos, son órdenes para mi, hermosura— Sonreí de manera lasciva, mientras de golpe entraba en él. Escuchar su lindo grito de sorpresa, fue glorioso. Una vez más dentro de él, no me detuve.

Una y otra vez, arriba y hacia abajo, cabalgaba en mi como si no hubiese un mañana.

Rápidamente cambié de posición, ahora yo estaba encima suyo, sin dejar de joderle ese delicioso trasero.
Le jodia tan fuerte, que sabía que después de esto, necesitaría  una silla de ruedas. Poco me importo puesto que yo seguía en mi labor de darle placer una y otra vez, de manera fuerte y rápida.

Faltaba poco para que el se corriera, mientras le daba fuertemente por detrás, mansturbando a la vez su miembro.

Yo también me sentía en mi límite, este sexo ha sido el más fuerte que he tenido. El al sentir como bajaba el ritmo, empezó a autopenetrarse con mi miembro erecto, cosa que solo le deje a él, pues estaba algo cansado.

Nuestras miradas se cruzaron una vez más, para después de ello juntarnos en un apasionado beso.

"Amor a la fuerza"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora