Los 7 Príncipes del Infierno (Jichen, Markhyuck, Nominren)

7.- Poderes.

–Ya estoy...

Jisung apareció en la sala y detuvo al ver la grandiosa escena.

–Shhh– Le dijo Renjun levantando su dedo índice y colocándolo entre sus labios, dando a entender que tenían que hacer silencio.

–¿A quien crees que callas estúpido?

–Donghyuck– Comenzó Mark con los ojos cerrados ganándose la atención de todos –He sido un imbécil, lo sé. Te he dicho cosas de las que ahora me arrepiento, y por eso suplico tu perdón. Sé que no lo merezco y... Si te digo la verdad... No soy bueno con la palabras, menos con la acciones, no sé que hacer ni cómo hacer para que me perdones- Renjun asentía con orgullo. Mark se había aprendido lo que él le había escrito la noche anterior. Iba a guardar su teléfono, pero vio que el chico aún no se había levantado –Grítame todo lo que quieras- Gula frunció el ceño, eso no estaba en el guión –Que soy un imbécil, un estúpido, un creído, todo. Lo merezco. Y... si eso te parece poco- Ira abrió los ojos –Seré tu sirviente por un día.

Renjun se asombró. Eso definitivamente no estaba en su guion... Pero... ¡Le encanto! Él también quería un hombre que se arrodillara ante él y que le diga que va a ser su sirviente.

Aunque ¿Dónde se conseguirán esos hombres en esta época?

Gula suspiró y negó con la cabeza... Esos hombres solo existen en Wattpad.

Haechan pensó un momento.

–Un mes.

–¿Qué? ¿Por qué un mes?... Dos días- Le ofreció Mark.

–Dos semanas.

–Una.

Donghyuck sonrió.

–Trato hecho. Ahora vámonos. Tenemos que resolver el problema de Avaricia.

º º º

–¡Lucas! ¿No viste a Taeyong o a Kun cuando venias?– Preguntó Chenle cuando el chico iba llegando al comedor.

–No.

–Es que Tae salió hace rato a buscar a Kun, pero ha llegado.

Lucas se encogió de hombros como si no le importara.

–Por cierto ¿Por qué nos reunieron aquí?– Cuestionó Ten.

–Tienen que estar todos– Respondió Jaemin.

No pasó mucho cuando entraron por el ascensor los dos chicos faltantes y se sentaron.

Los pecados se levantaron.

–Estamos todos reunidos aquí– Comenzó Haechan –Para celebrar el sagrado matrimonio de...

–¡Ese no es el tema!– Lo regañó Renjun.

–¿Me desvié del tema? ¡Oh! Lo siento... Bueno, estamos aquí para decirles que no se tienen que preocupar por aquella persona que le está pasando información al otro bando... Pues ya no lo va  a hacer. Estamos hablando en nombre de esa persona para que no se sienta mal.

–¿Y quién es?– Interrogó Johnny.

–No se va a decir... Bueno, no se le va  a decir a ustedes, plebeyos. Pero obviamente que a Kun y a Taeyong sí.

–Yo creo que eres tú– Comentó Hendery.

–Podría ser yo– Lo defendió Gula.

Pereza levantó la mano.

–O yo.

–Si está bien, sea quien sea, si el problema está resuelto, me voy a mi habitación– Doyoung se levantó y se dirigió al ascensor –Esto es solo un pérdida de tiempo.