22.- Íncubos.

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—Mark...

—Déjenme solo— Susurró con dolor y una punzada que le decía que todo estaba mal, y que no iba a ser fácil arreglar las cosas.

—Ma-

—¡¿Están sordos?!— Gritó levantándose.

° ° °

—¿Seguros que estará bien?— Preguntó Moobin una vez que salieron del edificio, preocupado por el chico que había pedido que lo dejaran solo por un momento —Se ve que un poco impulsivo

—¿Un poco?... Es demasiado impulsivo— Afirmó Renjun terminándose de limpiar su labio lleno de sangre con su mano derecha.

Esperaron un poco a que Mark mostrara señales de vida, pero Ira parecía no querer hacer nada. Sin embargo, oyeron un pequeño estruendo dentro del edificio que acaparó la atención de todos. Kun se quedó viendo a una de las ventanas que destellaba una luz brillante.

El mago se agachó y con una mano, tocó el piso, creando un campo de protección suficientemente grande para que ninguno quedara fuera.

—¿Que pa-

Otro destello se asomó por la misma ventana dejando a los demás con una incógnita en la cabeza. Y como si todo pasara en cámara lenta por sus ojos, cada una de las ventanas fue partiéndose, cayendo pedazo por pedazo, un pequeño calor los inundó a todos recorriéndole el cuerpo y hasta algunos, dándoles escalofríos al momento.

Siguieron analizando cada detalle que pasaba delante de sus ojos, así como se quedaron esperando a ver que era la luz que se acercaba a las entradas del edifico, cada vez más fuerte y notorio se tornó el fuego avilante que salió disparado por todos los lados posibles del edificio.

Los hombres lobo cayeron al piso asustados, mientras que los otros contemplaban el fuego rodeándolos, que de no ser por Kun, estarían calcinados mientras se iban al mundo de los muertos.

Las llamas iban y venían, bloqueándolas todo la vista y cegándolos con la combinación entre rojo, anaranjado y amarillo que soltaba el fuego ardiente.

Todo se fue apagando con el paso de los segundos, permitiéndoles ver que solo quedaban cenizas en lugar del edificio abandonado de donde había salidos hace solo algunos minutos. Su alrededor estaba quemado, los arboles destruidos y los pocos animales que habitaban en el bosque cercano ya no iban a abrir sus ojos nunca más.

El mago deshizo la protección y al mismo momento una ola de calor los inundó.

—Nos vamos— Dijo una voz fría y gruesa. Mark había aparecido al frente de ellos sin un solo rasguño.

° ° °

— Asmodeo al ser el príncipe de la lujuria, creó a sus engendros llamados Íncubos y Súcubos. Un íncubo es un demonio en forma masculina que, según las tradiciones mitológicas y legendarias, se encuentra con mujeres para realizar actividades sexuales con ellas. Su equivalente femenino es el súcubo. Algunas tradiciones sostienen que la actividad sexual continuada con un íncubo o súcubo resulta en el deterioro de la salud e incluso la muerte— Explicó Kun con calma —y Asmodeo al estar dentro del chico, convierte a Haechan en amo y señor de los íncubos.

—Genial, vinieron por su amo— Comentó Mark sarcásticamente —Primero, tengo el gran presentimiento que no van a querer que nos traigamos a Donghyuck. Segundo, no sabemos dónde mierdas se encuentran esas cosas.

Y era verdad, esta extraña aparición de los súbditos de Haechan solo traía consigo otro problema, estaba muy seguro que no iban a permitir que se llevaran a su amo así como si nada. Pero eso no importaba, si tenían que pelear, lo harían sin ningún problema.

Los 7 Príncipes del Infierno (Jichen, Markhyuck, Nominren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora