Los 7 Príncipes del Infierno (Jichen, Markhyuck, Nominren)

6.- Idiota.

–¿Y eso por qué?– Preguntó Haechan intrigado.

–Me ofrecieron ser el Rey después de que todo terminara. Me dijeron que yo era el más fuerte.

–¿Y les vas a creer?

Jaemin se encogió de hombros.

–Lo quiero. Quiero dinero, quiero oro, quiero mujeres, quiero hombres, quiero el mundo. Todo solo para mí.

–No creo que ellos te hayan dicho la verdad.

–¿Y crees que estos si?

Haechan rodó los ojos.

–Ellos son demasiado estúpidos como para mentirnos. Él único que tendría las agallas seria el Mago... Se me olvidó su nombre.

–¿Aceptaste estar aquí para pasarles información a ellos? Que Avaricioso eres, disfrutando aquí, pero estando del otro bando.

Jaemin miró de mala manera a Mark.

–Soy Avaricia ¿Qué esperabas? Además, tú también eres un pecado.

–Yo podré ser muy iracundo, pero no soy un vendido.

Terminando de  decir eso, Mark se levantó y dejó la sala para irse a su habitación.

–Le quedo con mucho Swag– Comentó Chenle.

–Yo no estoy del lado de nadie, ni quiero salvar el mundo, ni quiero destruirlo, pero no creo que este bien traicionarlos. Ellos nos van a llevar a recuperar nuestros poderes, por lo menos le tenemos que devolver el favor– Habló Jeno.

Avaricia cerró los ojos y recostó su cabeza del sofá, antes pensaba que esto que estaba haciendo está bien ¿Por qué ahora no?

–Ya lo hecho, hecho está. Los chicos ya saben que alguien les está pasando información a los otros. No puedo hacer nada.

Jeno colocó una mano en el hombro de Jaemin.

–Claro que sí. Pero necesitarás la ayuda de todos nosotros.

–Qué bueno– Dijo sarcásticamente –Ninguno va a querer ayudarme. Mejor me voy a dormir.

Jaemin se levantó e iba a comenzar a caminar pero fue interrumpido por Jeno que también se levantó.

–Cuenta con mi ayuda. Renjun ¿Vienes?

El nombrado lo pensó un momento.

>> ¡Por favor!

–Está bien.

Pereza sonrió contento.

–¡Sí! ¿Chenle?

–¿Por qué yo?

–Eres parte del grupo.

Envidia se sintió mejor por un segundo... ¡Estaban pidiendo su ayuda!

–Sí, acepto.

Haechan se levantó.

–Yo me anoto pero yo hago el plan, tengo uno bueno. Jisung, faltas tú.

–No cuenten conmigo– El chico se levantó pero fue detenido por Haechan.

–¡Sung!

Orgullo miró a Chenle. El apodo se le hacía bastante familiar.

–¡¡Sung!!

–Sunggie.

–Jisunggie.

–Park Sunggie.

Haechan chasqueó los dedos en frente de la cara de Jisung.

–¡Hey! ¡Tierra llamando a Orgullo! Te quedaste petrificado con el apodo de Chenle.