Capítulo 7

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Nota de suicidio.

Me encuentro sentada sobre el frío suelo de la sala con mi espalda apoyada sobre el sofá, mis brazos a cada lado de mi cuerpo mientras sostengo la nota con la mano. Esa nota que he leído muchas veces y que muchas veces juré no volver a leer. Hace menos de dos minutos dejé de llorar, aunque siento picazón en mis mejillas por las lágrimas que aún no se han secado. Mi cabeza está inclinada levemente hacia un costado y miro hacia el balcón. Afuera está anocheciendo. La sala se encuentra en oscuras, al igual que yo. La oscuridad me carcome por dentro. Un día, simplemente olvidé de prender mi luz y así se quedó.

Un leve sollozo escapa de mi boca y las lágrimas amenazan con salir de nuevo. Me siento tan inútil, tan estúpida.

Hay días en los que pienso y me digo a mí misma: ¿realmente quieres vivir así? Pero esto no es cuestión de querer o no querer. Es inevitable. Este tormento es inevitable.

Yo no elegí vivir de esta manera. No elijo llorar cada maldito día. No elijo que mi maldita subconsciente me lleve de vuelta a esos pensamientos que me impiden vivir. Porque es así como me siento. Sin vida.

Yo no elijo el hacerme daño y atormentarme a mí misma releyendo esta maldita carta tan a diario.

Mis dedos se pasean sobre la caligrafía prolija de la hoja arrugada. Quién diría que las finas letras de un lindo papel serían tan desgarradoras. Serían capaz de destrozarme tanto por dentro. Serían, en realidad, una nota de suicidio.

"...Lo hago porque no podría vivir sabiendo que tendrás que cargar conmigo. No quiero ser tu estorbo. Te amo tanto, cariño, que me duele el pensar que te pasarás la vida tratando de ayudar a una persona que no puede ser ayudada. Porque estoy tan rota, mi amor, que simplemente no puedo seguir. Estoy siendo cobarde, lo sé. Posiblemente me odiarás, también lo sé. Pensarás que me rendí fácil, pensarás que no te amo porque te dejé sola. Pero hago esto porque simplemente ya no puedo más, y porque quiero que vivas sin ataduras. Porque mereces muchísimo más de lo que una madre adicta a los antidepresivos puede darte. Sufrirás mucho, pero sé que tú sí lograrás seguir adelante.Te resultará irónico que te pida esto, porque lo es, pero vive, mi Rach, vive por ti y vive por mí. Vive, porque el que vivas es lo que más quiero. No quiero que pienses que al tomar esta decisión no pensé en ti porque, cariño, tú eres y serás mi único pensamiento hasta el último segundo en el que mi corazón deje de latir."

Leo las últimas líneas de la nota entre mis dedos que parece ser interminable. ¿Cómo es que pensó que estando sin ella yo iba a estar mejor? Dios, era mi madre.

Cierro mis ojos fuertemente para que mis ojos dejen de llorar, pero es imposible. No cuando yo misma me torturo de esta forma.

Me siento inútil y me desespera porque no puedo hacer nada por mí misma. Me siento tan rota que ya me va costando más el tener que levantarme en cada tropiezo, sacudir mis rodillas y seguir como puedo.

No sé cómo seguir, mamá.

Se siente como un infierno interminable y siento que he estado en él siempre.

Mi mirada está perdida en la mínima luz que se logra ver del sol mientras este se esconde en el horizonte.

—¿Rach?

Llevo mi vista rápidamente hacia el sitio donde proviene la voz. Miro con pánico hacia Theo e intento secar el resto de mis lágrimas con mis dedos.

Theo me mira con preocupación desde la puerta, la cierra y comienza a caminar lentamente hacia mí.

—Ey, linda, ¿qué sucede?

—N-No es nada.

—Entonces, ¿por qué lloras? —dice sentándose en el suelo, junto a mí. Me mira analizando mi rostro y yo suelto un suspiro tembloroso.

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⏰ Última actualización: Oct 03, 2019 ⏰

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If you let me go [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora