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Parte 7

Jaeno abrió la puerta del departamento, haciéndose a un lado para que Jaemin pudiera pasar.

Después de que el castaño recibiera un mensaje por parte del organizador de cada carrera, donde cancelaba el evento de esa noche, le había preguntado sí podía pasar la noche con él.

No había razones reales para negarse por lo que aceptó, confundido del porque repentinamente deseaba hacer algo más que follar con él.

La relación que comparten se supone es meramente sexual, tampoco es como que lo hayan dicho pero estaba implícito que no había sentimientos ni acurrucamientos de por medio.

Ingreso tras Jaemin y cerró la puerta, sintiéndose ligeramente incómodo por el escrutinio que parecía darle el castaño a la decoración y extensión del departamento.

No era demasiado excesivo, sólo lo básico. Sala de tamaño moderado, con tan solo un sofá y mesa de café ubicada frente a la pantalla plana, junto algunas pocas piezas decorativas. Únicamente separada de la cocina por la barra donde se ubican las sillas altas.

-Es lindo- aprobó después de un rato el castaño, dándose la vuelta para observar a Jaeno fijamente. -Ahora, porque no me muestras la habitación y yo te muestro lo que traigo en la mochila ¿Uh?

Jaeno asintió incómodo, eso era más como algo que harían ellos. Encontrar una superficie para "jugar" un rato y divertirse.

Le llevo por el corto pasillo hasta estar frente a una de las dos únicas puertas, primero indicando que la puerta de enfrente corresponde al baño y posteriormente dándole acceso al lugar más privado en su vida diaria en Seoul, su habitación.

El lugar era tan sencillo que podría decepcionar a cualquiera excepto a Jaemin, porque él esperaba algo así. Jaeno es tan simple que no podría esperar cosas elaboradas del aburrido muchacho.

Una cama al centro con ropas negras y sábanas blancas, una guitarra acústica en una esquina y la puerta del closet cerrada, el lugar estaba más limpio que el departamento del propio Jaemin y eso que él contaba con personal de servicio.

El lugar estaba perfecto para el pequeño juego que tiene en mente, la silla de estilo victoriano cerca de la ventana sería algo que le gustaría demasiado y el espejo de cuerpo completo que la reflejaba era perfecto.

Jaeno le permitió husmear dentro del closet en su ropa, viéndolo salir minutos más tarde con un conjunto simple en las manos. La sonrisa brillante era como la de un depredador a punto de cazar su presa.

-Hazmé un favor y ve a ponerte esto en el baño mientras hago unas cuentas cosas aquí- ofreció, tendiendo el conjunto en dirección de Jaeno, quién lo tomo con manos temblorosas.

Jaeno hizo lo indicado con duda, no entendía porque Jaemin deseaba que vistiese con aquella camisa blanca, pantalón negro y corbata. Hizo el nudo con sumo cuidado, por alguna extraña razón sintió que era realmente importante para lo que harían.

Una vez preparado decidió ir a su habitación para ver si Jaemin ya había terminado, sólo le había dado unos cuantos minutos pero cuando giro el pomo de la puerta y esta se abrió revelando lo que había ahí dentro, el corazón de Jaeno se aceleró.

El uniforme de policía parecía real, con todas esas insignias y escudos, e incluso la boina había sido un gran detalle, el cabello de Jaemin estaba oculto tras está mientras estaba ahí parado de manera tan imponente.

Los brazos atrás de la espalda, recto y las piernas ligeramente separadas.

-Juguemos un poco, Jen~

La sonrisa dulce contrastando con las esposas en sus manos.

Jaeno esperaba que realmente no se las pusiera.