Capítulo. 43

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Pov Abigail:

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Estábamos yo, Chris y Zabdiel en un parque algo oscuro.

Ambos me veían y abrían sus brazos con la intensión de abrazarme y yo corrí para abrazar a quien siempre quise.

Zabdiel...

Pero detrás de él pude ver como estaba aquella chica Morena y Madeline sonriendo con esa jodida maldad que tanto detesto.

Lo abracé con fuerza intentando olvidar todo el dolor que me causó verlo así, pero no puedo.

Me alejé de él y lo observé con detención intentando buscar alguna explicación en sus ojos.

Sentí una mano en mi hombro y con ello la voz de Noemí.

"Prométeme que no lo harás sufrir"

Y a lo lejos mi voz repitiendo una y otra vez.

"Jamás lo haría sufrir así tenga que renunciar a mi felicidad por hacerlo feliz a él"

Sentí como mi cabeza se llenaba de voces gritando que amaba a Zabdiel.

Pero él siempre estuvo ahí.

Corrí a abrazarlo y refugiarme en sus brazos tal y como siempre lo hacía, es el único que logra calmarme.

Dejé de escuchar esas voces y entonces levanté mi rostro, observando solamente esa preciosa sonrisa llena de cariño que me encanta.

De pronto estábamos en el mismo techo de esa vez.

Riendo y abrazandonos.

Amándonos.

Mientras Zabdiel miraba toda la escena con dolor.

Lo miré con precaución y él al verme, corrió como un loco por un bosque oscuro.

Yo gritaba como una loca su nombre.

Una y otra vez.

Zabdiel! Zabdiel, Zabdiel!

Caí al piso rendida, embarrandome las rodillas con lodo y sentí un ruido ensordecedor llenar mi cabeza.

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Desperté algo agitada tras oír un fuerte golpe, pero al ver a Chris y recordar todo lo sucedido entre nostros me calmé.

Vaya, todo fue un sueño.

Sonreí.

No podría estar en mejor lugar, fue la mejor noche de mi vida.

Y no me arrepiento de nada.

Chris se quedó observando mi rostro y sus ojos mostraban algo que jamás había visto en él.

-Vete- Dijo sin más.

-¿Qué?- Aún estaba algo adormilada y boba por el sueño anterior, no entendía nada.

¿Que sucede?

-Que te vayas o es que estás sorda?- La rabia que había en su voz era tan increíble, jamás lo había visto así.

-Pero por qué, ¿que sucede?- Seguía sin entender que ocurría.

Me senté en la cama tapando mi cuerpo con la blanca sábana y lo observé de frente.

-Ya conseguí lo que quería, ahora vete- Se levantó de la cama rápidamente dejándome sola ahí.

-¿Ya conseguiste lo que querías?- Mordí mi labio inferior intentando no llorar pero se me estaba haciendo bastante difícil.

Asintió y sonrió con maldad.

Entre dos AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora