Capítulo. 62

46 2 0
                                    

-Si Chris, soy yo- Sonreí con fingida inocencia.

-Qué mier...-Se detuvo pasando la mano por su cabello, estaba frustrado se notaba.

Tomé su mano e intercambié con él, ahora era yo la que acariciaba su cabello.

Él tan solo miraba todos mis movimientos sin decir nada.

Tiré de su brazo con fuerza y ambos entramos a la habitación.

-Ahora sí, dime lo que tengas que decir- Él me observó de pies a cabeza estudiando cada extremo de mi cuerpo.

Me acerqué a Chris y lo abracé, se que todo es una actuación pero abrazarlo se sentía tan bien.

Él no me alejó ni tampoco se enojó, simplemente también me abrazó.

Me acerqué a su boca y aunque el hizo el intento de alejarse, me dejó.

Fue un beso demasiado suave pero aún así se podía apreciar el amor que había entre nosotros dos.

Es algo imposible de negar, a pesar de todo, yo lo amo y el me ama, pero lo nuestro no puede ser posible.

Enredé su cabello entre mis dedos e intensifiqué el beso sacando un gruñido ronco de su parte.

Él tomó mis caderas y me llevó hasta la cama, yo de espalda y Chris por encima.

Podía sentir su agitada respiración y como su deseo por mi comenzaba a aumentar.

No decía nada, simplemente me besaba con fiereza como si de una venganza se tratase.

Lo dejé porque se sentía tan bien  aunque en mi mente siempre tengo presente que esto es una actuación, no puedo volver a caer.

Esta vez seré yo la que juegue con él.

En un rápido movimiento lo dejé bajo de mí, comencé a juguetear con su deseo por besarme.

Bajé a su cuello, mientras él con sus frías manos intentaba bajar el cierre de mi ajustado vestido.

Antes de que lo bajara por completo lo detuve, quitándole la camiseta con rapidez.

Tomé sus manos y las dejé por encima de su cabeza, con su camiseta color rojo amarré ambas manos, impidiendo que pudiera tocarme.

-¿Que rayos haces?- Preguntó intentando controlar su agitada respiración.

-Quiero jugar un poco amor- Sonreí con ternura, Chris intentó zafarse pero no lo logró.

Bajé mis labios a los suyos sin llegar a besarlo, el se moría de ganas por hacerlo, se le notaba en como su agitada respiración cada vez se hacía más y más incontrolable.

Me abrí un camino hasta llegar a su cuello y luego a su pecho, basando el tatuaje que tiene justo ahí, eso hizo erizar su piel.

Sonreí, estaba logrando mi plan tan fácilmente.

Coloqué mis manos algo temblorosas en su pantalón.

Chris tenía sus muñecas rojas por el intento de soltarse.

-Vamos Abigail, suéltame yo también necesito sentirte- Rogó mientras miraba como mis manos estaban puestas casi en su parte más sensible.

Mordía su labio inferior repetidas veces mientras intentaba controlar su respiración.

Finalmente bajé su jean.

De nuevo me encontraba sobre él, esta vez si besé sus labios.

Chris logró soltar una mano y al quedar floja la camiseta, soltó ambas.

Me tomó con fuerza por las caderas y me dejó bajo él.

Vaya esto no me lo esperaba...

-No intentes jugar conmigo Abigail, yo soy más experto que tú en estas cosas- Sonrió con travesura mientras miraba fijamente mis ojos.

Abrí mi boca para hablar pero él me detuvo.

-Shh, no no, si quieres ser demonio yo puedo ser el mismísimo satanás, ambos estamos destinados a estar juntos te guste o no, nos destruimos pero nos amamos y eso no cambiará por mucho que lo intentes- Observé fijamente sus ojos intentando encontrar algo que me diera una pista de como es que supo que yo quería jugar con él, ¿es que acaso lee mi mente o qué?.

-No me conoces realmente- Lo reté, gran error.

Sonrió y se acercó con fuerza a mi boca, besándome sin siquiera dejar que respire.

Diablos y sí, se siente tan jodidamente bien.

Es un pelea entre los dos.

El fuego que siempre se enciende al estar juntos es imposible de apagar.

Ni siquiera Zabdiel podría hacerlo.

Mordí su labio con fuerza para que se alejara y lo logré.

-Vamos vampira, con calma- Chris se sentó a mi lado mientras tocaba con sus largos dedos su labio inferior.

Aproveché ese momento para levantarme de la cama, agarrar mis zapatos y hacer el intento de alejarme de Chris.

Es obvio que el plan no resultó, debo planear otro.

-Oh! No no, pequeña, ven acá esto aún no termina- Enrrolló mi cintura con sus fuertes brazos y me levanto del piso.

-Chris!, Bajame!- Grité mientras lo golpeaba, pero nada resultaba.

-No preciosa, esto aún no termina- Me lanzó en la cama y sonrió con travesura.

Diablos y ahora que hago.

Ya no quiero estar aquí, quiero huir y llorar por ser tan idiota.

-Chris déjame por favor! Me quiero ir, se que es mi habitación pero yo no quiero estar aquí contigo, aaah!- Grité cuando sentí como sus manos enrrollaron mi cintura y me acercaron a su cuerpo desnudo.

Mierda, está tan ardiente.

Intente levantarme pero no me lo permitió, al contrario, bajó el cierre de mi vestido y en un rápido movimiento lo quitó.

Sin más.

Sin avisarme y sin siquiera preguntarme.

-¿Qué haces idiota!? Suéltame- Lo pateé un par de veces pero nada resultaba, al contrario, Chris ahora estaba sobre mí cuerpo.

Él tan solo estaba en bóxer y yo con mi simple ropa interior.

-No decías eso hace algunos minutos eh- Esa jodida risa encantadoramente traviesa me estaba matando, tanto por rabia como por ganas de lanzarme y besarlo como nunca antes- Hace tan solo algunos minutos estabas deseando besarme, jugando, pero estabas ansiosa de mí- Intenté enderezar mi espalda para mostrarme fuerte ante él pero eso fue aún peor, su pecho y el mío se rozaron, eso provocó que sus ojos se oscurecieran notoriamente, bajó su vista a mis labios y una de sus manos a mi muslo.

Jodido Chris! Sus manos me quemaban la piel.

No se que hacer, mi cuerpo tiembla al sentirlo tan cerca y estoy segura de que él lo nota, por eso no se detiene, sabe usar demasiado bien el poder que tiene sobre mí.

Mi miraba estaba perdida en él y en sus ojos oscuros, miraba cada detalle de su cara.

Como en su frente caía un mechón de su cabello y como una gota de sudor bajaba de él.

Vamos Abigail! No puedes ser tan débil, aléjate!.

Intentaba llenar mi cerebro con esa frase pero este no la captaba, solo estaba lleno del deseo que tengo por Chris.

Diablos! Me muero por besarlo.

Él acercó su boca a la mía, tanto que podía sentir como su respiración se mezclaba con la mía.

Su aliento era una mezcla entre menta y algo de cerveza, pero aún así olía increíblemente bien.

Lamió sus labios y el siguiente paso fue lo que menos esperaba.

Lo hizo de nuevo y yo volví a caer.

Entre dos AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora