Entre dos Almas

Capítulo. 71

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Ethan en pantalla.
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Yo, estoy en Chile, cuando los chicos comenzaron la nueva gira, yo viajé nuevamente aquí, hasta que comience la mía.

Corrí a mi computador y coloqué el pendrive que Chris me entregó hace ya más de un mes con las pruebas contra Madeline.

Leí cada parte.

Necesitaba saber y entenderlo todo.

Madeline es estado unidense, nació en Dallas, al norte de Texas, se casó a los dieciocho años y a los dos meses intentó asesinar al hombre con el que contrajo matrimonio, sus padres la encerraron en un hospital psiquiátrico del cual escapó llegando a Chile, exactamente a Santiago.

Conoció a Williams Brown, mi padre, quien la ayudó a conseguir trabajo y así estabilidad aquí en Chile.

Mi corazón comenzó a latir con fuerza al leer lo siguiente.

Tuvieron una relación amorosa de aproximadamente 1 año, saliendo de ahí un fruto, a quien solo madeline reconoció en legalidad.

Un chico que en la actualidad tiene veintitrés años y se llama Ethan Davis.

Porque Chris no me contó nada de esto.

Demonios! Osea que papá tenía un hijo incluso antes de conocer a mamá.

Sentí como las lágrimas comenzaron a salir y como el aire hacia falta en mis pulmones.

Mi padre tiene un hijo con la mujer más horrible e inhumana del mundo, un hijo que es mi medio hermano y el de Tess.

Dios, yo no puedo con tanto.

Por eso Madeline me odia tanto a mi, mamá y Tess.

Papá la dejó sola con un niño a quien cuidar y no se hizo cargo de él, luego se casó con otra chica con quien formó una familia

Seguí leyendo.

Ethan es un profesional ahora, es un ingeniero en minera, así que no vive en Santiago.

Madeline se casó nuevamente a la edad de treinta y tres años con Williams luego de haber fallecido su mejor amiga y la esposa de Williams.

La encontraron tirada en su oficina ya muerta, le hicieron una autopsia para saber la causa de muerte y encontraron droga en su cuerpo, así que se dio el veredicto final de que ella murió por una sobredosis.

Su esposo intentó reabrir muchas veces el caso pero nunca llegaron a ninguna conclusión más que esa.

Elizabeth murió a causa de su excesivo consumo de drogas.

Aunque nadie la vio jamás consumirla.

Hasta el día de hoy Madeline tiene cuarenta y dos años y sigue casada con Williams quienes ahora tienen un segundo hijo de exactamente dos años, llamado Daniel Brown Davis, reconocido legalmente por ambas partes.

Tiene algunos trabajos algo ilegales, pues se la pasa con hombres extraños vestidos de negro, ella manda y ellos hacen.

esos hombres solo eran dos de todos lo que tiene Madeline.

Le marqué a Chris, necesitaba saber porque no contó sobre el hijo de papá.

¿Será que el quería ahorrarme dolor?

-Hola princesa!- Respondió chris con entusiasmo.

-Hola cariño, quería hacerte una pregunta-

-Si claro, dime-

-Estuve revisando el pendrive que me entregaste y...-

-Tienen un hijo- Soltó sin dejar que yo termine.

-¿Por que no me lo contaste Chris?- Ahogue un pequeño sollozo que amenazaba con salir.

Papá siempre fue una mala persona... y yo nunca lo vi.

-Amor perdóname... yo crei que era mejor que te lo contara él, no quería verte sufrir más de lo que ya has sufrido- En su voz había tanta desesperación- Y mucho menos ahora que yo no estoy ahí...-

-Pero Chris! Podrías habermelo advertido al menos! Sabes cómo me siento yo ahora sabiendo que me ocultaste algo así, todo esto es una mierda!- Se que Chris no tiene la culpa pero es que tengo tanta rabia acumulada en el corazón que no quiero hablar con nadie.

Ya no quiero más por favor!

¿Por qué papá!?

Fue imposible ocultar mis sollozos, los dejé salir.

-Abigail por favor no llores, no sabes como deseo estar ahí contigo- La voz de chris era desesperada y triste.

-Perdoname Chris, yo...-

Sentí como la puerta principal se abrió y cerró.

Un chico rubio, alto y sonriente se asomó por la puerta.

-¿Qué ocurre Abigail?- La voz de chris se hacia presente en el celular.

-No sabes cuánto tiempo espere para conocerte al fin, eres hermosa!- Corrio a mis brazos y me abrazó con fuerza.

Yo quedé algo boba y sin aliento, no lo conocía pero el parecía conocerme demasiado bien.

-¿Abigail quien es?, escuché una voz masculina- Chris seguía insistiendo en el celular.

Pero yo lo ignoré completamente.

Decidí encerrarme en los brazos de aquel hombre y llorar.

No sé cuál será la razón, pero me sentí tan refugiada.

-Abigail! Perdóname por favor! Se que cometí un error al no contarte pero-

-¿No le contestaras a tu novio?- Preguntó el rubio.

Negué con la cabeza escondida en su pecho.

-Entonces yo lo haré- Dijo soltándose de mi abrazo y alcanzando mi celular.

-No, yo lo hago-

-No me hagas esto por favor amor! Te prometo que viajo ahora mismo si tú me lo pides, pero por favor no te alejes de mí- Senti como su voz era quebradiza, había comenzado a llorar.

Y yo no hacía nada para detenerlo.

Una vez más lo hiciste sufrir Abigail.

-No me voy a alejar de ti Chris te lo prometo, aunque lo intentara se que no voy a poder- Susurré.

-Gracias al cielo que me respondiste, ¿Que sucede?, ¿Quien era ese chico?- Preguntó ignorando completamente mi momento de sinceridad.

-Nadie Chris, luego te llamo-

-Pero amor...- Colgué la llamada, ignorando completamente la punzada que me dio en el pecho cuando chris ignoró lo que le dije.

Tal vez el ya no siente lo mismo que antes...

-¿Llorabas por él?- Preguntó el chico apuntando en dirección al celular.

-No, lloraba por otra cosa- Sonreí falsamente- Aunque aún no me has dicho quien eres- Cambié de tema.

-¿No lo sabes?- Arrugue mi entrecejo negando con la cabeza.

-Claro que no- Él hizo un puchero.

Realmente era muy guapo.

Tiene un estilo algo malote, sus jeans negros ajustados y rotos en la rodilla, su musculosa también negra con una calavera color Blanca y tiene un piercing color negro en el labio.

Era alto, rubio y tenía los ojos más celestes que vi en mi vida.

Aunque...

Ya se quien tiene esos mismos ojos.

Ethan.