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El desastre que inició todo

—¡Grace, despierta! —gritó Aylen intentando despertar a Grace.

Había entrado a su habitación para decirle que si no se levantaba iba a llegar tarde a la universidad pero encontró a Grace bañada en sudor y murmurando cosas como "¿Quién eres?" “no puedo ayudarte" "No sé lo que está pasando" pensó que estaba teniendo una pesadilla así que apresuradamente se acercó a ella para despertarla.

Narra Grace

Desperté con un gran dolor de cabeza, empapada de sudor y la garganta seca. A mi lado se encontraba mi madre mirándome fijamente con una cara de preocupación.

—¿Estás bien? —preguntó acariciando mi cara cariñosamente.

—Sí, sólo fue una pesadilla —dije descubriendo la sábana y sentandome en la cama.

—Bueno está bien —respondió no muy convencida—. Apresurate o vas a llegar tarde a clases.

—¿Que hora es? —pregunté mientras tomaba mi toalla y me dirigía al baño.

Mi madre miró su reloj de mano—. 7:30 am.

«¡Santa cachuchas! Faltan 30 minutos, apurate Grace»

Ya voy, ya voy.

—Gracias mamá, me baño rápido y bajo a comer—. Mi madre asintió y salió de la habitación, yo me metí al baño y me apresuré a darme una ducha.

20 minutos más tarde ya me había bañado, desayunado y me encontraba en el autobús con Harper.

—¿Que haremos hoy? —preguntó Harper mientras revisaba su celular.

—Pues quería ver si íbamos de nuevo a la casa Murphy, quiero ver si consigo algo que tenga que ver con mi padre —Opine mientras pensaba de nuevo en aquella foto.

—Me parece buena idea, ¿Esta vez si llevaremos a Allan?

—Sí… Sé que te llama la atención y por eso quieres que vaya con nosotras. —La miré con cara cómplice.

—Bueno, un poco, pero recién lo conozco así que no me haré ilusiones. —Sonrió de lado.

—Quizás entre ustedes pueda darse algo —dije.

El autobús se detuvo y  bajamos.  Entramos a la universidad e íbamos de camino al salón cuando tropecé un bote de pintura negra que había en el suelo regándola y cayendo de rodillas sobre ella. ¡Buena esa, Grace! Segundo día de clases y ya andas pasando pena en pleno pasillo.

«¡Es que eres pendeja de nacimiento!»

—¡Maldición! —gritó un chico frente a mi— ¡¿Es que la gente no ve por dónde camina?! —Levanté la mirada furiosa mirando al desconocido que gritaba como si tuviera todo el derecho. Justo iba a ponerlo en su lugar cuando Harper me interrumpió.

—¿Evans? —preguntó ella mirando al chico, perpleja.

—¡Harper! —Exclamó el chico con alegría acercándose a ella para abrazarla.

No estaba entendiendo nada. Me levanté toda embadurnada de pintura y me paré frente a ellos aclarándome la garganta a propósito.

—Siento romper el lindo momento, pero debo cambiarme Harper —hablé, haciendo que se separaran.

—Grace, él es Evans Haggard, un viejo amigo. Evans, ella es Grace Rogers, mi nueva mejor amiga. —Nos presentó, Evans me ofreció su mano y yo la acepté.

—Hola Grace, que mala presentación. —Rió—. Pero en mi defensa, tú ibas distraída, yo sólo estaba pintando un mural. Un gusto conocerte. —Me dedicó una sonrisa ladina.

—Dejémoslo en que ambos somos culpables. —dije ya más calmada y con amabilidad—. Harper, ¿me acompañas a cambiarme?

—Sí, vamos al baño.

—Tenemos que ir a mi casa, no traigo ropa aquí. —dije con frustración.

—Yo tengo ropa en mi bolso siempre.

Harper se despidió de Evans con un beso en la mejilla y un "nos vemos más tarde", yo sólo le ofrecí una sonrisa amable y seguí a Harper hasta el baño.

—¿Que tal te cayó Evans? Ignorando lo de la pintura. Es un gran amigo, lo quiero mucho —preguntó Harper animada sacando la ropa de su bolso y poniéndola sobre el lavabo.

—¿Por qué me preguntas eso? —respondí confundida, a primera impresión si me cayó bien.

—Por simple curiosidad. —Levantó los hombros.

—Pues es muy agradable.

Tomé la ropa y me metí al cubículo para cambiarme, lo hice en silencio y mientras Harper estaba jugando en su teléfono.

—Vamos, tenemos 4 minutos para llegar al salón. —Salí guardando la ropa manchada en mi bolso, llevaba puesto un pantalón con mallas negras y un suéter rojo.

Me dirigí hacia la salida y Harper me siguió. Caminamos rápidamente a través de los pasillos «en los cuáles ya quedaban muy pocos alumnos», hasta que llegamos al salón. La profesora aún no llegaba, por suerte, así que  me senté en uno de los pupitres del medio soltando un suspiro de alivio, Harper se sentó detrás de mi. Pocos minutos después entró la profesora.

—Lo siento por el retraso, estaba hablando con el director que me pidió que le dijera a la señorita —Sacó un trozo de papel que tenía dentro del bolsillo de su bleiser—... Grace Rogers, ¿se encuentra aquí? —Nos miró a todos.

—Sí, aquí estoy. —Levanté la mano para que viera.

—Muy bien, ve con el director. —Me ordenó sentándose en su escritorio, yo sólo asentí y me puse de pie mientras todos me miraban con cara de "Ya valiste chiquilla".

Miré a Harper que hizo cara de "¿Que pasó?" le susurre un "no sé" tomé mi mochila y salí rumbo a la oficina del director.

(...)

La secretaria me dijo que pasara, así que entré a la dirección y me encontré con el director y... ¿Evans?

—Hola Grace. —Saludó el director amablemente—. Soy el director Richard Johson. —Estiró la mano y yo se la acepté cordialmente.

—Grace Rogers, aunque supongo que ya sabe quién soy. —Me presenté— ¿Para que soy buena?  —Pregunté mirando de reojo a Evans quién sólo permanecía sentado.

—Siéntate. —Asentí y me senté en una silla al lado de Evans—. Estás aquí porque mi hijo Evans y tú deberán limpiar ahora mismo el desastre que hicieron en el pasillo. —Explicó tranquilamente mirándonos a ambos.

Espera... ¿Hijo? ¿O sea que Evans es hijo del director? Que sorpresa.

«Así hasta yo me graduo»

—Papá, ¿es en serio? Tuve que hacer el mural y ahora tengo que limpiar —dijo en tono de reproche.

—¿Y yo por qué? Si el tropezar la pintura sólo fue un accidente. —Me quejé.

—Pues si no quieren estar suspendidos por dos días debido a sus distracciones, deben hacerlo.

—Pues ya que. —Aceptó Evans con fastidio.

—Está bien. —Me limité a decir con resignación, no podía darme el lujo de estar suspendida.

—Entonces vayan de una vez, debe estar limpio antes de que suene el timbre de descanso, en exactamente, una hora. —Explicó mirando la hora en su reloj.

Evans y yo nos levantamos a la par y nos dirigimos a la puerta para ir a limpiar el desastre que inició todo.

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El secreto de Grace ||TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora