la gran ciudad

Parte 4

¿de verdad estaba lista?

Él tomo mi mano y me dirigió hasta su auto, me sente en la parte del copiloto, la sensación en mi cuerpo era inexplicable, no eran nervios, no era miedo, no eran mariposas.

Se subió él al auto me miro y dijo

-¿tienes miedo?

¿Por qué tendría que tenerlo? -No. Me limite a responder.

Él encendió el carro y lo puso en marcha, predio el estéreo. Sonaba una canción de Edthi Aravena, sonreí, conocía la canción, pronto él apagó el estéreo y un silencio se hizo dueño del momento.

Más preguntas venían a mi mente, ¿que pasaba? ¿que hacía él aquí? Algo me sacó de mis pensamientos. La ciudad estaba totalmente sola. Parecía un sueño

*sábado por la noche*

-Brenda vamos a salir. Grito mi prima desde su cuarto, me diriji a donde se encontraba ella .

-¿y a donde rayos se te ocurre ir a las 8:39pm? Pregunte con cierto enojo

Ella me miro - la peor pregunta de la noche eh. Aplaudió como si de un espectáculo se tratara.

-Además no tengo dinero y mi mamá, ¿donde esta mi mamá?  . Dije con curiosidad.

-ya todo esta arreglado vistete. Respondió ella.

mi prima Elizabeth solía ser mandona pero hoy se había propasado.

Me vestí con toda la paciencia del mundo, de verdad no quería ir era sábado, había estado todo el día en la iglesia además hoy daban esta es la voz, y mí querido Adam levine iba a estar. Ashh Adam Levine. Un postre hecho carne humana

-Muevete. Grito Elizabeth, aunque estaba a corta distancia de mi.

Me saco de mi acto pensativo de Adam debía morir, pero no esta noche.

-ya estoy lista. Falda, sandalias, y una camisa de cuadros.

-perfecta. Dijo ella mirando mi ropa, ¿eso era sarcasmo?

-Gracias. Murmure.

-bueno llego Elthon. Salió una sonrisita de su rosto

Claro Elthon, tenia que ser. Rodee mis ojos.

-vámonos entonces. Sonreí también.

*Elthon: Alto,ojos verdes, cabello negro y perfecto, si, pero no más que Adam.

-Hola Brenda. Saludo Elthon haciendo un gesto con su mano

-Hola Elthon. Salude con una sonrisa.

Elizabeth nos interrumpió.

*Elthon y yo eramos mejores amigos hasta que Elizabeth se enamoro de él y nos alejo, Elthon una noche, cuando estaba ebrio le confeso que siempre había sentido algo por mí. Todo un desastre*

-¿nos vamos?. Dijo Elizabeth.

-si. Respondí yo

Elthon abrió la puerta del copiloto y me Índico que entrará, pero en mí lugar entró Elizabeth, yo suspire y abrí la puerta de atrás y entre. Elthon encendió el auto.

Entonces allí estaba yo en la parte trasera del auto, mirando por la ventana, sintiendo el viento en mi cara, mirando como las luces se desvanecian a nuestro paso.

Ahora