13.Muchas preguntas, pocas respuestas

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El poder es como un explosivo: o se maneja con cuidado, o estalla.

Avanzar sin rumbo alguno es relajante, (desde mi punto de vista) nunca me había sentido tan libre, libre de hacer las cosas que yo quisiera, elegir, tener un plan aunque aún no tuviera uno. Viajaba a una velocidad bastante alta, por mi mente se pasaban muchos recuerdos y se me hizo un nudo en la garganta, quería regresar enfrentarme a ella, pero estaba muy débil, no tenía argumento alguno, además ¿qué le diría?

"hola Brenda... emm vengo para que hagas tu trabajo. ¿Quieres matarme ahora o luego de que tomemos una taza de té?"

Pise el acelerador ante aquel pensamiento.

Después de un largo rato de conducir por la amplia y sola carretera visualice a alguien en el horizonte que iba caminando a orillas del camino, comencé a bajar la velocidad, era una chica, tenía una chaqueta negra unos short marrones que le llegaban casi a las rodillas unas botas azules y parecía que tampoco tenía rumbo alguno, caminaba como si los pies le pesaran estacione el auto unos metros más allá de donde ella se encontraba, por el retrovisor pude ver que ella se detuvo. Salí del auto, la muchacha era hermosa tenía el cabello suelto un poco alocado color castaño, unos ojos marrones que hipnotizaban, quería hablar pero no me salían las palabras así que ella lo hizo primero.

-¿Quién eres? Y ¿qué quieres?- sus ojos inspeccionaban cada parte de mi cuerpo, no sé por qué lo hacía, tal vez estaba buscando un arma o algo con lo que pudiera hacerle daño.

-mi nombre es Elthon Bl...- por alguna razón no pude completar mi nombre- solo Elthon y tu ¿Cómo te llamas?

-¿solo Elthon?- dijo escapándosele una risita tierna.

La intensidad de su mirada había bajado, ahora estaba más relajada – si solo Elthon, ¿y usted quién es? ¿Qué hace por este camino sola?- alguien podría hacerle daño, eso era algo que tal vez ella no había pensado.

Hizo una larga pausa mirando a su alrededor y por fin respondió – la verdad es que no sé quién soy, desperté sin saber nada, llevo bastante tiempo caminando sin rumbo- agacho la cabeza avergonzada, tal vez si era cierto, tal vez no, pero decidí confiar.

-pues yo tampoco llevo ningún rumbo, así que puedes estar tranquila- sonrió después de ese comentario.- ¿quieres venir conmigo? – no analice lo último que dije, me sentí avergonzado, no quería que ella pensara que la estaba presionando o algo así.

Ella agacho nuevamente la cabeza – pero prometes no hacerme daño – volvió a subir y poso su mirada en la mía, era realmente hermosa, ¿pero qué estaba pasando conmigo?

-te lo prometo- sonrío y me dio un abrazo, sus manos pasaron alrededor de mi cuello, la sensación que había sentido, no la había sentido con nadie más coloco su cabeza en mi hombro, se sentía segura.

Cuando me soltó sonrío y yo le devolví la sonrisa, luego de eso se subió al auto.

Comenzó el camino sin rumbo, su compañía era realmente perfecta, por un largo rato termine olvidando todo lo que estaba ocurriendo, de vez en cuando le contaba chistes, que se extendían porque tenía que explicárselos a lo que ella decía que aún no le parecía tener gracia, pero luego se reía al ver mi cara de decepción, al cabo de un gran rato le pregunte como había llegado allí y que era lo último que recordaba, ella dejo su mirada fija en la ventanilla y empezó a hablar.

-lo último que recuerdo es a mi padre llorando en las escaleras de una casa, tal vez era mi casa, pero no lo recuerdo- suspiro

-¿y cómo sabes que era tu padre?- pregunte

-no lo sé, solo lo siento así-

Cada vez tenía más preguntas, y si era así como estaría ella- ¿y por qué lloraba?

-tampoco lo sé, pero todo estaba destruido, cuando él subió su mirada para verme, sentí un golpe fuerte en la cabeza, después de eso todo era borroso hasta que desperté en la camilla de lo que aparentaba ser un hospital abandonado, no había nadie, solo estaba yo, sin recordar más que eso.

-¿y hace cuanto fue eso?-

-hace tres días, y desde entonces no he parado de caminar, quiero buscar a mi padre y que me explique todo lo que ocurrió, porque no entiendo como todo está tan destruido, ¿y donde están todos?

Suspire, entendía todo por lo que ella estaba pasando, así mismo se debió haber sentido Brenda cuando despertó entonces me dispuse a contarle todo lo ocurrido

- Hace algunos años un grupo pequeño de personas empezó a apoyar cierto tipo de creencias, rápidamente se apoderaron del mundo, ya no era un grupo pequeño ahora eran miles por todo el mundo, se hacían llamar los conservantes y a los que no pensaban igual que ellos les decían rebeldes, después de un largo tiempo de disputas entre ambas creencias los conservantes se cansaron de no tener siempre la razón e implementaron una ley donde las personas que no apoyaban debían morir, como ellos mismos estaban en el poder aceptaron la ley y en poco tiempo ya estaba media población de rebeldes muertos, los asesinaban en plazas, calles, centros comerciales, frente a cualquier espectador solo para hacer llegar el mensaje de que ellos gobernaban el mundo, los pocos rebeldes que quedaron rápidamente se escondieron, los conservantes ya con el triunfo en las manos se olvidaron de ellos, meses después empezaron a desaparecer personas, en su mayoría personas armadas guardias, policías, militares, los rebeldes querían conseguir con que defenderse algunas veces mataban a los portadores de dichas armas pero en su mayoría estos se unían a este movimiento . Los líderes no se preocuparon por esta situación, ellos seguían con su victoria, pero uno de esos líderes se dispuso a tener un plan "b" con el gran poder que tenía consiguió unas instalaciones donde empezó a entrenar a los hijos de otros líderes, les enseñaban como debían matar, el ¿Por qué? Y ¿para qué? Sembraron odio en más y más jóvenes, hubo un tiempo donde todo aparentemente estaba bien algunos grupos de personas que no pertenecían a ninguna creencia los dejaban vivir pero sin ninguna seguridad o promesa de vida extensa, los jóvenes se juntaban con otro tipo de jóvenes y así, todo estaba volviendo a su normalidad, hasta que se desato un comentario entre los líderes, afirmando que había una chica que podía cambiar el rumbo de su historia y que debían a toda costa acabar con ella. Así como el rumor llego a los conservantes así llego a los rebeldes y esa chica era su esperanza de vida, los líderes optaron por buscar medidas y eligieron a un joven recién entrenado para matarla, este muchacho sabía que debía hacer su trabajo al pie de la letra pero sus sentimientos jugaron con él y el trabajo se extendió, los líderes no podían dejar que eso ocurriera así que decidieron actuar con sus propias manos pero sin poder terminar con lo mandado dejaron a la chica medio muerta y el joven que ahora creía estar enamorado la sumergió en sueño criogénico para intentar salvarla y la escondió por tres años, y en ese transcurso de tiempo se desato una guerra, los conservantes creían que los rebeldes tenían a la chica y viceversa. Murió muchas personas en manos de esos dos bandos, el resultado fue una total debilidad para ambas creencias, así que cesaron. Pero ahora los conservantes están recuperando fuerzas.- al terminar pude ver como se reflejaba el temor en sus ojos.

-¿y la chica? ¿Dónde se encuentra?- fue lo único que dijo

- esta con los conservantes fortaleciéndose-

-pero si ellos querían matarla. ¿Por qué los está ayudando?-

Era una buena pregunta, yo también me la hacía a cada minuto del día- no lo sé- ella apoyo su cabeza en sus manos e inclino su cuerpo hacía delante

-¿tú de qué lado perteneces?-

-de ninguno.

Suspiro se acomodó en el asiento y respondió – fue lindo lo que hiciste por ella pero ¿Por qué estas tu aquí y no con ella allá apoyándola.

-¿cómo sabias que era yo?-

-lo adivine...-

-ella quiere matarme ahora- dije esa frase con un nudo en la garganta

- no permitamos que sea así.

la gran ciudadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora