Un Año

[ A B R I L ]

•Un favor•

USA masajeó sus ojos, intentando reunir la paciencia que no tenía; soltó un suspiro, para después mirar de nuevo al latino, que estaba sentado en el sillón frente al suyo.

—México no te entiendo, por favor habla más despacio—. Suspiró resignado, sabía que intentar quitarse al mexicano de encima no era posible cuando este estaba aferrado a algo

—¿Me harías un favor? ¡Me lo debes!—. Chilló, tratando de convencer al de cincuenta estrellas, solo miro al estadounidense suspirar conocía ese suspiró, era uno de rendición .—Llévame a Disneyland—. Soltó por fin, con una sonrisa en sus labios.

—What?—. USA miro al tricolor, el cual parecía decidido con su propuesta anterior .—¿Really quieres ir? ¿Ahora?—. Y lo único que obtuvo fue un frenético asentimiento de cabeza.

•••

—¡¡No mames, no mamaes, no mamessss!!—. México comenzó a correr en dirección de la botarga de Mickey Mouse, por el impulso casi se cae con todo y botarga al suelo, gracias al cielo no pasó. Solo se aferró en un gran abrazo al hombre con el traje de Mickey .—¡Wey!—. Gritó, en dirección a USA, que traía en las manos todo lo que el mexicano le había obligado a comprar, chantajeando lo que era "parte del favor".

Extrañamente, el no pudo negarle nada.

—¿Qué pasa México?—. Habló con voz cansada, y es que todo lo que tuvo que hacer para lograr ese capricho de su amigos hacía a su cartera llorar.

—¿Me lo puedo quedar?—.

USA quedó incrédulo ante lo dicho por el mexicano, y lo miró tratando de encontrar algún indicio de broma, solo encontró seriedad e ilusión .—México...¿Lo dices en serio?—. Prefiero preguntar, para salir de ese asombro que lo había agarrado de bajada.

—Pos' wey lo dijo encerio—. México apego más su cuerpo a la botarga, ahorcando al hombre dentro de ella, pero eso el mexicano no lo sabía (-o no le importaba, cualquiera de las dos-)

—Dios mío—. Soltó un suspiro, mientras se acercaba a la pobre botarga e intentaba quitarle al latino de encima, para que cuando menos le dejara respirar .—Let's go México!—. Trato de separarlos, sin embargo el latino se aferraba a la botarga con uñas y dientes.

—¡WEEEYYY!—. México terminó por ser arrastrado lejos de la pobre botarga, que rápidamente salió caminando a paso apresurado (-ya que no podía correr-) lejos de ambos países .—Se fue...¡VAMOS POR EL!—. Grito, tratando de zafarse de los brazos de América que lo sostenía con fuerza de la cintura, aguantando los codazos y las patadas de este para impedir que fuera por el pobre hombre vestido con una botarga de Mickey Mouse.

—Méx tranquilo porfavor—. Dijo con dificultad, el latino no tardó mucho en estar tranquilo, para después observar por donde se había ido Mickey.

—Oye USA...—. La potencia lo soltó, y volvió a tomar las bolsas (-que eran una tres-) que había dejado en el suelo y las cargaba de nueva cuenta, solo respondiendo él al mexicano un "What happens?" México siguió mirando por donde se había ido Mickey .—¿Es cierto que tienes la cabeza de Disney congelada?—. El americano detuvo abruptamente lo que hacía, y miró incrédulo al mexicano.

—What?—.

—Nada—.

Ambos volvieron a caminar, cosa que el americano quería evitar de una vez por todas, cada que caminaban un tramo de aquel parque de atracciones, el mexicano siempre se detenía y le pedía algo. Juraba que su cartera lloraba y para el final del día su cartera (-que siempre tenía una considerable cantidad de dinero-) estaría completamente vacía, ya le estaba doliendo.