Un Año

[ J U N I O ]

•En todo lo malo, ahí algo bueno•

—¡Corran más rápido!—. México apenas y giró su cabeza hacia atrás y encontró a varios de sus compañeros de trabajo siguiéndolo entre la lluvia, sin embargo corrían muy lento .—¡Pa' qué chingados quieren las patas si ni las saben usar pendejos!—. México se había detenido en una parada de autobús, para después comenzar a dar grandes sancadas de aire para llenar sus pulmones, México tembló cuando una ventisca barrio el lugar.

—¡Keep silent Mexico! (¡Guarda silencio México!)—. Inglaterra fue el segundo en llegar a dicha parada, con la respiración agitada y con la parte superior de su ropa empapada por la fuerte lluvia que los había azotado, todo por culpa del latino, que alegaba que "sería bueno tener la reunión afuera" patrañas.

—Alguien anda en sus días—. Susurró el latino, sentándose en las frías y mojadas barras de la banca, para después mirar como los demás se intentaban refugiar bajo el árbol. Sonrió cuando el americano y el canadiense le miraron suplicantes, el americano más enojado que suplicante.

—¡Stupid Mexico!—. Grito el americano de estrellas, para después gritar un sin fin de maldiciones, ya sea a México, o a su hermanastro, o incluso al planeta.

—¡Yo también te amo pendejo!—. Grito, el americano dejo de gritar y lo miro sonrojado, para después mover la boca, señal de que le decía algo .—¡No te enojes! ¡De todas maneras ya necesitabas un baño!—. Grito alegre, recibiendo de nuevo un grito molesto del estadounidense. Riendo, México decidió ignorarlo.

—Eres tan inmaduro—. Inglaterra se quitó el sombrero y lo dejo sobre la banca, para después hacer lo mismo con su saco y chaleco, quedando solo en una camisa blanca de manga larga, que gracias al cielo no se había mojado, apesar de eso tenía bastante frío .—¿A quién se le da por dar un paseó con las nubes negras en el cielo? Tan inmaduro de tu parte México—. Se acomodó el la banca, lo más lejos posible del latino.

—No pos' perdón por querer hacer algo diferente—. Comentó mientras se quitaba su chamarra y quedaba solo en una camisa negra normal (sin estampado ni manga larga) dejo su chamarra en la banca arrumbada y soltó un suspiro .—No se porque te molesta tanto—. Habló, mirando como Alemania gritaba como loco, tratando de alcanzar a Rusia que estaba pasando un gran charco, Alemania le tenía miedo a las tormentas y estar bajo una solo lo hacía temer y ser histérico, eso le causaba gracias al latino, ver a un poderoso alemán gritar por ayuda no se veía todos los días.

—Me molesta, porque si se supone que debemos de preocuparnos por nuestros ciudadanos con nuestros tratados, entonces ¿Porque siempre estás payaseando y sin tomarte nada encerio? Y para colmo, termina afectandome a mis ciudadanos también—. Soltó el inglés de manera monotoma, para después sacar su teléfono ahora inservible de sus bolsillos.

México frunció el entrecejo, y con el coraje en las venas respondío .—Por que yo también tengo una vida—. Se notaba el enojo. Y, ¿Quién mierda era el inglés para decirle palabras como esas a él? Nadie, no era nadie en su vida para que le soltara eso como si fuera un amigo del alma .—No siempre tengo que estar ahí para ellos, por eso existen políticos, tengo mi vida, Y soy muy libre de hacer lo que se me pegue la gana—. Ahora solo se dedicaba a mirar como el agua caía y formaba charcos a sus pies, aún enojado, espero que el lengua inglesa no le dijera algo más.
Solo escucho una risa.

—Pero que ingenuo y egoísta—. Alejó Inglaterra, aún sin mirar al latino, que le miraba incrédulo y molesto aunque sin decir nada .—Se nota lo mucho que te preocupas por tu "querido" pueblo—. Soltó al final una risa, que sonó bastante hipócrita de su parte.