[ O C T U B R E ]

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Fotos con polvo


Estar relajado en esos momentos ers algo verdaderamente difícil para el mexicano, sobre todo porque los gritos retumbaban en toda la casa. Pero extrañamente no le molestaba en lo absoluto.

Escucho como algo en el segundo piso de su casa caía al suelo y se rompía, después de eso silencio, segundos después 32 voces gritando a los cuatro vientos hechandose la culpa entre sí.

—Hijos de la chingada—. Murmura el mexicano mayor, llevando la taza de café a sus labios y dándole un sorbo al humeante contenido. El ruido del segundo piso no tardo ni dos minutos en comenzar a escucharse a su dirección. Solo sonrió débilmente sintiéndose feliz.

—Apa' el ojete de Veracruz rompió tu foto de los 80'—. Acusó rápidamente Chihuahua, siendo el primero en hablar y evitar salir regañado de ese lío.

—¿¡Qué!? —. Protestó inmediatamente el veracruzano, solo para mirar la mueca triunfante de su hermano del Norte solo bufo molesto en su dirección. —¡Yo no hice nada! ¡El que rompió tu foto fue el pendejo de B.C.S! —. El norteño que anteriormente se estaba picando la nariz, miro con molestia al sureño.

—¿Qué pedo? Si yo no lo rompí, fue el otaku de closed de Edo. Mex—. Sonaba enojado, pero realmente no le importaba lo que estaba pasando, solo quería librarse del problema en el que sus hermanos lo metieron.

—¡A chingando! ¿¡YO!? Si fue el imbécil de CDMX—.

Y siguieron culpandose entre ellos, inclusive Baja California Norte ya tenía amenazado con el puño a Tamaulipas, mientras este estaba listo para darle un golpe en los huevos si le ponía un dedo encima.

Durango, el más tranquilo de sus hijos, estaba sentado a su lado. Tomando café mirando hacia la nada.

—Oiga apa'—. Llamó el duranguense, solo para obtener la mirada tranquila de su padre sobre el. Con eso listo estaba decidido a proceder. —Cuando estábamos arriba, me encontré una chingadera donde se ponen fotos de recuerdo—. Le dio un largo sorbo a su café como si de agua se tratase.

—Álbum Durango, se dice álbum. Deja de decirle a todo "chingadera" Llega a ser algo confuso—. El mexicano mayor miro a su hijo el cual solo le miro unos momentos, para después decir con tranquilidad “Mañana sin falta apa'” México solo suspiro divertido y volvió de un trago se acabó su café. —Ve trae el álbum, en mi armario abajo ahí más, también te traes esos—. Durango acató la orden, subiendo las escaleras ignorando a sus hermanos que seguían peleando, ahora no por la foto, ahora por ¿Una galleta?.

—Hijos—. Habló México, sin embargo ninguno de sus 31 hijos presentes le hizo caso y siguieron peleando entre ellos. México suspiro para después mirar como lo ignoraban. —Niños—. Sonaba algo irritado. Pero seguían Ingnorandolo.

—¡HIJOS DE LA CHINGADA YA ESTENCE EN PAZ! —.

•••

—Aquí están Apa' las chingaderas esas que me pidió—. Durango cargaba entre sus brazos, cinco libros de gran grosor en sus manos como si no pasarán nada.

Durango miro la sala, todos sus hermanos estaban sentados sin hacer ningún ruido o movimiento, pero varios de ellos tenían las mejillas rojas. Su padre había usado la "cancla", Durango solo evitó reír ya que si lo hacía le iría peor que a sus hermanos. Durango se sentó a un lado de su padre para después entregarle los álbumes.

México acarició la portada de estos, llenos de polvo porque no los había visto en años. “De por vida” era lo que tenía escrito en la tapa de colores apagados de tonos blancos y rosados.

Cuando lo abrió, inmediatamente soltó una risa fuerte. Todos sus hijos lo miraron con curiosidad.

—¿Se acuerdan de esto? —. México le mostro la foto a sus hijos, que tan pronto la vieron comenzaron a morir de la risa.

Y es la foto era un recuerdo de oro para la familia. La primera borrachera de CDMX, Durango, Puebla, Baja California, Chihuahua y Zacatecas. Todos los demás que no habían tomado, salían en la fotografía tratando de bajar a los borrachos de un avión con dirección a China.

Entre risas y carrilla, siguieron mirando el álbum.

De los cinco grandes libros, todos se amongonaban para ver uno, Oaxaca tenía uno, con el todos se amongonaban para ver las imágenes, Nuevo León estaba en la misma situación al igual que EDO. Mex y Tabasco, México miraba el que tenía en manos con sus hijos mayores.

—Recuerdo eso—. Soltó en un suspiro, México acarició la fotografía.

Solo era el sonriendo junto a sus hijos.

México dejó de ver la foto para mirar lo que había frente a el.

Miro a sus hijos admirar las fotografías pagadas en los álbumes, sin pelear y todos con una sonrisa y riendo. Pasando un buen momento, un momento que no había pasado desde hace bastante tiempo.

¿Desde cuando no parecían una familia normal? Desde hace años, desde hace siglos no convivían todos, ya que unos estaban "ocupados" Otros no podían por "asuntos" Y otros de plano le decían a la cara que no querían ir.

Pero ahí estaban, solo ellos conviviendo como la familia que siempre debieron de haber sido. Ignorando todo, ignorando sus problemas, ignorando su pasado, ignorando lo que les preparaba el futuro.

Solo disfrutando de el hermoso presente que vivían juntos.

•••

—¡Ya no ahí pan! —. Chillo CDMX, pefo nadie le hizo caso a sus quejas y siguieron con lo suyo.

Los 32 Estados que conformaban México estaban sentándose en una gran mesa que se usaba para fiestas. México que estaban sentado en la cabecera de la mesa miro a sus hijos pelear y dialogar como solían hacerlo siempre, en un ambiente cómodo.

Todos estaban comienzo pan con café pero parecía que el pan se habia acabado.

México sonrió al ver como Jalisco le compartía la mitad de su pan a su hermano capitalino. Ambos hermanos al instante comenzaron una plática amena llena de anécdotas.

México soltó un par de silenciosas lágrimas, después de todo. Si los había criado bien.

•••

Después de dos meses, no había soltado el llanto por dolor o por desesperación, y no era porque sus hijos estuvieran en su casa; si no porque no quería o no podía llorar.

En vez de eso, estaba mirando un punto fijo en el techo, acostado en su cama, su corazón latiendo a un ritmo lento y algo apagado. Cómo de costumbre.

México no lo aceptaría jamás, pero estaba bastante confundido con su situación actual.

México no estaba seguro de como sentirse después de tanto tiempo sintiendo la misma sensación agria que tenia desde hace meses, sin embargo desde hace tiempo había dejado de sentir esa presión en su ser, el dolor había sido remplazado de incomodidad. Era extraño puesto que su herido estaba más avanzada y aburre hasta incluso más grave.

—Todo va a salir bien—. Se susurro para el.

Un AñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora