His Number /En pausa/

Capítulo 19 - "Gilipollas desconocido"

Charlotte POV:

Era probablemente la única tomando notas de toda la clase.

- En esta situación, el límite no existe. –La señorita Black dijo, su espalda hacia nosotros mientras escribía en el pizarrón. Suspiré.

- Hey. –Una voz, susurró a mi derecha mientras escribía un rápido gráfico de lo que la señorita Black había dibujado en el pizarrón. – ¡Hey! –Arrugando el entrecejo, miré de lado a lado, nada más que la persona detrás de mí estaba enterrado en su libro e hice unas muecas cuando lo vi babear.

- En un gráfico como este, puede decirse que será ilimitado o buscando un infinitivo positivo. –La voz de la señorita Black me devolvió hasta la lección. Escribí más apuntes.

- ¡Charlotte! –Este susurro, ahora más fuerte, me hizo voltear la cabeza una vez más. Pero ahora, en vez de un chico durmiendo en su libro de matemáticas, miré a Linc. Jadeé a causa del repentino cambio. Entonces mire a su alrededor para ver al original chico en un diferente asiento diagonal a él, aun dormido. Cuando mis ojos volvieron a los de Linc, sentí mis labios fruncirse. Sonrió pero era curvada –muy curvada. Mirándole ahora, parecía una muy rara sonrisa.

No como cierto chico malo.

Ignorándolo, volví a tomar notas.

- En la situación contraria, seria hacia el infinitivo negativo. –Dibujé otro gráfico, tratando de ignorar a Linc detrás de mí. Entonces escuché mi bolsa siendo abierta, miré hacia abajo y miré a Linc sacando algo del más pequeño bolsillo.

- ¡Hey! –Cerré mi boca en un segundo, consciente de que el tono de mi voz era muy alto para ser ignorado por la señorita Black.

- ¿Algún problema, Charlotte? –La señorita Black preguntó, ahora haciéndonos frente. Escuché el movimiento de las personas enderezándose detrás de mí.

- No, sólo… buscaba mi lápiz. –La mirada de la señorita Black viajaron hasta mi mano, en la que sabia estaba sosteniendo mi lápiz. Sonreí débilmente mientras lo levantaba. –Lo tengo ahora. –Parecía poco convencida pero continuó con su lección. Por el rabillo del ojo, miré a Linc aguantándose la risa. Observé mi móvil en su mano.

- Dámelo. –Susurré, extendiendo mi mano.

- Oh bebé, lo haré. –Susurró, su rostro más cerca del mío. Sentí a las personas mirándonos. Miré hacia el pizarrón y hacia mi móvil, decidí que tomar notas era más importante.

Es algo bueno tener contraseña, pensé, relajándome un poco.

- “JEFE” –Linc susurró. – ¿En serio? –Casi gruñí.

¡Jodida, Stella!

Stella había pasado por la fase de “JEFE”, cuando pensó que todo era “JEFE” y ella era “JEFA”. Chad pensó que era lindo. Yo lo había encontrado un poco raro. Pero cuando ella lo colocó como mi contraseña y me prohibió cambiarla, eventualmente me había acostumbrado al patrón y la mantuve.

- Por favor dámelo. –Susurré mientras seguía escribiendo lo que la señorita Black iba diciendo. –Ahora.

- ¿Por qué? –Linc replicó, tranquilamente. – ¿Algo que esconder? –Dejé escapar un suspiro y dejarlo estar. No iba a gastar más mí tiempo.

Él nunca gastó tu tiempo, una voz me dijo. Suspiré.

- En este tipo de función, el límite tampoco existe, y es lo que llamamos—.

- ¿Quién es este? –Linc susurró. Golpeé mi frente con mi mano y me volteé hacia él, quien me observaba con una interrogativa mirada mientras sostenía mi móvil. La palabra clave siendo mí.