Trece.

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Los dientes de TaeHyung mordian su labios, creando un sabor metálico en su boca el cuál se combinaba con su saliva.

Su mente buscaba un lugar en donde quedarse, pero no era posible encontrarlo. Quizás era la sensación de ardor en su garganta, quizás en los bonitos labios de TaeHyung o quizás en las manos de este empuñando su camisa.

Había algo mal en el, en su pecho que no le dejaba pensar con claridad.

Sus manos rompieron la camiseta de TaeHyung y sus uñas arañaron con fuerza su pecho cuando el rubio empezó a removerse, tratando con todavía más fuerza de zafarse de JungKook y de su cercanía la cual amenazaba con asfixiarlo.

— Ugh... — La esperanza llenó el cuerpo de TaeHyung cuando JungKook detuvo todos sus movimientos y se alejó de él. Pensó que después de tantos minutos de agonía había escuchado sus lamentos y súplicas de que lo dejara en paz, que ahora solo balbucearía como un idiota unas disculpas y se largaría avergonzado.

Pero TaeHyung no fue tan afortunado como para eso.

— Nos vamos al auto. — Murmuró el azabache acercándose al rostro del otro con una sonrisa que transmitió a TaeHyung que efectivamente que JungKook no le dejaría ir.

— Ni de broma. — Susurró. Sentía sus manos temblar y un peso en el pecho, su respiración amenazándolo con matarlo. La persona que estaba agarrando con fuerza su brazo y con la que tenía conectada su mirada no podía ser la misma persona con la que alguna vez imaginó un futuro juntos. No podía ser el mismo chico. — Estás enfermo JungKook...

Y justo cuando su cuerpo pareció retomar fuerzas empujó a JungKook lejos de él y casi corrió hasta la puerta. Y cuando pensó que lo lograría, cuando su mano tocó el pomo de la puerta y pensó que saldría de ahí tan solo con un horrible recuerdo, justo ahí las fuertes manos de JungKook agarraron su cintura y tiró de él hasta empujarlo contra la pared.

— ¡¿Que cojones TaeHyung!? — Gritó, mirando con decepción al rubio pues no podría creer que le hubiese hecho algo así después de todo el tiempo que le había estado provocando. — ¡Durante semanas me llevas molestando para esto, y ahora te intentas ir!Cada día te entiendo menos...

El azabache aprovechó el ataque de pánico que estaba TaeHyung para arrastrarle fuero de los baños, la mano de JungKook apretando con fuerza la del otro frente a todos allí afuera, frente a Hoseok. Pues JungKook era más que consiente que llevaba rato buscando al rubio y que los estaba mirando ahora.

TaeHyung quería huir, quería soltar la mano del otro y correr, hacía Hoseok, hacía un lugar que le hiciera sentir a salvo. Y deseó hacerlo, de verdad que deseó hacerlo pero no pudo pensar más en eso cuando JungKook se detuvo y colocó una mano en su nuca y de manera brusca le besó, sus peligrosas manos tocándole y provocando sus ganas de vomitar de nuevo.

Y empezó a llorar. No tanto por la situación, si no más bien por los otros¿Que estaría pensando Hoseok?Pobre, él probablemente solo pensaría que era un chico caliente y que no merecía la pena. TaeHyung le había hablado mil veces a Hoseok sobre la insistencia de JungKook y lo pesado que era, seguro que en la cabeza del otro el rubio simplemente era un idiota que se cedió a la insistencia de su ex.

Pero JungKook. Él estaba haciendo lo que debía hacer, TaeHyung siempre fue un chico dramático y que deseaba atención de todos. Podía notar en sus lagrimosos ojos cuanto estaba disfrutando el ser besado y manoseado delante de todos¿Por qué TaeHyung quería hacerse el difícil ahora?No importaba. TaeHyung debía de entender por lo que él estaba pasando. Es por eso que esa misma noche se iba ha follar a TaeHyung.

Abrió sus ojos cuando empezó a sentir un escándalo al lado de ellos, un chico de cabellos rojos estaba intentando llegar hasta ellos. Este tenía los ojos llenos de lágrimas y parecía estar diciéndole, o más bien gritándole algo a TaeHyung ahora estaba siendo apresado entre los fuertes brazos de JungKook, impidiéndole moverse a pesar de que estaba rasguñando sus brazos para que lo soltara.

Quería que llegara Hoseok, quería que llegara y le salvara de una vez de esos brazos que una vez consideró su hogar.

Pero Jimin se llevó al pelirrojo a la fuerza de la pista de baile, pues este parecía estar destrozado y a punto de cometer una locura. Jimin tan solo le decía a Hoseok que se calmara, que JungKook le había hablando por semanas de lo mucho que quería volver a intentarlo con Tae y que éste era libre de deducir que hacía.

Oh pobre tonto.

—Ey, vayamos a mi auto ahora. —Dijo el menor, liberando a TaeHyung de la asfixia entre sus brazos .

Lo tomó de la mano de forma brusca y de ambos salieron de la discoteca. JungKook río al notar con la prisa con la que iba TaeHyung. Tan desesperado.

La puerta trasera del auto se abrió y JungKook lo tiró dentro consigo también, cerrando la puerta con su pie y acto seguido colocándose arriba de TaeHyung.

El azabache estiró su mano hacia el descubierto pecho de TaeHyung y le acarició con delicadeza, disfrutando de la textura de su piel y tono canela.
El otro lo único que podía hacer era tapar su boca para evitar no vomitarse encima.

— No, no. — Murmuró el azabache llevando su mano hasta la muñeca del otro chico, quitando la mano de su boca. — No contengas tu sonidos.

Cuando TaeHyung sintió toda su ropa cerró sus ojos con fuerza, imaginándose que ese no era el, que esa no era su vida y que ese no era su cuerpo.

Bajó sus labios hasta el cuello de TaeHyung tratando de distraerlo mientras bajaba sus propios boxers y agarraba su miembro, alineandolo entre las piernas del rubio.

Se sentía extraño, no quería llamar a esto follar a pesar de que era lo que estaban haciendo. Pero cada vez que habían tenido relaciones siempre lo consideraba algo amoroso, siempre tenía la sensación de que estaban haciendo el amor. Y esa sensación no había desaparecido en el.

Intentó centrarse y hacer desaparecer la mueca de dolor que TaeHyung tenía en su cara, pues el ya tenía mitad de su miembro dentro de él. El azabache podía sentir los gemidos del otro llenar sus oídos.

Solo que no eran gemidos, si no llantos.

Aprovechó ese momento y terminó por meter todo su miembro dentro de TaeHyung, derritiéndose cuando este clavó sus uñas en su espalda con tanta fuerza que le hizo jadear.

— Acaba... — Murmuró TaeHyung entre jadeos.

JungKook solo respondió con una suave risa, empezando a embestir de forma más fuerte y constante a TaeHyung quién ahora se agarraba a los asientos del coche y mordía con fuerza sus labios conteniendo sus gritos.

Y después de lo que para TaeHyung se sintió una eternidad JungKook encontró su liberación y con un gruñido terminó corriéndose dentro de él.
El mayor rezó mentalmente para que JungKook no preguntara por el hecho de que él no se había corrido, pero para su suerte JungKook estaba tan centrado en su propio placer que tan sólo se quitó de encima de él. Permitiéndole respirar finalmente.
Simplemente sentía que no podía más, así que solo cerró sus ojos.

Luego de unos largos minutos en silencio mientras recuperaba su respiración JungKook giró su cabeza hacía TaeHyung lo vio dormido. Se veía realmente bonito esa noche, no había dejado de pensar en eso.

Taesexual. Kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora