Dos.

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—¿Qué estás haciendo aquí? — El tono de curiosidad gobernó sus palabras.

JungKook se había quedado de piedra después de visualizar a la figura de su exnovio acercándose a los contenedores para tirar la basura, como toda persona.

—Disfruto de la noche...—JungKook tapó su cara con su capucha mientras bajaba la cabeza, la situación era malditamente incómoda.

JungKook y TaeHyung se conocieron en un día lluvioso, justo como este, daba el caso de que TaeHyung trabajaba en una pastelería por aquel tiempo y esa misma noche, cuando TaeHyung ya tenía todo preparado para cerrar un estúpido JungKook entró a comprar un dulce, un dulce para su novia en esos momentos. Porque sí, puede parecer un cabrón, pero en el fondo tiene sus detalles.

TaeHyung se enojó tanto que se pasó esos minutos dónde estaba envolviendo el dulce mirando mal a JungKook. La simple frase "Te recompensaré estos minutos perdidos " dicha por JungKook en ese momento no tenía con doble intención cuando fue pronunciada.

Pero un sentimiento extraño había empezado a adornar el interior de JungKook, casi como un sentimiento prohibido. Como si ir a esa tonta pastelería fuese como ir a ver a un amante secreto.

Pero JungKook empezó a ir más por ahí por qué tan solo deseaba ver a TaeHyung, y TaeHyung deseaba verlo a él. Y en cuanto a la novia de JungKook, por si tenías curiosidad, él descubrió que le engañó con otro la misma noche donde le traía el dulce.

Fue realmente rápido cuando empezaron a salir. TaeHyung dejó su trabajo y JungKook se mudó junto a su familia casualmente a un barrio bastante cercano al de TaeHyung, quién vivía solo, por lo que casi todas las horas del día estaban juntos.

La magia duró tres años y medió, pero terminó.

No terminaron mal, no fue tan dramático, o eso era lo JungKook se decía para auto convencerse. La verdad es que fue doloroso, sobre todo para TaeHyung. Pues aunque JungKook no lo admitiría nunca, él sabía que le había dejado porque él empezaba a querer algo más serio, algo así como vivir juntos, por ejemplo, ese hubiese sido el primer paso. Pero JungKook se asustó, era tan solo un niño de 21 años al fin y al cabo.

No disfrutaba pensando como hubiesen continuado las cosas si no hubiese terminado la relación, que quizás TaeHyung no hubiese ido tan rápido. Que todos esos pensamientos eran planes, nada más. Pero odiaba pensar en eso.

—¿Disfrutas de la noche a la una de la mañana y al lado de un apestoso cubo de basura?Wo... has cambiado de gustos desde que terminamos.—TaeHyung terminó la frase mientras abría el contenedor para tirar la bolsa ahí adentro, una sonrisa que JungKook no supo descifrar adornaba el rostro del rubio.

—¿Nos recién  vemos después de dos meses y medio y lo primero que nombras es nuestra ruptura TaeHyung?—JungKook lo miro incrédulo.

—¿Todavía te duele?

Esa frase lo dejó en shock, claro que no, dolió muchísimo durante el primer mes, pero JungKook supo superarlo, y sin follar.

—Maldita sea. No, solo me jode que lo menciones.

—Está bien... entonces¿cómo te van las cosas?—TaeHyung tomo asiento en el frío, suele junto a JungKook, haciendo una fea mueca por el horrendo olor que llegaba del contenedor de basura.

—Supongo que bien... y a ti?—JungKook tomó el valor de mirarle a la cara, no sentía tanta vergüenza, pues estaba todo oscuro y no podía verle bien.

—Uhm, supongo que bien también...

Un silencio incómodo se hizo presente, y era de lo más lógico.

Y en ese momento de incomodidad a JungKook se le pasó una brillante idea por su cabeza¿Y si trataba de llevarse a TaeHyung a la cama? Sabía que era algo estúpido, pero sinceramente no dejó a TaeHyung por qué ya no le gustara, Taehyung era jodidamente guapo.

¿Pero y si le golpeaba por intentarlo? El también lo haría si fuera TaeHyung.

Sus manos tambalearon y tocaron el asqueroso suelo en el que estaba sentado. Dudó, obvio que lo hizo, pero no fue capaz de controlarse cuando sus labios ya estaban formulando las palabras.

—TaeHyung tú... ¿has follado con alguien más?

Boom.

—¿Pero qué mierda te pasa en la cabeza?—El claro tono de indignación en la voz de exnovio le había dejado bien claro que la había cagado.

—Yo realmente no he estado con nadie más, no me he podido olvidar de tu cuerpo... yo-

Tembló. No sabía que su voz podía temblar tanto.

—¿Estás fumado? Lo digo muy en serio JungKook, esto no es gracioso.—TaeHyung se levantó del suelo y miró con desprecio a JungKook antes de volver ha hablar —¿No te has podido olvidar de mi cuerpo? ¿Es en serio? Pues no creo que de verdad.

—¿Qué? ¿Qué coño sabes tú si es verdad?—
JungKook se levantó molesto y lo enfrentó¿Qué estaba diciendo?

Los ojos marrones del rubio mostraban furia, vergüenza frente a la situación que estaba afrontando en esos momentos.

—¡Pues para no haberte olvidado de mi cuerpo mi amigo, el cual trabaja en un bar, unas calles más abajo me ha dicho que montaste un escándalo en su baño y que te estabas enrollado con una mujer! ¡Me da igual en que agujero, quieras meter tu polla, pero no me vaciles!

TaeHyung se fue completamente enojado calle arriba, dejando a un JungKook completamente petrificado y petrificado.

—El problema es que mi polla solo quiere entrar en tu agujero—Susurró para sí mismo.

JungKook dio un último y gran suspiró y empezó a caminar en dirección contraria hacia casa de su madre, aunque seguramente no entraría y solo se quedaría en el portal a dormir para no tener que soportar a su madre, al día siguiente ya se inventaría algo.

JungKook siguió caminado por un buen rato mirando al suelo, pero frenó al notar que una lata había caído en sus pies, manchando un poco su pantalón y sus zapatillas completas.

—Qué...

—¡Vete de aquí estúpido! ¡No te basta con haberle hecho eso a TaeHyung para que ahora andes follando con chicas en baños públicos, fuera!

JungKook estaba flipando, pero sus dudas se aclararon al ver lo que había detrás del señor que le gritaba, era el bar, el bar de antes y ese seguramente fuera el amigo que mencionó TaeHyung.

—¿¡Cree que me importa, señor!?—JungKook tomó la lata y se la lanzo al señor, antes de irse corriendo calle abajo con una sonrisa mientras escuchaba como el señor maldecía a lo lejos.

JungKook no sabía qué hacer, pero si sabía que no se rendiría. Necesitaba que TaeHyung estuviese con él, pero solo en su cama, quizás necesitaba acostarse con él por última vez para que su amigo volviese.

No quería hacer daño a TaeHyung después de todo, pero él era Jeon JungKook y por un poquito de dolor que le hiciera a TaeHyung no pasaba nada, de seguro lo superaría otra vez en dos meses y medio.

Todos esos sentimientos de resentimiento y odio desaparecerían igual que sus vacías palabras, que jugaban con su mente hasta hacer desaparecer cualquier rastro de cordura.

Taesexual. Kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora